El jardinero central Yorman Rodríguez, el adolescente que recibió el bono más alto de la historia para un venezolano por firmar con un equipo de grandes ligas, quiere volver a colocar en el mapa beisbolístico a Ocumare de la Costa, como una vez lo hizo David Concepción
Poco después de nacer en 1992, Yorman Rodríguez se convirtió en el consentido de su abuelo Froilán Quintín Rodríguez, un gran aficionado al beisbol.
Yorman muy pronto comenzó a mostrar aptitudes para el deporte y el patriarca familiar no dudó en darle un guante y una pelota. Froilán, originario de Ocumare, hoy un municipio autónomo del estado Aragua conocido como Ocumare de la Costa de Oro, era un seguidor de la Gran “Maquinaria Roja” de Cincinnati y en especial de su paisano David Concepción, en la década de los años 70. Así que cuando su nieto comenzó a destacar por encima de todos los chicos de su edad, lo imaginó vestido con el uniforme de Cincinnati, brillando en el terreno que una vez se rindió a los pies del “Rey”, el mejor campocorto de su generación.
“Mi abuelo siempre me nombraba ese equipo y desde que me llevó a jugar beisbol en el estadio David Concepción (en Ocumare) con (club) los Costeños, compartimos ese sueño”, recordó Yorman, de 16 años de edad, que hace dos semanas firmó con los Rojos por un bono de 2,5 millones de dólares, el incentivo más alto que haya recibido venezolano alguno en la historia del beisbol.
“Se lo debe a su abuelo, porque no le gustaba levantarse temprano, para ir a jugar pelota”, lo delató María Osorio, su abuela. “Daba guerra para levantarse. Era un dormilón”.
Yorman pronto tuvo que viajar a Maracay, para medirse en una liga de beisbol menor con mayor nivel. “Teníamos que ir al (estadio) Julio Bracho y los juegos eran a las nueve de la mañana. Por eso teníamos que irnos muy temprano para agarrar el autobús. Todos los sábados mi abuelo me levantaba a las seis y yo quería seguir en la cama. Pero una vez despierto, salía corriendo para alcanzar a mi abuelo en la parada”, se defendió el jardinero central, dotado con las cinco herramientas exigida en el beisbol y de cualidades atléticas únicas, de acuerdo con la opinión de los entendidos.
“Cuando salía uniformado, se contentaba. Era otro al llegar a la parada del bus”, asintió doña María.
Un día decisivo. Fue en el Julio Bracho, en un campamento del que serían escogidas las selecciones municipales del estado, donde lo vio por primera vez Ciro Barrios, un cazatalentos, que prepara a jóvenes promesas en la academia CiroSport, con base en Turmero.
“No podías dejar de observar sus movimientos, con apenas 12 años era muy suelto, se desenvolvía muy bien en el terreno”, explicó Barrios.
El 15 de agosto, cuando se convirtió en elegible para convertirse en profesional, concluyó un largo proceso. Las 30 organizaciones de grandes ligas lo observaron. Los Rangers de Texas lo llevaron a República Dominicana para probarlo juntos a profesionales de primer y segundo año en la liga veraniega de ese país. Yorman pasó la prueba. Pero finalmente los Rojos se llevaron el gran premio. El aragüeño era el jugador de posición de más talento en el mercado internacional de agentes libres.
“Mi abuelo no pudo verlo. Imagino lo feliz que estaría... Los Rojos, el equipo de sus sueños, por eso nos decidimos por Cincinnati”, dijo Yorman.
Froilán Quintín Rodríguez falleció hace cinco meses, a causa de una falla cardiaca, tras una operación de vesícula.
“Al menos supo que estaba bien encaminado. Él lo acompañó cuando Magallanes lo firmó el año pasado. Seguro lo está viendo en este momento”, secundó doña María.
Ahora comienza una nueva etapa en su vida. El 10 de septiembre viajará a la Liga Instruccional en Sarasota (Florida) allí estará por unos 20 días, luego el próximo mes de febrero irá a los entrenamientos de primavera de los Rojos y allí será asignado a su primer equipo de ligas menores.
“Será difícil estar tanto tiempo separado de mi familia, pero sólo será cuestión de distancia, siempre estarán presentes”, aseveró el jardinero, que tiene otros cuatro hermanos, producto de la unión entre Froilán Rodríguez y Carmen Aracelys Vásquez.
Estará protegido por San Sebastián, el patrono de Ocumare, y Don Juan de Las Cuatro Esquinas. “Siempre lleva la cruz de plata que le regalé. Está bendecida por Don Juan”, tercia en la conversación Edwin Colmenares, padrino de Yorman.
En tres o cuatro años le esperan las mayores y más titulares de prensa. “Si Dios quiere”, sonrío Yorman, que no luce muy diferentes a los demás chicos del lugar, con bermudas de bluejean, franela a rayas y zapatos deportivos. Sólo que ahora es una celebridad.
En Constancia II, la zona donde vive, cualquier lugareño lo conoce, como una vez ocurrió con el “Rey”. "A dos cuadras, pasando el estadio David Concepción. Allí está la casa. Ahí lo encuentran”, señaló un paisano, que arreglaba su vieja camioneta Ford.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 31 de agosto de 2008