domingo, 20 de julio de 2014

Anderson Espinoza rompió paradigmas


La agencia 9 Stars Sports Manegement que representa al derecho logró asegurarle un contrato con características inéditas


Anderson Espinoza se encuentra en las instalaciones de los Medias Rojas en República Dominicana desde hace una semana y estará allí hasta finales del mes de agosto. El derecho, de 16 años de edad, considerado el mejor lanzador elegible en el mercado de agentes libres internacionales el pasado 2 de julio, comienza a dar sus primeros pasos como profesional.

El prospecto, originario de la parroquia 23 de Enero en Caracas, se convirtió en toda una celebridad al firmar por un bono de 1,8 millones de dólares, una bonificación sin precedentes para un venezolano en la historia de Boston.

“Fueron muchos sacrificios, días de trabajo y sudor, pero gracias a Dios puedo decir que soy parte de los Medias Rojas. Estoy feliz porque para eso trabajé diariamente. Me entrené para ser el mejor. Siempre quiero ser el mejor”, dijo Espinoza durante un encuentro con la prensa capitalina, un par de días después de hacerse oficial el pacto con el club de Nueva Inglaterra.

Espinoza supo que quería dedicarse al beisbol a los cinco años, cuando se unió a la divisa del Metro de Caracas. Desde entonces no paró de repetir a sus padres Damelis y José Luis que quería ser un beisbolista profesional.

Su presencia en los parques del beisbol menor dejó de pasar desapercibida ante la vista de los scouts y el tiempo le dio la razón. Hace un par de años fue reclutado por los busca talentos de 9 Stars Sports Manegement y a partir de ese momento comenzó un proceso paralelo a su entrenamiento y acondicionamiento físico para soportar los rigores de las presentaciones frente a escuchas de las 30 organizaciones de las grandes ligas.

“Queríamos salvaguardar su futuro porque su carrera no terminaba al recibir la bonificación y creo que rompimos varios paradigmas para obtener el contrato más adecuado”, señaló Félix Luzón, agente certificado por la Asociación de Peloteros de las mayores y presidente de 9 Starts. “Varias organizaciones expresaron su interés por Anderson, pero cuando Boston se convirtió en el principal candidato para firmarlo, negociamos directamente con el gerente general (Ben Cherington) y el director internacional de scouteo (Eddie Romero). No nos circunscribimos solamente a la suma del bono, sino que lo hicimos como si se tratara de un acuerdo de grandes ligas”.

Luzón tuvo que lidiar con la opinión de varios scouts sobre la talla de Espinoza, que en principio aparecía registrado con una estatura de 5 pies 11 pulgadas o, en el mejor de los casos, 6 pies (1,83 metros). Muy pocos lanzadores derechos con esas características son firmados. Con esa estatura, en 1998 Anaheim le entregó un incentivo de 900.000 dólares a Francisco Rodríguez. K-Rod terminó convirtiéndose en una estrella como relevista, pero desde entonces ningún criollo con ese fenotipo había sido tazado con un bono tan alto. Se espera que Espinoza pueda ser abridor.

“Presentamos un plan de negocio en el que se valoraban las virtudes del pelotero, su vida personal y su evolución en el terreno. Lo presentamos como un jugador prototipo. No discutimos sobre lo que no tenía. Se decía que era muy pequeño y demostramos que eso no era un impedimento, no solo por sus condiciones (un brazo privilegiado con una entrega fluida, que puede colocar la recta en recta de 94 millas por hora, con una curva de muy buena rotación) sino porque lanzadores como el dominicano Pedro Martínez habían conseguido establecerse en las mayores”, explicó el agente.

Yordano Ventura, otro quisqueyano, se desarrolló como prospecto en las menores de Kansas City y desde el año pasado es miembro de la rotación de los Reales. Su estatura es la misma de Espinoza.
“No se trataba de algo descabellado. Por eso creo que fluyeron las negociaciones”.

Luzón logró que la oficina de Boston accediera a otorgarle una beca de estudios a Espinoza por 200.000 dólares, el monto máximo que recibe un pelotero seleccionado en el draft universitario.

“Si por alguna razón no puede continuar con su carrera debido a una lesión o algún inconveniente deportivo que le impida seguir en el terreno, Anderson y su familia tendrán la posibilidad de pagar la matrícula de una universidad en Estados Unidos y su manutención mientras se gradúa. Nunca antes se había logrado algo así para un agente libre internacional del 2 de julio en el país”.

Luzón se apoyó en las reglas de Major League Baseball (MLB) para hacer valer su solicitud.
“Es algo que está allí, pero por desconocimiento rara vez se pide”.

Poco tiempo para negociar 

Luzón asegura que tuvo la posibilidad de pedir compensaciones en caso de que Espinoza aparezca eventualmente en la lista de fatiga extrema, prevista en el Acuerdo Invernal (Winter League Agreement).

“Los sueldos y beneficios en el sistema de ligas menores son bajos y eso motiva a los jugadores a buscar oportunidades en nuestras ligas para complementar esos ingresos. Anderson pertenece a los Leones del Caracas y queríamos protegerlo en ese sentido, pero es absurdo que el acuerdo solo se puede llevar a cabo el 2 de julio y en un mercado tan restringido como este no tiene mucha capacidad de acción, lo que evitó que lográramos colocar esa cláusula en el documento”.

Las organizaciones envían los contratos en el transcurso de la fecha que da inicio al proceso de captación de talentos internacionales que hacen los equipos de MLB, lo que reduce de manera notable el margen para negociar.

“Es ilegal hacerlo antes o llegar a acuerdos previos a la fecha. Pienso que debería flexibilizarse la duración del proceso y permitirle a los agentes negociar al menos durante un par de semanas antes. La industria cambió. Los límites al gasto y las restricciones de los presupuestos incluidas en el último contrato colectivo de las grandes ligas, obligan a otro tipo de estrategias. Ya no se trata de un entrenador o buscón que regatea con un scout el monto de un bono”.

Revisión profunda

Arturo Marcano, reputado abogado especialista en derecho deportivo, se encargó de fungir como asesor en el proceso y supervisar que todo estuviera en orden con la intención de evitar incongruencias o errores en el documento que llevaría la firma de Espinoza.

“Fue muy complejo debido al poco tiempo de negociación. Logramos asegurar la beca de estudios. Creo que fue el principal logro. Pero existían otros beneficios que hemos podido colocar en blanco y negro, que por la premura fue imposible. Por eso la importancia de tener esos conocimientos de las reglas para hacerlas valer los derechos de los peloteros ante las organizaciones”, indicó Marcano.

La tercera cláusula de las reglas de MLB detallan los bonos progresivos que debe recibir un pelotero a medida que asciende en el sistema. Algo de lo que se beneficiará Espinoza.

“Son $1.000 cuando asciende a doble A, $2.000 cuando sube a triple A y luego $5.000 cuando es llamado a las mayores. Nosotros queríamos incluir una cláusula en el contrato de Anderson que le garantizara $300.000 si llegaba a las mayores antes de los 21 años de edad, pero no dio tiempo”, reveló Luzón. “Lo importante es que el pacto se llevó a cabo entre un agente venezolano y el alto mando de la organización”.

En noviembre del año pasado, otro agente del país, Félix Olivo, que dirige OL Baseball Group, se encargó de las negociaciones en la extensión del contrato del zurdo Martín Pérez con los Rangers de Texas por 4 años $12,5 millones, un acuerdo que incluyó opciones entre los años 2018 y 2020.
“Mientras más preparado estén y hablen el mismo idioma de las organizaciones, los agentes certificados seguirán ganando espacios. Hacía allá debemos enrumbarnos todos”, puntualizó Luzón.

ElDato
Anderson Espinoza recibirá $1,2 millones de su bono en el día 90 después de su firma, una vez sea aprobado su contrato por la oficina de MLB y los $600.000 restantes en diciembre.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 20 de Julio de 2014

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