La agencia 9 Stars Sports
Manegement que representa al derecho logró asegurarle un contrato con
características inéditas
Anderson Espinoza se encuentra en
las instalaciones de los Medias Rojas en República Dominicana desde hace una
semana y estará allí hasta finales del mes de agosto. El derecho, de 16 años de
edad, considerado el mejor lanzador elegible en el mercado de agentes libres
internacionales el pasado 2 de julio, comienza a dar sus primeros pasos como
profesional.
El prospecto, originario de la
parroquia 23 de Enero en Caracas, se convirtió en toda una celebridad al firmar
por un bono de 1,8 millones de dólares, una bonificación sin precedentes para
un venezolano en la historia de Boston.
“Fueron muchos sacrificios, días
de trabajo y sudor, pero gracias a Dios puedo decir que soy parte de los Medias
Rojas. Estoy feliz porque para eso trabajé diariamente. Me entrené para ser el
mejor. Siempre quiero ser el mejor”, dijo Espinoza durante un encuentro con la
prensa capitalina, un par de días después de hacerse oficial el pacto con el
club de Nueva Inglaterra.
Espinoza supo que quería
dedicarse al beisbol a los cinco años, cuando se unió a la divisa del Metro de
Caracas. Desde entonces no paró de repetir a sus padres Damelis y José Luis que
quería ser un beisbolista profesional.
Su presencia en los parques del
beisbol menor dejó de pasar desapercibida ante la vista de los scouts y el
tiempo le dio la razón. Hace un par de años fue reclutado por los busca talentos
de 9 Stars Sports Manegement y a partir de ese momento comenzó un proceso
paralelo a su entrenamiento y acondicionamiento físico para soportar los
rigores de las presentaciones frente a escuchas de las 30 organizaciones de las
grandes ligas.
“Queríamos salvaguardar su futuro
porque su carrera no terminaba al recibir la bonificación y creo que rompimos varios
paradigmas para obtener el contrato más adecuado”, señaló Félix Luzón, agente
certificado por la
Asociación de Peloteros de las mayores y presidente de 9
Starts. “Varias organizaciones expresaron su interés por Anderson, pero cuando
Boston se convirtió en el principal candidato para firmarlo, negociamos
directamente con el gerente general (Ben Cherington) y el director
internacional de scouteo (Eddie Romero). No nos circunscribimos solamente a la
suma del bono, sino que lo hicimos como si se tratara de un acuerdo de grandes
ligas”.
Luzón tuvo que lidiar con la
opinión de varios scouts sobre la talla de Espinoza, que en principio aparecía
registrado con una estatura de 5
pies 11
pulgadas o, en el mejor de los casos, 6 pies (1,83 metros ). Muy pocos
lanzadores derechos con esas características son firmados. Con esa estatura, en
1998 Anaheim le entregó un incentivo de 900.000 dólares a Francisco Rodríguez. K-Rod
terminó convirtiéndose en una estrella como relevista, pero desde entonces
ningún criollo con ese fenotipo había sido tazado con un bono tan alto. Se
espera que Espinoza pueda ser abridor.
“Presentamos un plan de negocio
en el que se valoraban las virtudes del pelotero, su vida personal y su
evolución en el terreno. Lo presentamos como un jugador prototipo. No
discutimos sobre lo que no tenía. Se decía que era muy pequeño y demostramos
que eso no era un impedimento, no solo por sus condiciones (un brazo
privilegiado con una entrega fluida, que puede colocar la recta en recta de 94 millas por hora, con
una curva de muy buena rotación) sino porque lanzadores como el dominicano
Pedro Martínez habían conseguido establecerse en las mayores”, explicó el
agente.
Yordano Ventura, otro
quisqueyano, se desarrolló como prospecto en las menores de Kansas City y desde
el año pasado es miembro de la rotación de los Reales. Su estatura es la misma
de Espinoza.
“No se trataba de algo
descabellado. Por eso creo que fluyeron las negociaciones”.
Luzón logró que la oficina de
Boston accediera a otorgarle una beca de estudios a Espinoza por 200.000
dólares, el monto máximo que recibe un pelotero seleccionado en el draft
universitario.
“Si por alguna razón no puede
continuar con su carrera debido a una lesión o algún inconveniente deportivo que
le impida seguir en el terreno, Anderson y su familia tendrán la posibilidad de
pagar la matrícula de una universidad en Estados Unidos y su manutención
mientras se gradúa. Nunca antes se había logrado algo así para un agente libre
internacional del 2 de julio en el país”.
Luzón se apoyó en las reglas de
Major League Baseball (MLB) para hacer valer su solicitud.
“Es algo que está allí, pero por
desconocimiento rara vez se pide”.
Poco tiempo para negociar
Luzón asegura que tuvo la posibilidad de
pedir compensaciones en caso de que Espinoza aparezca eventualmente en la lista
de fatiga extrema, prevista en el Acuerdo Invernal (Winter League Agreement).
“Los sueldos y beneficios en el
sistema de ligas menores son bajos y eso motiva a los jugadores a buscar
oportunidades en nuestras ligas para complementar esos ingresos. Anderson
pertenece a los Leones del Caracas y queríamos protegerlo en ese sentido, pero es
absurdo que el acuerdo solo se puede llevar a cabo el 2 de julio y en un
mercado tan restringido como este no tiene mucha capacidad de acción, lo que
evitó que lográramos colocar esa cláusula en el documento”.
Las organizaciones envían los
contratos en el transcurso de la fecha que da inicio al proceso de captación de
talentos internacionales que hacen los equipos de MLB, lo que reduce de manera
notable el margen para negociar.
“Es ilegal hacerlo antes o llegar
a acuerdos previos a la fecha. Pienso que debería flexibilizarse la duración
del proceso y permitirle a los agentes negociar al menos durante un par de
semanas antes. La industria cambió. Los límites al gasto y las restricciones de
los presupuestos incluidas en el último contrato colectivo de las grandes
ligas, obligan a otro tipo de estrategias. Ya no se trata de un entrenador o
buscón que regatea con un scout el monto de un bono”.
Revisión profunda
Arturo Marcano, reputado abogado especialista en
derecho deportivo, se encargó de fungir como asesor en el proceso y supervisar
que todo estuviera en orden con la intención de evitar incongruencias o errores
en el documento que llevaría la firma de Espinoza.
“Fue muy complejo debido al poco
tiempo de negociación. Logramos asegurar la beca de estudios. Creo que fue el
principal logro. Pero existían otros beneficios que hemos podido colocar en
blanco y negro, que por la premura fue imposible. Por eso la importancia de
tener esos conocimientos de las reglas para hacerlas valer los derechos de los
peloteros ante las organizaciones”, indicó Marcano.
La tercera cláusula de las reglas
de MLB detallan los bonos progresivos que debe recibir un pelotero a medida que
asciende en el sistema. Algo de lo que se beneficiará Espinoza.
“Son $1.000 cuando asciende a
doble A, $2.000 cuando sube a triple A y luego $5.000 cuando es llamado a las
mayores. Nosotros queríamos incluir una cláusula en el contrato de Anderson que
le garantizara $300.000 si llegaba a las mayores antes de los 21 años de edad,
pero no dio tiempo”, reveló Luzón. “Lo importante es que el pacto se llevó a
cabo entre un agente venezolano y el alto mando de la organización”.
En noviembre del año pasado, otro
agente del país, Félix Olivo, que dirige OL Baseball Group, se encargó de las
negociaciones en la extensión del contrato del zurdo Martín Pérez con los
Rangers de Texas por 4 años $12,5 millones, un acuerdo que incluyó opciones
entre los años 2018 y 2020.
“Mientras más preparado estén y
hablen el mismo idioma de las organizaciones, los agentes certificados seguirán
ganando espacios. Hacía allá debemos enrumbarnos todos”, puntualizó Luzón.
ElDato
Anderson Espinoza recibirá $1,2 millones de su bono en el día 90 después de su firma, una vez sea aprobado su contrato por la oficina de MLB y los $600.000 restantes en diciembre.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 20
de Julio de 2014
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