Foto CORTESÍA AUGUSTO CÁRDENAS
Ramírez (centro) comparte con los clientes de
su restaurant después de los juegos con el Yokohama
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La estrella del beisbol japonés es dueño de un restaurant. El caraqueño ampliará sus operaciones comerciales
con una tienda on-line de ropa deportiva y casual
Alex Ramírez se ha ganado a pulso un nombre en la
historia del beisbol japonés y varios analistas discuten no dudan en
considerarlo como el mejor extranjero que ha jugado en el circuito del
archipiélago, un argumento que le garantizaría su inclusión en el Salón de la
Fama.
“La constancia es fundamental cuando no has nacido en Japón. Debes rendir, respetar el juego e impresionar a mucha gente. Es lo que me ha ayudado a mantenerme en el terreno de juego durante 13 años y alcanzar todos esos logros”.
“La constancia es fundamental cuando no has nacido en Japón. Debes rendir, respetar el juego e impresionar a mucha gente. Es lo que me ha ayudado a mantenerme en el terreno de juego durante 13 años y alcanzar todos esos logros”.
Ahora espera extender ese éxito al plano empresarial. En febrero, el slugger caraqueño, junto a su esposa Liz, inauguró un Café Restaurant de especialidades latinas en Nishi Azabu, un distinguido distrito de Tokio.
“Se llama Café Rami-Chan y tiene una capacidad de 100 mesas”, señaló Ramírez, en una reciente conferencia de prensa con periodistas venezolanos.
Durante el receso de la temporada anterior, la estrella del Yokohama, se quedó en Japón en lugar de regresar a Estados Unidos (Florida), donde reside, para finiquitar los últimos detalles de las operaciones del negocio.
“Se me presentó esa oportunidad y, gracias a Dios, me ha ido muy bien. Cuando abrimos, estaba un poco lento, pero en los últimos meses hemos estado muy ocupados.
Trabajamos en el horario comprendido entre las 5 y las 11 pm. El local tiene una capacidad de 100 mesas y estamos recibiendo entre 250 y 300 personas por noche. Nos ha sorprendido el éxito”.
Ramírez es el primer gaijin o foráneo con 2.000 o más hits en la liga del Sol Naciente, sus 13 campañas también son una marca y pronto se convertirá en el dueño del registro absoluto de impulsadas, que todavía está en manos del estadounidense Tuffy Rhodes (1.269), mientras que ha despachado 379 jonrones.
Es frecuente verlo en programas de televisión y su rostro sonriente apareció en revistas y diarios deportivos en toda la nación, cuando consiguió los dos millares de imparables. Una fama que le ha ayudado a llevar fanáticos a Rami-Chan Café.
“Es un orgullo poner nuestro país en alto y a Latinoamérica. Ahora, creo, que nos ven distinto por lo que he logrado. Recibo mucho cariño de los aficionados. Con el restaurant puedo retribuirlo. Después del juego voy a compartir con ellos y me tomo fotos. Ellos se sienten muy contentos. Tenemos una página en (la red social) Facebook y allí publicamos las gráficas. Ha tenido una gran acogida”.
El Japan Times, un diario que se publica en inglés, dedicó un espacio importante a la inauguración del local, el 22 de febrero, y Liz tuvo la oportunidad de hablar sobre el origen de la iniciativa.
“A Alex le encanta comer de todo, siempre tuvimos la idea de abrir nuestro propio restaurante algún día”, explicó la señora de Ramírez, que regenta el lugar. “En principio teníamos pensado montarlo en Estados Unidos, pero afortunadamente logramos hacerlo aquí”.
Los platos, en su mayoría, están inspirados en la cocina puertorriqueña y venezolana.
“Aunque nos encanta la comida japonesa, nos dimos cuenta que acá hay pocas alternativas para degustar platos latinos, además, la comida boricua es mi especialidad”, agregó Liz, nacida en Puerto Rico, en su conversación con el Times.
El menú incluye sopa de fideos, pollo con papas, empanadas, mofongo (camarón cocido con puré de plátano verde), carne de cerdo asada con arroz, ensaladas, pan, bebidas tropicales tales como piñas coladas y daiquiris de fresa, así como postres como pudín de coco, favorito de Ramírez.
“También tenemos pernil y patacones, entre los postres está el flan. La comida está muy buena. Queríamos poner arepas pero no conseguimos la Harina-Pan”, rió Ramírez, que en durante la última década ha mejorado sus conocimientos de japonés, lo que permite interactuar con sus clientes.
“Lo más difícil cuando llegué aquí fue el idioma.
Porque quieres comunicarte con la gente, saber qué te están diciendo, o, cuando
hablas, saber si estás enviando el mensaje adecuado. También me preocupaba que
el traductor fuera fiel a lo que decía. Hasta el momento, al menos puedo
ordenar sushi (risas). He tomado clases. Lo domino bastante”.
El equipo del restaurant incluye a Alex Jr., hijo de la pareja venezolana-puertorriqueña, que es parte importante de las Empresas Rami-Chan en Estados Unidos, y ayudó a diseñar el logotipo de la cafetería, los manteles individuales, los menús y los palillos japoneses.
Pronto las operaciones se extenderán a una línea de ropa.
“Es mi nuevo proyecto. Se llamará Rami-Chan Wear. Saldrá a la luz este mismo año. Estamos trabajando en eso. Hemos hecho todos los trámites legales y registros de marca y diseño. Comenzaremos vendiendo por internet hasta abrir la tienda en Tokio”, abundó Ramírez. “Se trata de prendas deportivas y casuales”.
Ramírez, de 38 años de edad, piensa seguir activo unos tres años más y luego convertirse en el primer manager latino del Nippon Professional Baseball .
“Muchos periodistas creen que puedo hacerlo. Es un
orgullo que me estimen de esa manera y, realmente, me gustaría. Es una meta”.
Mientras, sus empresas seguirán creciendo.
Un
grupo reducido
Pocos extranjeros que actúan en la liga de beisbol
japonesa deciden quedarse en el archipiélago como técnicos o con la intención
de abrir un negocio, como en el caso de Alex Ramírez.
El diario Japan Times citó tres ejemplos y para ello tuvo que hurgar en sus registros.
El hawaiano Wally Yonamine, junto a su esposa Jane,
abrió una exitosa joyería, especializada en perlas, en el distrito Roppongi de
Tokio, que durante años tuvo una distinguida clientela del mundo de los
deportes y el entretenimiento. Entre 1951 y 1962, Yonamine jugó con los
Gigantes de Tokio y los Dragones de Chunichi, equipo al que dirigió desde 1974
a 1979.
El estadounidense Mike Solomko, que se uniformó con los Tigres de Hanshin (1960-63) y Orions de Daimai (1964-65), echó raíces en Japón y abrió un lucrativo negocio de textiles.
En tanto que el cubano Roberto Chico Barbón, campocorto estrellas de los Bravos de Hayku en la década de los años 50, regentó un restaurant de pizzas y carnes en la localidad de Kobe.
Ramírez es el único que comienza a pisar el terreno empresarial estando activo.
En
buena compañía
Alex Ramírez se unió a otras estrellas venezolanas
del beisbol, que han logrado tener éxito como empresarios.
Andrés Galarraga, que encabeza a los toleteros nacidos en el país con la mayor cantidad de jonrones en la historia de las grandes ligas, tuvo éxito con Big Cat, una marca de ropa deportiva y de implementos para jugar beisbol, después de su retiro.
Bob Abreu, quizás el bateador criollo más completo desde que se estableció en las mayores en 1998, se quita el uniforme y se viste de traje y corbata durante el receso de temporada para atender sus negocios.
El Comedulce es dueño del equipo de baloncesto Panteras de Miranda, del sello discográfico Cacao Música, que lanzó sus primeros trabajos en 2006, creó la línea de calzados BTOP e incursionó como productor de televisión con el programa Galería BTOP.
Andrés Galarraga, que encabeza a los toleteros nacidos en el país con la mayor cantidad de jonrones en la historia de las grandes ligas, tuvo éxito con Big Cat, una marca de ropa deportiva y de implementos para jugar beisbol, después de su retiro.
Bob Abreu, quizás el bateador criollo más completo desde que se estableció en las mayores en 1998, se quita el uniforme y se viste de traje y corbata durante el receso de temporada para atender sus negocios.
El Comedulce es dueño del equipo de baloncesto Panteras de Miranda, del sello discográfico Cacao Música, que lanzó sus primeros trabajos en 2006, creó la línea de calzados BTOP e incursionó como productor de televisión con el programa Galería BTOP.
ElDato
Alex Ramírez explica que el apodo Rami-Chan es especial. “En Japón, luego del apellido se coloca la palabra San, que significa señor, pero cuando le añaden Chan es para hacer notar que esa persona es amigable”.
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 22 de abril de 2013
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