El relevista ha sido una de las claves del éxito de
San Francisco y lidera a los venezolanos en las grandes ligas con cinco
triunfos, lo que representa la mitad de las victorias del bullpen de los
Gigantes
Jean Machi pone todo su empeño para ayudar a San
Francisco en cualquier situación en la que se encuentre. La noche del lunes
volvió a aportar su efectividad como relevista, pero fue su bate el que definió
el juego contra los Piratas de Pittsburgh, un encuentro que se extendió a 13
entradas en el PNC Park.
Con un out, Hunter Pence corría en segunda y Juan
Pérez en la inicial. Seguía en turno Machí y el manager Bruce Bochy le ordenó
tocar la bola. Un relevista corto pocas veces se encuentra en esa situación,
pero el derecho venezolano asumió el reto y se sacrificó de manera eficiente
por los predios del lanzador Jared Hughes, que tiró mal a la inicial y provocó
la anotación que definió el partido 11 por 10.
Los Gigantes borraron el déficit 8-2 con el que
comenzaron el partido. Fue el regreso de la desventaja más amplia contra
Pittsburgh desde el 1° de mayo de 1973, cuando pisaron el plato en siete
ocasiones durante el noveno inning para un triunfo 8-7, de acuerdo con Elias Sports Bureau.
“Nunca había tocado la bola, ni siquiera en ligas
menores, y en mi único turno en las grandes ligas me había ponchado (2103). Si
se hubiese presentado otra situación (dos outs en la pizarra) le iban a dar el
turno a uno de los abridores (Tim Hudson), pero el manager volvió a confiar en
mí”, señaló Machí al otro lado del teléfono, minutos antes de uniformarse para
el segundo desafío de la serie contra los bucaneros.
La vigorosa carrera del apagafuegos a la inicial
obligó a Hughes a realizar un disparo apresurado, que abrió la brecha.
“Considero que tengo velocidad de piernas. Creo que
por eso los muchachos me estaban echando broma. Algunos saben que puedo ser más
veloz que ellos (risas)”.
Machí respondió a las bromas saliendo a la conquista
de la segunda, con suficiente tiempo para llegar a salvo. Pero el receptor
Chris Stewart no hizo intento de lanzar y la jugada fue anotada como
indiferencia defensiva.
“El coach de primera (Roberto Kelly) me dijo que me
fuera (vuelve a reír). Pero no hubiese estado en esa posición sin el respaldo
del manager”, insistió.
“Machí es un buen atleta y puede manejar el bate,
puede tocar” señaló Bochy a MLB.com, después del juego. “En ese instante
preferí a Machí porque además corre bien, pero lo hizo parecer fácil. Hizo un
gran toque”.
Antes, el taponero había completado dos innings en
blanco y se apuntó el triunfo que mejoró su récord a 5-0, la mitad de los
lauros del bullpen de San Francisco (10-2, 1.88 Efe). Un rendimiento clave para
que el club de la bahía se encuentre en la cima del oeste de la Liga Nacional.
“Con esfuerzo, me he convertido en el pitcher de
confianza de Bochy cuando los partidos están cerrados y trato de dar lo mejor”,
enfatizó Machí, que lidera a los venezolanos en las mayores en victorias y
marcha con efectividad de 0.53. “Jamás tuve ese respaldo en mi carrera y no
puedo defraudar al equipo”.
El récord de triunfos para un relevista venezolano
pertenece a Juan Rincón con 11 en 2004, vistiendo el uniforme de los Mellizos
de Minnesota en una de las mejores temporadas para un taponero criollo en la
historia.
“No es algo que esté en mis manos”, destacó Machí
con relación a la marca. “Cuando me llaman, solo trato de salir al terreno
positivo, con la intención de mantener el partido en la línea”.
El derecho apenas ha permitido una anotación limpia
en 17 entradas, con 13 ponches y 3 boletos, uno de ellos intencional; mientras
que obliga a sus rivales a conectar roletazos en el 65,1% de las veces, casi
11% más que el año pasado, de acuerdo con Fan
Graph.
“Estoy tratando de colocar mis pitcheos en la zona
baja de strike y ahora mismo mi splitter y el sinker están funcionando muy
bien. Son mis principales envíos para sacar pos los outs”.
Los oponentes apenas le ligan .214 con apenas cuatro
dobles en 61 turnos.
“He tratado de bajar la velocidad de la recta para
mejorar la localización. Es lo que estoy tratando de hacer”, reveló el anzoatiguense,
de 32 años de edad, aunque Fan Graph
muestra una leve variación en las millas por hora de su envío rápido (92,2 por
92,8 en 2013), sí refleja una disminución en su frecuencia (37,8% con relación
al 51.7% de 2013).
“Lo importante es la experiencia que adquirí el año
pasado. Es lo que estoy poniendo en práctica y pienso que todos los relevistas del
equipo atravesamos por un buen momento. Pedimos que nuestros abridores vayan 5
o 6 innings y nosotros nos encargamos del resto”.
San Francisco amaneció hoy con récord de 21-12, un
juego por encima de los Rockies de Colorado en la punta de su división, gracias
a un buen pitcheo (3.10 Efe) y una oportuna ofensiva, que ha anotado 141
carreras, la cuarta cifra más alta en el viejo circuito.
“Algunos piensan que es una sorpresa. No lo creo
así. Estamos jugando bien desde los entrenamientos de primavera. Nuestra única
duda era la segunda base por los problemas físicos de (Marco) Scutaro, pero
Brandon Hicks, así como Joaquín Arias y Ehire Adrianza han hecho un buen
trabajo cubriendo su ausencia”.
Machí no piensa en marcas personales. Aspira a
seguir aportando para ver a su club en la postemporada.
“Solo necesito estar saludable. Es lo único que lo
que me enfoco. El resto llega con trabajo”.
Esta nota, ampliada
para Décimo Inning, apareció publicada en el diario El Nacional el 7 de Mayo de
2014
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