El manager del Biloxi y el primer prospecto de Milwaukee buscarán a partir de mañana el título de la Liga del Sur
Carlos Subero califica como especial la temporada al frente
del Biloxi, filial Doble A de Milwaukee, y sus logros refrendan su apreciación.
Fue electo Manager del Año de la Liga del Sur, tras guiar a
su equipo al banderín de la primera parte de la temporada y al mejor récord del
circuito (78-59). Superó la semifinal con una contundente barrida 3-0 contra el
Pensacola y a partir de mañana buscará el título frente al Chattanooga, en una
serie al mejor de cinco encuentros.
Nunca antes había logrado un éxito similar. Pero también es
especial por haber dirigido a Orlando Arcia, el primer prospecto de los
Cerveceros.
“Es el mejor pelotero al que he tenido bajo mi cargo”,
asevera sin dejar espacio para la duda. “Está en otro nivel de juego. Hablo en
sentido superlativo. Es un líder en el terreno. Cuando conectan un elevado
corto y él lo pide, los outfielders le abren paso, cuando suele ser al revés.
Es quien está a cargo. No había encontrado a alguien con esa actitud desde que
dirigí a Elvis Andrus en las filiales de Texas”.
Subero ha sido manager durante 17 años en Estados Unidos, ha
visto a cientos de peloteros, varios de ellos prospectos como Andrus o Dee
Gordon, cuando formó parte del cuerpo técnico de los Dodgers de Los Ángeles.
Así que no se trata de un cumplido o una ligereza de su parte.
Arcia, que apenas cumplió 21 años de edad el 4 de agosto,
destruyó al pitcheo del Pensacola. Bateó .615 (13-8) en el playoff, con dos
dobles, un triple, par de jonrones, cinco anotadas y seis remolcadas.
El campocorto fue el eje sobre el que giró su club en una
eliminatoria complicada, tras exhibir una línea de ofensiva de .307/.347/.453 e
incluir entre sus batazos 37 dobles, siete triples y ocho cuadrangulares,
además de 29 bases robadas, en 129 encuentros. Una actuación que le ayudó a
formar parte del All-Star de la liga en su primera experiencia en Doble A.
“Además de todo lo que aportó como bateador, está su
guante”, destaca Subero, de 43 años de edad. “En la última semana de la
temporada regular cometió tres errores en dos partidos, de no ser por eso
hubiese terminado con 10 pifias, algo notable. Le llega a todo por su gran
alcance y por eso se expone a marfiladas. No tengo dudas que será un Guante de
Oro en las mayores”.
El factor de alcance vitalicio de Arcia, que se ubica en
4.77 de acuerdo con Baseball Reference, habla de sus cualidades en el terreno.
“Es impresionante verlo jugar a diario”, puntualiza Subero.
“Siempre está tratando de encontrar la manera de vencer al rival y si le dan
una ventana para colorarse lo consigue. Cuando el lanzador rival utiliza una
determinada secuencia de pitcheos y lo domina, no puede usar la misma
estrategia en el siguiente turno porque seguramente recibirá un palo.
Defensivamente, habla con los pitchers para sorprender a los corredores en la
segunda base y lo hace con mucho éxito. Evita carreras. Siempre logra tomar una
base adicional si el jardinero se descuida o robarse una almohadilla en un
momento clave del partido. Es un pelotero inteligente, que pertenece a las
Grandes Ligas”.
Subero reunió un buen grupo de jugadores en torno al
anzoatiguense.
El Biloxi terminó la primera vuelta con récord de 43-25,
incluidos 54 encuentros en la carretera, mientras se terminaba de construir el
MGM Park, que sirvió de sede para su primera campaña en la reunión sureña.
“Clasificamos en la primera mitad, pese a que algunos de
nuestros jugadores fueron promovidos y a las inevitables lesiones”, relata el
estratega al otro lado del teléfono. “Tuvimos un pequeño bache porque después
de finalmente llegar a casa el 6 de junio a todos nos pegó el cansancio mental
y físico. La mayoría de los peloteros no lograron conseguir casa hasta mediados
de junio y yo pude mudarme con mi familia el 15 de julio”.
Pero el grupo demostró carácter y compromiso.
“A Orlando no lo puedes sentar. Cuando lo haces, se pasa
todo el partido de arriba abajo en el dugout hablando con todos, fastidiando
para que lo envíes al terreno de nuevo. Pero llegó un momento en que estaba tan
agotado, que tuve que darle no uno, sino tres días descanso seguidos”, abunda
Subero. “Luego, a partir de agosto, nos ayudaron mucho los lanzadores Josh
Hader y Adrian Houser, así como el jardinero Brett Phillips, que llegaron desde
Houston en el cambio por Carlos Gómez”.
Al final de la ronda regular del Biloxi, la oficina de
Milwaukee evaluó la idea de subir a su principal prospecto. El equipo ya no
competía en el centro de la Liga Nacional y podría ser un buen momento para
verlo durante algunos desafíos.
Doug Melvin, presidente de operaciones de béisbol y gerente
general de la organización, viajó para ver jugar al estelar campocorto durante
los playoffs de la Liga del Sur, de acuerdo con Subero.
“En algún momento llegó a discutirse la posibilidad de
promoverlo en septiembre, pero el equipo prefirió mantener el plan de bajo
perfil con Orlando. Si la final se extiende al máximo de encuentros, terminaría
de jugar el 21 de este mes y sería demasiado tarde para subirlo, no tendría
mucho sentido”.
El próximo año tal vez comience en Triple A para desde allí
fraguar su ascenso y quedarse. Arcia es un pelotero con el perfil para iniciar
la reestructuración de Milwaukee.
“La organización debe protegerlo en el roster de 40 este
año. Luego en los entrenamientos de primavera tendrá la oportunidad de competir
por un puesto en el equipo. Ese debe ser el plan”.
Ganar mientras se desarrollan las habilidades, una tarea difícil
En una categoría como Doble A, en la que actúa buena parte
de los prospectos que están cerca de dar el salto a las Grandes Ligas, la
principal tarea del manager es terminar de formar al pelotero, tratar de
ajustar sus herramientas para que puedan rendir al mejor nivel de manera
consistente.
“Esa es nuestra labor, pero a la vez tienes que crear a su
alrededor un ambiente de compromiso, competitividad y carácter para el
triunfo”, advierte Subero. “Este año se han dado todas las condiciones para
lograrlo. Tienes que poner a los peloteros en esa posición, sin desatender los
objetivos primarios”.
Algo que pocas veces ocurre en la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional en la que Subero también posee una amplia experiencia.
“En este nivel no puedes cambiar a un pitcher en el cuarto
inning para traer a un relevista situacional porque quieres ganar un partido,
como ocurre en Venezuela. Nosotros tenemos que cumplir con un número de
pitcheos para los abridores. En nuestro caso debemos tratar de llevarlos hasta
los 90 envíos, hacer lo posible para mantenerlos durante ese período en el
montículo, porque están trabajando en su repertorio y necesitan emplearlo en
determinadas situaciones de juego. Tampoco uso bateadores emergentes, no
importa cómo se encuentre el juego. Algo que en la LVBP sería insólito”.
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