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Mentor y discípulo se enfrentan por primera vez como managers. Sus dos clubes aspiran a grandes cosas en la temporada 2015-2016
Puerto La Cruz.- Omar López apenas estaba dando los primeros
pasos en su carrera como técnico en las granjas de los Astros de Houston,
cuando se encontró con la oportunidad de ser el coach de tercera base de los
Navegantes del Magallanes.
El mexicano George Orta, el técnico que había contratado la
gerencia valenciana para dirigir el tráfico desde la antesala, había
confrontado problemas para viajar al país y el joven López estaba disponible.
“Recuerdo que cuando lo propuse, me creó un problema
agradable con el señor Andrés Reiner (asistente especial de la gerencia de los
Astros y el responsable de crear la primera academia de MLB en el país)”,
recuerda Alfredo Pedrique. “Omar estaba por comenzar a dirigir en la Venezuelan
Summer League y Reiner temía que el compromiso con Magallanes, afectara su
desempeño en esas funciones. Pero logré convencerlo y acordamos que cada vez
que los Navegantes jugaran en el centro (Caracas, Maracay, Valencia), Omar
asistiera a la academia en las mañanas”.
El técnico novato terminó haciendo un buen trabajo, aunque
no fue fácil.
“Cometí muchos errores”, confiesa Omar. “Solo que Alfredo me
ayudó a superarlos. Es la única persona que me ha dado técnicas para mejorar,
me señaló en que ángulos debía colocarme para ver mejor las jugadas, me dijo
que dejara de escuchar a la fanaticada de Magallanes a mi espalda. Mejoré.
Siempre se lo agradeceré”.
El miércoles ambos tuvieron la oportunidad de recordar
aquellos tiempos y estrecharse la mano. Ahora, López es el flamante Manager del
Año de la 2014-2015. Apenas en su temporada de debut en la Liga Venezolana de
Beisbol y, con 37 años de edad, llevó a Caribes de Anzoátegui al segundo título
de su historia, tras tomar el testigo de Pedrique, que dirigió a los indígenas
en las zafras 2012-2013 y 2013-2014, años en los que fue premiado como el mejor
dirigente de circuito.
En su momento, Pedrique notó que López prometía y lo acogió
como a un prometedor alumno.
“Creo que tomar esa decisión fue un riesgo en aquel año
(2007) porque era Magallanes, pero venía trabajando con Omar, lo venía
observando”, continúa Pedrique. “Sabía que iba a cometer errores. Cuando estuve
como coach en tercera, por primera vez, también fallé. Pero veía su capacidad
para retener la información y las instrucciones, observaba su desenvolvimiento
y no dudé de darle esa oportunidad”.
López, que ha desarrollado una carrera brillante con
Houston, lo agradece.
“Un 90 por ciento de mi manera de dirigir, la inspiró
Alfredo, sobre todo en la parte organizativa y la disciplina; la comunicación y
respeto al pelotero; la disposición para defender a los jugadores hasta donde
lleguen tus posibilidades como manager; ser flexible hasta el límite del
respeto y estimar a mi cuerpo técnico”, admitió el valenciano, de 38 años de
edad.
En el último lustro, Anzoátegui ha sido uno de los clubes
más exitosos en la LVBP. En tres de esos años, ambos managers han sido piezas
clave. Cuando Pedrique decidió irse, López tomó el testigo.
“Esas dos campañas en las que fui parte del cuerpo técnico
de Pedrique, sirvieron de adaptación. Tanto para el equipo como para mí. Los
peloteros sabían quién era. Así que la transición no fue difícil”, destaca
López.
Niuman Romero, capitán de la Tribu y uno de los peloteros
más influyentes en el clubhouse portocruzano, piensa que ambos mandamases están
en los extremos de un mismo espectro.
“Son dos managers distintos”, afirma el antesalista.
“Alfredo tiene una filosofía, que podría definir como de la vieja escuela. Omar
es de los nuevos tiempos, un poco más cercano a nosotros. Se ha acoplado muy
bien. La química que existe entre pelotero y manager hoy día es bastante buena.
No quiero decir que con Alfredo la relación no era buena, sino que es otro
estilo. Es una persona correcta y justa. Ambos son excelentes personas y
estrategas. Pero Omar es de otra generación”.
Quizás ambos se complementan como tutor y discípulo. En el
terreno los dos han sido exitosos ¿Se cerró el círculo? Pedrique sonríe, al
pasearse por la idea.
“No me considero un elemento egoísta”, afirma el segundo
piloto venezolano en dirigir en las Grandes Ligas, que todavía busca un título
en la LVBP. “Cuando comencé mi carrera como técnico muchas personas
compartieron sus conocimientos conmigo y he sido exitoso. Fue la oportunidad
que tuve de abrirle las puertas a un venezolano en el exterior y con los Astros
se ha venido desarrollando de una manera rápida y positiva. Eso me contenta”.
“Son dos managers distintos. Alfredo tiene una filosofía, que podría definir como de la vieja escuela. Omar es de los nuevos tiempos, un poco más cercano a nosotros”.
NIUMAN ROMERO, CAPITÁN DE CARIBES
Ahora, a los 55 años de edad y una reputación de hombre de
beisbol sin máculas, Pedrique asume el reto de dirigir al Caracas, un equipo
que siempre debe aspirar al título. En frente tiene a López, que busca el
bicampeonato, con la irreverencia que le ha llevado a la cima del circuito.
“Estos partidos (la serie en el Alfonso “Chico” Carrasquel),
no significan mucho. Un encuentro más, con la importancia de cualquier otro.
Todos los conjuntos tienen la misma meta. Pero me siento bastante contento con
lo que ha logrado hasta ahora Omar”, sentencia Pedrique, tres veces Manager del
Año, sin ánimos de polemizar.
López se pasea por las mismas sensaciones. Todavía tiene un
trecho largo que recorrer y metas en las que debe enfocarse.
“No hay tensión, sino emoción de volverlo a ver. Cuando
cruzamos las manos en el home plate (para entregar los lineups al umpire
principal) nos deseamos suerte mutuamente. Pero admito que es raro ver a
Alfredo del otro lado del terreno”.
El campeonato ganará con ambos y su profesionalismo. Al
final, cuando termine la eliminatoria, el récord de ganados y perdidos definirá
el destino de sus clubes.
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