El prospecto fue cambiado de los Medias Rojas a los Padres por el zurdo Drew Pomeranz el jueves
Caracas.- Anderson Espinoza cumplió 18 años en marzo y
todavía tiene un largo camino por recorrer hasta llegar a las Mayores, pero ha
despertado grandes expectativas en San Diego luego que llegara en un cambio con
los Medias Rojas, que recibieron al zurdo Drew Pomeranz, el jueves por la
tarde.
Algunos medios en Estados Unidos aseguraron que unos 10
equipos se mostraron interesados en Pomeranz, que marcha con récord de 8-7 y
2.47 de efectividad, la tercera más baja de la Liga Nacional, pero fue Boston
el que hizo la propuesta más adecuada para los religiosos.
Espinoza es el decimoquinto prospecto de MLB, de acuerdo con
Baseball Americana, y algunos expertos lo comparan con Pedro Martínez, miembro
del Salón de la Fama.
“Fue una de las principales firmas del 2 de julio (los
patirrojos le dieron un bono de 1,8 millones de dólares en 2014) y rápidamente
ha dado de qué hablar”, dijo el gerente general de la organización, A. J.
Preller al Union Tribune. “No es
demasiado alto (1,83 metros), pero pensamos que su cuerpo tiene potencial
físico. Lo está llenando, ha comenzado ganar peso. Nuestros scouts hablan de lo
suelta que es su entrega y lo fácil que hace las cosas (en el montículo). Lanza
strikes. De la manera como evaluamos a prospectos y pitchers en Ligas Menores,
Espinoza había estado en lo más alto de nuestras listas en los últimos dos
años”.
Espinoza exhibió una recta de hasta 97 millas por hora
durante los Entrenamientos de Primavera, con una velocidad promedio en el rango
de 94-96 mph y con una curva de 12 a 6, de 76 mph, que sacaba de paso a sus
rivales, y que al igual que su cambio está muy cerca de estar por encima del
promedio.
“Eso dice mucho de Espinoza”, agregó Preller en un
conversación con MLB.com. “Desde ese punto de vista, sentimos que estábamos
recibiendo a un pelotero premium”.
El caraqueño comenzó la temporada con el Greenville, filial
Clase A de Boston y antes de la transacción exhibía balance de 5-8, con 4.38 de
efectividad en 76 innings, lapso en el que ponchó a 72, mientras otorgaba 27
boletos. El año pasado, en su debut como profesional, hizo 15 aperturas y en
58.1 entradas abanicó a 65 por apenas 14 boletos, en una actuación que incluyó
pasantías por los circuitos para novatos de República Dominicana y la Costa del
Golfo, así como una presentación con el Greenville.
En septiembre del año pasado, un trabajo del Boston Globe
destacó algunas similitudes entre Espinoza y Pedro Martinez.
Goose Gregson, el coordinador de pitcheo para Latinoamérica
de los Medias Rojas, advirtió que su entrega y sus dedos largos y flexibles,
que le imprimen a la pelota movimiento en su trayectoria hasta el plato, le
recordaban a la estrella quisqueyana.
“Este chico quiere ser el mejor en lo que hace. Pedro
Martínez actuaba de esa misma manera”, señaló Gregson aquella vez. “Pedro tenía
intangibles que este muchacho posee en cuanto a confianza. Cuando era un joven
todavía, Pedro Martínez sabía que era bueno y que iba a ser mejor. Solía
decírmelo todo el tiempo: ‘Porque sé que soy bueno, superaré a cualquiera en el
terreno’. Este chico tiene esa misma convicción”.
“No me gusta hacer comparaciones entre un pitcher y otro.
Creo que de acuerdo con tu experiencia recuerdas a alguien”, continuó Gregson.
“Simplemente me gustaría decir que encuentro similitudes en su composición como
lanzador, en la habilidad para que sus envíos quebrados se muevan, en la
habilidad para lanzar strikes. No quiero decir: ‘Mira conseguimos a un nuevo Pedro
Martínez’. Sería injusto tener esas expectativas con un chico que apenas
comienza. Pero estuve con Pedro a esa edad y ahora con Espinoza. Así que mi
memoria regresa al tiempo que pase con Pedro cuando era un muchacho. A esa
edad, son los mejores lanzadores que haya visto”.
Antes de la llegada de Espinoza, el prospecto mejor ubicado
en la lista de 100 de Baseball Americana era el jardinero central dominicano
Manuel Margo (39). Ahora, según MLB.com, el venezolano es el primer prospecto
de San Diego por encima de Margo.
Dave Dombrowski, presidente de operaciones de beisbol de
Boston, dijo en una conferencia telefónica con periodistas que hubiese
preferido cambiar a otros tres chicos (de Ligas Menores), en lugar de Anderson,
“pero no hubiese sido atractivo para San Diego”.
La estrategia de Preller es fortalecer el pitcheo de la
organización. El mes pasado, el ejecutivo usó 10 de sus primeras selecciones en
el draft para lanzadores, incluido el cotizado derecho canadiense Cal
Quantrill, mientras que recibió de Miami a Chris Paddack, otra promesa, por el
cerrador Fernando Rodney, y firmó al zurdo cubano Adrián Morejón, el mejor
brazo disponible en el mercado internacional, por un bono récord para el club
de $11 millones.
“Se necesitan muchos prospectos del pitcheo para terminar con
una rotación que te permita luchar por un campeonato”, puntualizó Preller. “Es
algo que tiene un enorme valor en profundidad y cantidad. Pienso que en un
periodo corto de tiempo hemos cambiado como organización. Ahora, todos los días
tenemos a un lanzador en el montículo que tiene la oportunidad de ser
impactante”.
Muchos de esos brazos están en los niveles inferiores del
sistema de granjas de San Diego, como Espinoza, pero a la vuelta de unos tres
años tal vez conviertan al equipo en contendor en el oeste de la Liga Nacional,
como aspira Preller.
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