Foto: Robert Gurganus/Baseball America |
El campocorto se unió hoy a la filial Clase A+ de Nueva York
como el prospecto número uno de la organización
Caracas.- Gleyber Torres se disponía a tener su habitual
tarde de práctica con el Myrtle Beach, antes de un partido, pero en lugar de
eso recibió una noticia que cambió las perspectivas que hasta ese momento tenía
sobre el futuro inmediato de su carrera.
El lunes por la tarde se confirmó el cambio que lo enviaría
a los Yanquis de Nueva York, junto a otros tres peloteros, por el estelar
cerrador cubano Aroldis Chapman.
“Al principio estaba un poco triste cuando me lo dijeron en
la oficina del equipo. Chicago era la organización que me firmó como
profesional, la gran familia de los Cachorros. Había pasado casi tres años
allí. Me sentía muy bien”, comentó Torres, de 19 años de edad, al otro lado del
teléfono. “Pero entiendo que esto es un negocio y es un gran orgullo que haya
sido tomado en cuenta en un cambio por el mejor relevista de las Grandes Ligas”.
El pacto también incluyó al relevista derecho Adam Warren,
así como los jardineros Billy McKinney y Rashad Crawford, otras dos jóvenes
promesas, pero la clave de la transacción fue el caraqueño, que en 2013 firmó
con Chicago por un bono de 1,7 millones de dólares.
Torres llegó a la mitad de temporada como el primer
prospecto de los oseznos y el 27 de todo el beisbol, de acuerdo con Baseball America.
El campocorto exhibía una línea de producción de
.275/.359/.433, 23 dobles, tres triples, nueve jonrones, 47 impulsadas y 19
bases robadas, en 94 en la Liga de Carolina (A+), luego que asistiera en 2015
al juego de Estrellas de la Liga del Medio Oeste (A) y terminara como el
Prospecto del Año del circuito.
“Obviamente nos gusta todo el paquete”, comentó Brian
Cashman, gerente general de los neoyorquinos, a MLB.com. “Pero la pieza
principal, y creo que la industria lo reconoce de esa manera, es Gleyber
Torres. Lo describiría como el equivalente a un primogénito. Es un prospecto de
alto nivel, muy valioso en la industria”.
Torres, actualmente el octavo mejor shortstop de todo el
sistema de ligas menores de MLB, se convirtió en el primer prospecto de los
Yanquis, desplazando al dominicano Jorge Mateo, según MLB.com.
El caraqueño fue asignado a Tampa, la filial de los
Bombarderos del Bronx en la Liga de Florida, donde es posible que Nueva York
trate de llevarlo a otro lugar del infield, la antesala o la intermedia,
posiblemente al final de la temporada o en la Liga Instruccional. Será algo
progresivo y similar a la transición que hicieron con Mateo, que desde mayo se
alterna como torpedero y camarero.
“Tenemos que ser cuidadosos. Torres viene de los Cachorros a
una nueva organización, en la que encontrará nuevos coaches, nuevos
compañeros”, advirtió Cashman. “Nunca ha jugado en una posición diferente al
campocorto. Creo que debido a la forma en que el juego ha evolucionado con las
formaciones defensivas y cosas por el estilo, vamos a empezar a hacer algunas
rondas de práctica con él. Lo haremos antes de los partidos y de esa manera le
iremos presentando otra posición, tal vez la intermedia, como lo hicimos con
Mateo”.
Torres apenas habló por teléfono con su nuevo manager Pat
Osborn, después del cambio. Durante la mañana de hoy tomó un vuelo, de tres
horas y media, desde Myrtle Beach a Tampa y esperaba sostener una larga charla
con su estratega antes del partido de esta noche contra el Brevard County.
Todavía no conoce cuáles son los planes de su nueva organización, aunque está
consciente del reto que tiene en frente.
“Es una enorme responsabilidad y un compromiso pertenecer a
los Yanquis, ser el prospecto número uno del equipo. Solo tengo que seguir
trabajando como lo he hecho hasta ahora. Esforzarme todos los días para ser
mejor en el terreno y adaptarme a la forma que tengan (los Yanquis) de hacer
las cosas”, afirmó.
Buddy Bailey, el reputado estratega que recientemente
alcanzó su victoria 1.900 en Ligas Menores, dirigió a Torres en el Myrtle Beach
y destacó su ética de trabajo. Sobre todo después que el venezolano se
recuperara de un mal comienzo en abril, cuando apenas ligó para .179 de
promedio.
“Ha estado mucho más paciente en el plato. Sus números
comenzaron a mejorar y su average subió porque tomó más boletos, lo que te deja
saber que está siendo más selectivo. En principio estaba tratando de hacer
demasiado. Hacía swing a envíos fuera de la zona de strike, que es la manera en
la que muchos peloteros se meten en problemas”, señaló Bailey a MiLB.com.
Torres invirtió buena parte de sus jornadas en prácticas
extras con el coach de bateo dominicano Mariano Duncan.
“Comencé muy mal la temporada, no estaba haciendo lo
acostumbrado en el plato. Tenía el swing muy largo y pienso que traté de buscar
cuadrangulares y eso afectó mi rendimiento. Pero regresé a lo que me dio
resultados el año anterior, observé videos y logré volver a mis rutinas. Recuperé
el ritmo. Ahora iré otra liga y debo adaptarme, pero no quiero cambiar nada”,
destacó Torres, que después del Juego de Estrellas golpea para .330/.415/.462,
con un OPS de .877, en 106 turnos.
“Todavía está aprendiendo en todas las áreas (del juego)”,
agregó Bailey. “Es un corredor agresivo en las bases y eso es algo bueno, pero
en ocasiones no toma las decisiones adecuadas. Ha cometido algunos errores,
pero es un chico de 19 años que está jugado pelota Clase A”.
Los scouts aseguran que Torres posee cuatro herramientas por
encima del average (defensa, brazo, bateo y velocidad). “Solo su poder está un
poco por debajo del resto, pero es cuestión de tiempo para que pueda
desarrollarlo. Un shortstop con el potencial ofensivo de Torres es de un valor
incalculable”, puntualizó un veedor, que espera ver en las Mayores al
venezolano en un par de años.
Esas habilidades las acompaña con una gran confianza en sí
mismo y un liderazgo innato en el terreno de juego, actitudes importantes para
poder competir con Nueva York, un club que siempre está bajo el escrutinio
constante de los medios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario