“Después del primer pitcheo, el resto es fácil”
La rivalidad histórica entre Caracas y Magallanes no parece intimidar al novato de los Navegantes, Martín Pérez, anunciado para abrir esta tarde el primer choque de la temporada entre los Eternos Rivales.
“No será fácil. Tengo 19 años (de edad)”, admitió el zurdo, prospecto de los Rangers de Texas. “Los nervios y la presión estarán allí, pero creo que cuando entras (al terreno) y tiras el primer pitcheo todo se va. Este juego es mental. Te mentalizas, tiras el primer pitcheo y comienzas a controlar el juego. El resto sale fácil”.
Pérez habla con desparpajo, seguro de sí mismo. Como si estuviese acostumbrado a lidiar con situaciones parecidas a la que enfrentará en pocas horas. Tampoco se detiene a pensar en que, posiblemente, al Estadio Universitario asistirán alrededor de 20 mil aficionados.
“El domingo (de la semana pasada) lancé en Barquisimeto y había bastante gente. Claro, la presión no es igual a la de un Caracas-Magallanes. Pero si vas enfocado, puedes manejarlo”.
Desde que tiene memoria, Pérez ha sido magallanero, como toda su familia. Por eso siempre soñó formar parte de la rivalidad que año tras año revive con la llegada del mes de octubre.
“Le dije a mi mamá que algún día iba a estar ahí, por eso quiero hacerlo bien, para que mis padres se sientan orgullosos de lo que estoy haciendo”.
Una jugada marcó su afición por el Magallanes. Era todavía muy niño cuando ocurrió, pero tal vez sus memorias hayan sido alimentadas por la magia del videotape. “Recuerdo a Melvin Mora tirándose de cabeza para tomar una pelota y después hizo como un perreo. Eso nunca se me va a olvidar. Ahí está el compromiso de uno con la gente. Tienes que hacer todo lo que puedas para ganar un juego. Por eso se me quedó grabado lo que hizo Melvin”.
Pérez se refiere al dramático sexto juego de la primera final entre Caracas y Magallanes, en enero de 1994.
Caracas no ha tenido problemas para batear en el inicio de la campaña, pero antes de la jornada de ayer había perdido contra el único zurdo que enfrentó en el inicio de la zafra. “Imagino que tendré un reporte de los bateadores y un plan de trabajo, sino me montó allí sin reporte, porque sé lo que estoy haciendo. Una vez que domine al primer bateador, el resto viene solo”.
Pérez aprendió una dura lección el día inaugural, cuando encajó 6 carreras en 1.1 innings. “Siempre debes estar concentrado. Pienso que en el primer partido quería tirar más duro de lo que puedo, quería impresionar a la gente, quería mostrar las millas de mi recta, pero no salió bien. Contra Lara, estuve un poco más relajado, con un poco más de confianza y (tenía el incentivo de que) mi familia estaba viendo el juego”.
En esa salida tiró tres entradas en blanco, sin mayores sobresaltos. Ahora será otra la historia. La visión nebulosa del Caracas-Magallanes que alimentó sus sueños tomará matices de realidad en su incipiente carrera, “después del primer pitcheo”.
Esta nota apareció publicada en la página web del diario El Nacional el 23 de octubre de 2010
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