El utility de los Medias Blancas de Chicago elevó a 2.801 sus hits en 23 años de carrera
Justin Masterson intentó pasar a Omar Vizquel con una recta adentro, pero el veterano logró sacar el bate a tiempo para conectar un imparable al jardín derecho del Progressive Field.
El sencillo se produjo en el tercer inning del partido que perdieron los Medias Blancas de Chicago, 7-1 contra los Indios, y hubiese pasado desapercibido de no ser el 2.800 en la carrera del incombustible veterano, que inició en la fría tarde de ayer en Cleveland su temporada número 23 en las grandes ligas. Ambas cifras tope para los peloteros venezolanos.
“Me partieron el bate pero la pelota salió con la suficiente fuerza para caer en terreno de nadie. Sentí un gran alivio cuando observé que el batazo picó. Desde el año pasado lo intenté varias veces y no pude. Pero hoy (el domingo) lo conseguí en mi primer turno”, contó Vizquel, a través del hilo telefónico.
El utility de Chicago apenas conectó un indiscutible en 17 turnos, repartidos en los últimos cuatro encuentros de la temporada anterior y la cuenta se detuvo en 2.799.
Ayer, el manager Oswaldo Guillén lo usó por primera vez en la campaña.
“Estoy muy contento de haber conseguido el hit en Cleveland. Una ciudad mágica, muy especial para mí, donde viví las mejores temporadas de mi carrera. No quería irme de allí sin conseguir el batazo y lo logré”, señaló Vizquel que defendió la tercera base y fue alineado como noveno en el orden.
“Todos mis compañeros me felicitaron y me dieron la mano, mientras el público aplaudía cuando hicieron el anuncio. Tengo el privilegio de después de tanto tiempo contar con el cariño de Cleveland. Fue un momento muy emotivo”.
Vizquel, que cumplirá 44 años de edad el 24 de abril, consumió otro par de turnos en el encuentro y sumó un incogible más, que le ayudó a elevar su total vitalicio a 2.801.
Ahora sólo necesita 12 hits para superar a George Sisler, miembro del Salón de la Fama, que ocupa el lugar 46 en la lista de todos los tiempos. Aunque si logra terminar la zafra con al menos 76 petardos, desplazará a Mel Ott (2.876), Babe Ruth (2.873) y Brooks Robinson (2.848), todos con placas en Coosperstown.
“Realmente me entusiasma la idea de estar ascendiendo entre mejores bateadores de la historia. Es algo que me llena de satisfacción porque al principio de mi carrera me veían como un pelotero bueno con el guante. Ahora las personas de aquella época dirán: `Wao, este chamo aprendió a batear’. Pero cuando no juegas a diario es difícil pensar en números. Sólo debo estar preparado para salir al terreno de juego cuando me necesiten”.
Cada vez que lo haga seguirá sumando logros a su brillante hoja de servicio. Por ahora, se limitará a guardar la pelota del hit 2.800.
“Estará al lado de las que dicen 2.000 y 2.500, junto con los objetos más preciados de mi vida en el beisbol”.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 4 de abril de 2011
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