Foto: Academia de Carlos Guillén
Kenny Hernández posee las herramientas para ser considerado un prospecto Premium |
Ambos prospectos apuntarán sus nombres entre los
adolescentes que recibirán bonos millonarios durante el proceso de firmas
internacionales de las mayores a partir del 2 de julio
Los nombres de los infielders Kenny Hernández y Juan
Yépez han estado sonando con fuerza desde el inicio del mes pasado y apuntan a
formar parte de la élite de 2014, entre los venezolanos elegibles para ser
firmados por equipos de las grandes ligas a partir del próximo 2 de julio,
cuando se inicia el proceso de captación de talentos internacionales del
beisbol organizado.
Hernández es otro producto de la academia del ex
grandeliga Carlos Guillén, que durante el último lustro ha sido una de las más productivas
del país.
El campocorto, originario de Turmero, estado Aragua,
cumplirá 16 años, edad mínima para poder rubricar un contrato profesional, el
próximo 13 de agosto.
“Se convertirá en millonario”, asegura una fuente de
la industria.
Hernández, que no asistió al Showcase de San Joaquín,
organizado en diciembre por Major League Baseball, por encontrarse en Miami
sometiéndose a un plan de entrenamiento para fortalecerse, ha dado un paso al
frente entre los defensores de su posición.
Yépez, que es elegible desde el mes pasado, tampoco
apareció entre los prospectos que se exhibieron para las 30 organizaciones de
la gran carpa el año pasado, pero varios escuchas predicen que su bono también
estará por el orden del millón de dólares.
Hernández se levanta a una estatura de 1,83 metros
con habilidades e instintos para jugar en las paradas cortas. Posee un swing
compacto, como bateador zurdo y golpea para poder ocasional. Hace apenas unos
meses, Wilkerman García, otro shortstop de Guillén y una de las figuras de la
clase de 2014, lucía más adelantado que su compañero y acaparaba las miradas de
los busca talentos. Algo que ha ido cambiado.
Kenny Hernández |
“Kenny es el típico camporto grande, que
eventualmente terminará en las esquinas, especialmente en la tercera base, de
acuerdo con las proyecciones que he hecho”, destaca un scout que lo ha estado
siguiendo de cerca. “Tiene un gran potencial con el madero. Definitivamente, su
bate lo llevará lejos y lo ayudará a subir en el sistema de granjas del equipo
que lo firme. Hace contacto y por sus conexiones se podría pensar en poder, más
allá de lo ocasional”.
Yépez, un tercera base de Caracas, “siempre ha sido
un bateador de excelencia”, enfatiza Ricardo Petit, su entrenador y agente, que
dirige un productivo programa para desarrollar jugadores. “No entiendo por qué
no fue incluido en la selección que hizo MLB en 2013”.
Según informes, Yépez no había alcanzado para ese
entonces el acondicionamiento físico idóneo que hoy exhibe. Mide 1,85 metros y
posee habilidades para batear promedio. Tiene lo que se conoce en el medio como
“poder crudo” y ha mejorado de manera notable a la defensiva. Su brazo cuenta
con la fuerza necesaria para defender la esquina caliente, en tanto que ha
estado trabajando en sus movimientos de pies y en la reacción cuando un
roletazo se dirige hacia sus predios.
Por eso Petit no se sorprende cuando escucha el
posible valor de su pupilo en el mercado.
“Para nada. Lo he estado preparando para que sea uno
de los mejores prospectos de 2014. No voy a hablar de dinero por razones éticas.
Prefiero destacar sus herramientas”, concluye Petit, que ha sido el
responsable, entre otras firmas, de los talentosos Francisco Peraza y Víctor
Reyes, dos gemas en las filiales de Atlanta.
Algunos scouts piensan que el alcance de Yépez es
limitado por lo que no les extrañaría que terminara en la inicial, pero otros
están convencidos de que será un sólido antesalista.
Varios informantes coincidieron en que Hernández es
pretendido por los Mets y Yépez por los Bravos.
Dos
receptores
Venezuela se ha convertido en el principal proveedor
de receptores de las grandes ligas en los últimos años. Al menos es lo que indican
las estadísticas.
Miguel Flames, que dejó el guante de tercera base
para ponerse los aperos detrás del plato, proyecta ser una de las principales
firmas del 2 de julio para país y su nombre siempre es mencionado cuando se
habla de “catchers 2014”, pero otros dos jóvenes, considerados de “bajo perfil”,
han sido notados.
Se trata de las mascotas Ricardo Rodríguez y Lenín
Rodríguez.
Ricardo pertenece a la Ciro-Vahlis Academy, ubicada
en el municipio Pedro González de Margarita, estado Nueva Esparta, fundada a
principios de 2013 por el empresario Roberto Vahlis, que durante varios años ha
invertido en el desarrollo del beisbol menor, con la asesoría del reputado
entrenador Ciro Barrios.
“Ricardo es atlético, de buena estatura (mide 1,78
metros y pesa 81 kilogramos), sabe jugar y es muy inteligente al momento de
recibir. Posee un brazo average, pero es certero en los disparos a las bases.
Hace contacto con la bola y batea para poder ocasional. Pienso que debe ser el
receptor número uno de Latinoamérica”, evalúa un scout de la Liga Nacional.
El margariteño apareció en los radares de los cazatalentos,
una vez se fortaleció físicamente y, aunque no estará en el rango del bono de Flames,
que se estima rondará el millón de dólares, firmará por seis cifras altas,
posiblemente, con los Padres de San Diego, que el año pasado pagaron $1,1
millones por el careta José Ruiz.
Lenín es entrenado por su padre en Maracaibo. Conforme a varios reportes los Filis de Filadelfia es el equipo que muestra más interés en
reclutarlo, pese a las dudas que existen sobre su contextura física.
“Puede tener problemas de sobrepeso”, opina un
escucha. “Es dueño de un buen brazo, pero no es el prototipo del catcher que
buscas. Todavía debe trabajar en su defensa”.
El zuliano mide 1,76 metros y pesa 86,2 kilogramos,
de acuerdo con algunos registros. Un físico que en la evaluación que hacen los
expertos “no tiene mucha proyección”. De allí las dudas, pero su swing es compacto
y es señalado como “el mejor bate entre los receptores del país”.
No está claro cuánto recibirá o si Filadelfia sigue
estimándolo. Su bono podría estar en el rango de las seis cifras bajas.
Nombres
que cuentan
Daniel
Brito (SS). “Es un shortstop venezolano”, lo define
de inmediato un scout consultado. Su estatura es de 1,85 metros y batea a la
zurda. Conecta líneas por los callejones. Ahora mismo es un corredor average,
pero una vez que se fortalezca ganará velocidad. Está siendo ligado a los Filis
de Filadelfia.
Kevin
Vicuña (SS). Otro alumno de la academia de Carlos
Guillén, de similares características a las de Miguelangel Sierra, uno de los
campocorto Premium del país. Aunque su defensiva puede estar por encima. Algunos
scouts se atreven a decir que es el mejor guante de las paradas cortas en el
mercado latinoamericano, además batea a las dos manos y hace contacto. Los
Azulejos de Toronto es el equipo más interesado.
ElDato
Diego Castillo, un campocorto que se entrena con José Montero, podría firmar con los Yanquis de Nueva York por una cifra muy cercana al millón de dólares, de acuerdo con un reporte del periodista Ben Badler, que cubre todos los años el proceso del 2 de julio para Baseball America. Si Castillo consigue un bono de siete cifras, aumentaría a 11 los incentivos de un millón o más, según estimaciones de la industria. Esa cantidad representaría un récord que hará palidecer la marca de 6 que se implantó en 2013.
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