El campocorto de la Universidad de Tampa trata de seguir los
pasos de su padre Edgar y su tío Edgardo
Ha pasado una semana desde que Giovanny Alfonzo conectó un
grand slam para ayudar a los Spartans de la Universidad de Tampa a derrotar 6-2
a los Filis de Filadelfia, en el primer partido de exhibición de la
pretemporada de Grandes Ligas.
Los ecos de ese encuentro todavía resuenan en la memoria de
Alfonzo, campocorto del club que inició 2015 como el primer equipo de la
División II de la NCAA.
“Me siento bendecido. Gloria a Dios. Es un sueño hecho
realidad. Siempre había soñado con jugar en las grandes ligas y seguir los
pasos de mi papá (Edgar) y mi tío (Edgardo, que jugó durante 12 campañas en las
mayores) como profesionales”, dijo el joven, de 22 años de edad, al otro lado
del teléfono. “Definitivamente, es uno de los mejores partidos en mi carrera.
Lo recordaré por el resto de mi vida”.
Tampa aprovechó el bullpen de los cuáqueros y, luego que el
derecho Nefi Ogando le otorgara pasaporte con las bases llenas a Andrew Amaro
—sobrino de Rubén Amaro Jr., gerente general de los Filis— para empatar el
partido, con dos outs en el séptimo inning, Alfonzo sacudió su estacazo de
vuelta completa que se llevó la cerca del jardín izquierdo, contra Héctor
Neris.
La conexión convirtió a Alfonzo en una suerte de celebridad.
La imagen de la jugada en el Bright House Field de Clearwater, en Florida, se
convirtió en viral en las redes sociales.
“Estuve en televisión e internet durante los siguientes tres
días. Fue una sensación asombrosa”, destacó Alfonzo, que admitió haber elevado
su cuota de autógrafos con los Spartans. “A decir verdad, sí (risas). Aunque he
firmado unos cuantos a lo largo de mi carrera en el beisbol colegial”.
Alfonzo todavía atesora los recuerdos que guarda desde su
más tierna infancia, cuando su padre lo llevaba al Estado Universitario.
“En aquella época comencé a amar el beisbol y ese amor ha
crecido con los años. Siempre he querido ser profesional. Mi meta es llegar a
las mayores como lo hizo mi tío. Estoy estudiando gerencia deportiva, pero no
pienso sentarme detrás de un escritorio en una oficina hasta retirarme del
beisbol profesional, tras una larga carrera”, abundó.
El shortstop se ha erigido en una figura de los Spartans,
que el año pasado compilaron un inconcebible récord de 51-2 que le sirvió para
alcanzar el título de la División II y la oportunidad de ir por segundo
campeonato nacional consecutivo, pero se quedaron cortos en el intento.
En esta temporada, la Universidad de Tampa ha retomado las
cosas donde las dejó en 2014. Hasta el sábado su balance global era de 16-3 y apenas
el domingo de la semana pasada se convirtió en el primer conjunto de la NCAA
que derrota a una escuadra de MLB, desde que Miami se impuso a los Marlins de
Florida (ahora de Miami) en 2011.
“Bueno, tenemos que seguir jugando y tratar de ganar la
Serie Mundial Universitaria”, aseveró Alfonzo.
Antes, tratará de seguir poniendo en práctica las enseñanzas
que de su padre Edgar, quien fuera una figura de los Leones del Caracas en sus
días de activo.
“Mi papá y yo somos muy cercanos. Es muy cariñoso y atento
conmigo y mis hermanos. Pero también es mi coach. Está pendiente de decirme
cuándo lo estoy haciendo bien y de corregirme al momento de equivocarme”,
afirmó el infielder residenciado en Port St. Lucie, Florida. “Somos muy
profesionales cuando hablamos de beisbol porque quiere que sea mejor que él.
Pero, además del beisbol, lo amo. No sería la persona de hoy día si él no
hubiese estado allí siempre”.
Edgar Alfonzo tuvo una productiva carrera de ligas menores
de 14 años y, una vez retirado, como técnico de varias organizaciones. Ahora
podría ver cumplidas sus expectativas de llegar a las mayores a través de su
vástago.
Giovanny Alfonzo está en su último año en la Universidad y
exhibe .431 de promedio (65-28) y .465 de OBP, con 21 anotadas, tres jonrones y
12 empujadas, en 16 encuentros. Todo parece indicar que será su mejor campaña
en Tampa, luego de ligar .317 en 202 turnos, en 2014.
“Este es el primer año en el que siento que estoy aplicando todo
lo aprendido a desde mis inicios en el beisbol. Mi papá me ha enseñado todo lo
que sé de bateo y siempre usa a mi tío Edgardo como su referencia favorita.
Trato de batear como ambos. Me esfuerzo en ser paciente en el plato y ser un
bateador oportuno en situaciones importantes. Mi papá fue famoso por conectar
hits decisivos. Así que quiero ser ese tipo de bateador”, apuntó.
El jonrón de hace una semana y su promedio de embasado ilustran
lo que trata de explicar Giovanny Alfonzo, que además es un guante seguro en
las paradas cortas. Una combinación que desde hace algún tiempo ha comenzado a
llamar la atención de los cazatalentos.
“He estado en contacto con algunos scouts profesionales de
un par de equipos”, señaló el torpedero, que a partir de su primer año
colegial, ha sido reconocido como uno de los mejores de su región, tras cada
torneo. “Con suerte, seguro me vieron muchos más scouts en el partido contra
los Filis. Pero lo único que puedo hacer es concluir la temporada de la mejor
manera. Después de eso, todo quedará en manos de Dios y cuando llegue el Draft
Colegial, esperamos escuchar mi nombre”.
Toda la familia Alfonzo estará cruzando los dedos.
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