El recio toletero parece retomar el camino que perdió hace algunos años, tras recibir un bono millonario y ser considerado prospecto
Balbino Fuenmayor sacó varias pelotas en el Rogers Centre y
luego de su impresionante práctica de bateo, J. P. Ricciardi, por aquel
entonces gerente general de los Azulejos de Toronto, no dudó en otorgarle un
bono de 750.000 dólares por su firma.
El jovencito apenas contaba 16 años de edad y en 2007, sin
si quiera haber debutado como profesional, la prestigiosa publicación Baseball
America lo ubicó en la décima casilla entre los prospectos de los canadienses.
La oficina de los Azulejos no había invertido tanto dinero
en una firma internacional del 2 de julio desde 1998, cuando Guillermo Quiroz
estampó su rúbrica por $1,2 millones.
Pero el talentoso adolescente no pudo desarrollar en el
terreno las herramientas con las que había deslumbrado a los scouts en los
showcases y terminó siendo dejado libre en 2013, después de 26 encuentros en
los que ligó .208/.297/.306. Nunca avanzó más allá de clase A baja.
Sin aparente rumbo, siguió empeñado en jugar beisbol y nueve
años después de aquella publicitada contratación, Fuenmayor vuelve a estar en el
radar de los scouts.
Con 25 años de edad, su carrera comenzó a resurgir en ligas
independientes y en 2014 fue designado por Baseball America Jugador del Año de los circuitos fuera
del sistema de MLB, tras largar 23 jonrones y remolcar 99 carreras, con el
Quebec de la Can-Am League.
Sacudió otros 10 vuelacercas y agregó 38 producidas con
Caribes de Anzoátegui durante el invierno boreal. Una actuación que convenció a
los busca talentos de los Reales.
“Su experiencia anterior con Toronto no funcionó”, señaló a
Baseball America, Ronnie Richardson, director de operaciones de ligas menores
de Kansas City.
Pero con Kansas City se ha vuelto a colocar en el mapa de
los prospectos.
“Ciertamente, está jugando como uno de ellos”, agregó Chris
Getz, asistente del departamento de desarrollo de peloteros. “Creo que el
tiempo lo dirá. Está haciendo un gran trabajo en doble A. Ha logrado grandes
cosas en el medio de la alineación. Tuvo un gran invierno y ha hecho todo lo
que le hemos pedido y mucho más. Es divertido verlo jugar”.
Getz tiene razones para “divertirse”. Fuenmayor lidera el
sistema de granjas de la organización con .365 de promedio (167-61) y 33
remolcadas, mientras que marcha segundo en jonrones (10). En la Liga de Texas
aparece entre los cinco primeros en las principales categorías ofensivas,
incluido el tercer mejor OPS (1.028), vistiendo el uniforme del Northwest
Arkansas.
“Nunca había jugado a un nivel superior a la Liga del Medio
Oeste, pero por su edad y la actuación que tuvo en la pelota independiente y en
Venezuela, le dimos la oportunidad de ir a los entrenamientos de doble A y se
ganó el puesto. Tiene la habilidad de llevar la bola a todos los sectores del
terreno”, destacó Richardson.
Fuenmayor sigue apegado a lo que le dio éxito el año pasado.
Recortó el swing y con el conocimiento que ha adquirido de la zona de strikes
ha reducido los ponches.
Mientras estuvo con Caribes reiteró una y otra vez que
estaba “más consciente” del tipo de bateador que era y a juzgar por sus
estadísticas es la clase de chocador que puede ligar para poder y average. Una
virtud que podría ayudarlo a seguir ascendiendo en el sistema.
“Todavía es joven”, puntualizó Getz. “Todos sabemos cómo es
este juego. Se enfrentó a la adversidad después de estar durante algún tiempo
con los Azulejos. En ocasiones, necesitas una nueva oportunidad, otro lugar a
donde ir”.
Kansas City puede ser la tierra prometida.
Esta nota apareció publicada en LVBP.com el 28 de Mayo de
2015
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