jueves, 7 de enero de 2016

Alex Cabrera y Ramón Ortiz desafían al tiempo

 
Alex Cabrera Fotos: AVS PHOTO REPORT

El slugger y el lanzador dominicano han impuesto marcas de longevidad en la postemporada y, a sus más de 40 años, aseguran que están lejos de retirarse




Caracas.- Muchos atletas prefieren retirarse antes de librar batallas que puedan perder. Otros desafían las posibilidades e intentan alargar sus carreras más allá de los 40 años, a riesgo de no seguir compitiendo al mismo nivel.

El slugger Alex Cabrera y el derecho dominicano Ramón Ortiz no reparan en las hojas que han ido pasando en su calendario personal y desafían al tiempo.

Cabrera, con 44 años de edad y 9 días, se convirtió el pasado 2 de enero en el bateador de más más edad en conectar un jonrón en la postemporada de la LVBP. La antigua marca era de Robert Pérez, con 43 años y 226 días, según Quality Sports.

Al día siguiente, Ortiz tiró cinco entradas en blanco contra Leones del Caracas para llevarse el triunfo a los 42 años y 225 días. El derecho Giovanni Carrara era el dueño del anterior registro, con 40 años y 330 días.

Un estudio del Journal of Sports Sciences, publicado en 2010, estableció que el pico más alto en el rendimiento de un beisbolista ocurría alrededor de los 29 años de edad. La comunidad sabermétrica habla de 27 años y un período de un lustro, entre 25 y 29 años, según una fórmula desarrollada por Bill James.

Otros análisis, destacan la necesidad de seguir bajo los reflectores de la fama, el amor por el juego, el deseo de establecer o superar récords y hasta apuros económicos.

Son muchos los ejemplos célebres de longevidad en el beisbol. El cubano Orestes Miñoso y el quisqueyano Julio Franco, son los primeros en ser mencionados cuando se habla de latinoamericanos.

Ramón Ortiz ha ganado títulos en República Dominicana y Venezuela
“Lo más importante es querer ganar y el trabajo duro. La clave ha sido la consistencia y la disciplina que he tenido durante mi carrera”, soltó Cabrera. “Eso es lo que me ha llevado a conseguir todas esas marcas. No estoy persiguiendo récords, son los periodistas quienes están pendiente de sacar cuentas”.

El slugger se convirtió en el primer Triple Coronado de la LVBP hace un par de años, mientras que terminó primero en cuadrangulares la ronda eliminatoria de la 2015-2016, con 11, tomó por asalto el liderato de todos los tiempos en el circuito con 135 vuelacercas, empatado con Eliezer Alfonzo, y también igualó a Robert Pérez, como el máximo jonronero de la postemporada, con 34.

“No sabía que había empatado a Robert, son cosas de los periodistas”, insistió el bateador designado de Tiburones de La Guaira. “Lo más importante para mí es dar los batazos oportunos, empujar las carreras y dejarlo todo en el terreno para ayudar a ganar al equipo. Ahora mismo, lo importante es llevar a Tiburones a ganar un campeonato, esquivo desde hace 30 años. Sería lo más bonito que puede pasar este año”.

A Ortiz, refuerzo del Magallanes, aseguró estar sorprendido por el particular récord que ahora posee en Venezuela.

“No lo sabía (risas). Le doy gracias al Señor, que a mi edad, me haya dado una victoria. Me siento muy contento por todos los logros y las bendiciones en mi carrera. Mientras las condiciones estén allí y pueda lanzar, no importa la edad”, aseguró el nativo de Cotuí, ciudad ubicada a unos 105 kilómetros al norte de Santo Domingo.

A lo largo de dos décadas de carrera, Ortiz puede ufanarse de haber ganado un anillo de Serie Mundial, con Anaheim en 2002. También se ha titulado campeón con Licey en República Dominicana, fue el Jugador Más Valioso de la Serie del Caribe de 2008, ha lanzado en Japón y México. Suficientes logros para decir adiós, sin remordimientos.

“Me siento bien del brazo y puedo seguir lanzando, seguir haciendo mi trabajo. Tengo una disciplina muy fuerte. Me preparo muy bien física y mentalmente y eso es lo que me ha ayudado a mantenerme en la pelota. Así que no tengo planes de retirarme”, sonrió el cotuisano.

Cabrera, Jugador Más Valioso de la campaña 2013-2014, tampoco piensa en colgar los spikes.

“Me siento súper contento por mis logros. Toda la vida he sido un jonronero y cuando consigo un récord, es motivo de alegría, porque es algo que haces con mucho sacrificio, trabajo y dedicación. Le agradezco a Dios por todos esos logros”, destacó el forzudo de Caripito, que despachó 356 a las gradas en los estadios de la Nippon Professional Baseball, liga en la que llegó a igualar el récord jonrones del legendario Sadaharu Oh en una zafra (55).

Alex Cabrera es el pelotero activo
con más jonrones en postemporadas de la LVBP
“No hay secretos. Solo el trabajo diario. Soy amante de las pesas. No descanso. Después de los partidos, todas las noches, levanto pesas. El trabajo y la dedicación son los que hablan a lo largo de tu carrera”, puntualizó Cabrera.

Ortiz, un ferviente creyente, aseguró encontrar su fortaleza en Dios.

“En el beisbol siempre quedan cosas por hacer. Fíjate hace años quedé campeón con Caracas (2009-2010) contra el Magallanes. Ahora se invirtieron los papeles y puedo conseguir un título con los Navegantes. Los Eternos Rivales, como les dicen (risas). Simplemente, le digo al Señor que jugaré pelota hasta que Él quiera. Cuando me saque, no seguiré. Pero mientras me sienta bien, tenga condiciones y llegue la pelota al home plate, no me voy a retirar. No importa la edad”.

El derecho Ortiz, igual que Cabrera, es obsesivo con el ejercicio.

“Corro mucho, subo gradas, hago ejercicios con las ligas y pesas. Trabajo duro antes y después de cada salida. El trabajo fuerte te garantiza la resistencia cuando estás sobre el montículo. Estando en forma, siempre pasan cosas buenas, positivas. También creo que lo más importante es salir con el corazón en alto, positivo. Como dice la Palabra, todo lo puedo en Cristo, que me fortalece. Si Él está con nosotros, no podemos perder ¿No es cierto?”.

El jovial dominicano no sabe cuándo dejará de lanzar, pero ya visualiza lo que hará después que deje el uniforme en un clóset.

“Predico la Palabra cuando no estoy jugando. Hablo con los muchachos sobre Dios. Eso me fascina y es lo que seguiré haciendo después que salga de la pelota. Seré un evangelista recorriendo el mundo. Es una manera de darle las gracias al Señor por permitirme hacer lo que me gusta durante tanto tiempo”.

Cabrera prefiere hablar del ahora, de seguir ayudando a Tiburones.


“De mí quedará lo que se escriba en los libros, la historia. Cuando me retire eso estará allí. El que quiera saber de mí, podrá averiguarlo. Uno trabaja para ser recordado por lo que hizo”.

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