El relevista ha sido usado como preparador, cerrador y relevista intermedio en su corta permanencia con San Luis
Eduardo Sánchez es parco cuando habla. Su economía de frases replica lo que hace en el montículo: efectividad con pocos pitcheos. El aragüeño va al grano sin rodeos.
“Los entrenamientos de primavera me ayudaron a tener una mejor idea de lo que podía ser la competencia en un nivel como el de las grandes ligas, me prepararon mentalmente”, dijo a través del hilo telefónico.
El lanzador fue noticia en su debut en las mayores, tras ponchar a cinco rivales en dos entradas de labor. Algo que le convirtió apenas en el octavo relevista que suma cinco ponches en su estreno desde 1919 y el primero en las últimas 13 campañas. Además fue el sexto que lo hizo sin permitir carreras y el único en la historia que lo consigue en menos de tres entradas, según Baseball Reference. Antes de Sánchez, el derecho Mort Cooper, había protagonizado en 1938 la aparición más corta de ese calibre —cinco guillotinados en tres capítulos— durante su graduación con San Luis.
Luego su ópera prima, contra los Cascabeles de Arizona el 13 de abril, Sánchez mantuvo su dominio y en sus siguientes cuatro salidas consiguió tres holds, mantuvo su efectividad en 0.00 en 7.0 innings, con dos hits, un boleto y 12 ponches. En ese lapso sólo tres rivales batearon en cuenta de 3-2. Ninguno logró embasarse. Mientras que el único pasaporte se lo regaló a Joey Votto, de Cincinnati, quien vio pasar la cuarta bola en conteo de 3-1. Pocas complicaciones. Todo, en apariencia, muy fácil.
“No conocía esas estadísticas, pero no creo que sea tan sencillo como luce. Simplemente es la consecuencia de mi trabajo. Me he estado preparando en los últimos años para este momento”, destacó.
Los Cardenales no necesitaron escudriñar en demasía dentro de su sistema de granjas, cuando hace tres semanas necesitaron brazos frescos para el bullpen.
La consistencia y durabilidad de Sánchez, que lo ubicó séptimo entre los mejores prospectos de San Luis en el listado de Baseball America, lo convirtieron en una alternativa para paliar las ausencias de los relevistas Bryan Augenstein y Brian Tallet, ambos en lista de incapacitados.
Sánchez inició su vertiginoso ascenso desde 2009, cuando en 60 apariciones exhibió efectividad de 2.28 y un WHIP de 0.92, entre las sucursales A y doble A de los pájaros rojos. En julio de 2010 asistió al Juego de Estrellas Futuras, terminó la campaña en triple A y en noviembre fue protegido en el roster de 40.
La combinación de su poderosa recta de 96-97 millas por hora, que se hunde al llegar al plato, y un slider cortante que se aleja de los bateadores derechos, han sido sus armas para lograr un promedio vitalicio de 9,9 guillotinados por cada nueve entradas.
El miércoles, Mitchell Boggs —quien se ha estado encargando de los cierres de San Luis, tras los problemas de Ryan Franklin— no estuvo disponible y Sánchez consiguió el primer salvado de su carrera, aunque permitió tres hits y dos carreras, antes de retirar a Hunter Pence para el último out del triunfo de los Cardenales, 6-5, contra los Astros.
Fueron las primeras anotaciones en la cuenta de Sánchez, desde el inicio de la temporada. Con el Memphis, en triple A, había retirado a los nueve hombres que había enfrentado, con tres ponches.
El viernes, recuperó el ritmo y después de completar dos entradas en blanco, se apuntó el triunfo de San Luis, 5-3, sobre Atlanta, en 11 innings.
“El coach de pitcheo, Dave Duncan, me dio un consejo importante: No importa lo que ocurra, los relevistas siempre deben controlar las emociones y reponerse de cualquier fallo. Es lo que exige el trabajo. Un relevista debe estar listo, sin importar el marcador del partido. Salir (al montículo), atacar a los bateadores y evitar que logren colocarse en circulación”.
Sánchez y el mexicano Fernando Salas, que también fue subido por San Luis, compitieron por los últimos dos puestos del bullpen durante los entrenamientos de primavera, pero al final las vacantes fueron llenadas por el experimentado Miguel Batista y el relevista largo Augenstein. El cuerpo técnico consideró que los novatos tenían que seguir aprendiendo en las menores, sólo que las circunstancias aceleraron su promoción en el primer mes de campaña.
De acuerdo con los reportes de los scouts, Sánchez debe desarrollar un tercer envío para poder dominar a los zurdos, mientras que necesita ser más consistente con su control y afinar su capacidad para finalizar cuando coloca a los bateadores en dos strikes. En Venezuela, con los Tigres de Aragua, tuvo muchos problemas, que de alguna manera desnudaron los puntos en los que debe centrarse para seguir creciendo como lanzador.
“He estado trabajando en el cambio desde que estaba con el Memphis el año pasado”, aseguró el maracayero. “La idea es enfrentar a los bateadores con algo que no esperan. Estoy ganando confianza y he estado usando ese pitcheo con mayor frecuencia. Creo que pronto será parte importante de mi repertorio. Ese pitcheo extra puede sacarte de aprietos".
Hasta ahora, los zurdos le ligan .071 (14-1) y los derechos .222 (18-4), en buena medida gracias a la letal combinación recta-slider.
“Es una de las mejores que he visto en cualquiera de nuestros lanzadores, desde que llegué a este equipo (en 2003)”, señaló el ganador del premio Cy Young, Chris Carpenter, en una entrevista con el St. Louis Post-Dispatch.
“Sin duda nos ha impresionado”, agregó el manager Tony LaRussa.
A los 22 años de edad todavía puede seguir haciendo ajustes para establecerse como un set up de alto impacto o un confiable cerrador en las mayores.
“No importa en qué rol me usen, estoy aquí para hacer el trabajo que me encomienden. Siempre me he considerado un lanzador que puede salir tarde en el juego, séptimo, octavo o noveno inning. Es lo que sé hacer”.
Filosofía sencilla
Eduardo Sánchez no se complica. Cuando está sobre el montículo el plan es sencillo: atacar temprano al bateador y retirarlo con pocos pitcheos.
“Les enseño la recta y luego los saco de balance con el slider. Lo importante es ubicar los pitcheos en la zona baja. Sin complicaciones, mientras menos lanzamientos haga mejor. No tengo por qué cambiar la rutina de trabajo que tenía en ligas menores. Me preparo igual todos los días”.
Tras los pasos del “Kid”
La actuación de Eduardo Sánchez en sus primeras cinco salidas (7.0 IP, 2 H, 1 BB, 12 K, 0.00 EFE) fue muy similar a lo que hizo Francisco Rodríguez (5.2 IP, 3 H, 2 BB, 13 K, 0.00 EFE) durante sus cinco relevos en la ronda regular de 2002, cuando irrumpió en las mayores con Anaheim.
Sánchez aspira a seguir los pasos del “Kid” en el terreno. “Desde que comencé a lanzar me han comparado con él. Ojalá y pueda tener una carrera como la suya. Cada vez que me dan la pelota actúo con la misma intensidad. Es lo que debe hacer un relevista”.
LaCifra
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Los ponches de Eduardo Sánchez en 10 innings de labor, en los que apenas ha regalado dos boletos y ha permitido cinco hits, con una efectividad de 1.80.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 1° de mayo de 2011
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