El exmilitar tuvo que subir más allá de la mitad de las
gradas del leftfield para tomar la pelota del jonrón 21 de Alex Cabrera y
aseguró estar orgulloso "de ser parte de la historia"
Flores, un sargento mayor retirado, le entregó la pelota del
récord a Alex Cabrera
Diego Flores se levantó temprano. Como todos los domingos en
los que juega La Guaira en el Universitario, se acicaló y en la sala de su casa
se ajustó la gorra azul de los Tiburones. Estaba seguro de que sería testigo de
algo importante.
"Vine pensando que Alex Cabrera iba a dar jonrón",
dijo un abrumado Flores, rodeado por una docena de cámaras y grabadoras.
"Los domingos siempre me siento por ese lado, por el sol. Y justamente en
el primer turno llegó la pelota hasta ahí".
Cabrera alzó los brazos después de un sólido contacto contra
un envío de Daryl Thompson. La pelota fue a dar a la mitad de la gradas del
jardín izquierdo. El récord de Baudilio Díaz, establecido en la campaña
1979-1980, era parte del olvido. Tenía nuevo dueño.
"Corrí como cuatro escalones hacia arriba. Me quité la
camisa y se la tiré. Sabía que la pelota del jonrón 21 estaba en mis manos. Así
que la aseguré porque se me venían varias personas encima", refirió
Flores, un exsargento mayor, de 54 años de edad.
"Cuando salió a batear me dije: `Si viene por aquí la
voy a buscar como sea’. Alex tenía que hacer algo. Eran muchos juegos sin
sacarla. Aunque realmente me sorprendí cuando vi que el batazo venía en mi
dirección".
Flores, originario de Cúpira, Miranda, dejó a su esposa
preparando las hallacas del 24 de diciembre en su residencia de Ruiz Pineda.
Una labor a la que no suele faltar.
"Se molestó un poco cuando me vio salir, pero ahora
debe estar contenta por la pelota", bromeó, un poco más calmado, luego de
correr desde el leftfield, junto al oficial de seguridad que lo escoltó, hasta
el palco de la prensa del parque de Los Chaguaramos.
"Me siento parte de la historia. Siempre me gustó La
Guaira, desde pequeño. Vine a buscar ese jonrón y lo conseguí".
Antonio José Herrera, vicepresidente de los Tiburones, fue
el primero en recibir a Flores, que alzó la pelota en señal de triunfo.
"Le daremos dos entradas a partir del próximo juego y
hasta donde llegue el equipo, así como varios souvenirs", anunció el
ejecutivo. "Y a partir de la próxima temporada recibirá dos abonos en
tribuna".
Armando Arteaga, el aficionado de 33 años de edad que tomó
la bola del jonrón 20 de Cabrera, también recibió obsequios. Flores consiguió
uno extra. Cada vez que lo desee podrá ver los encuentros de La Guaira en las
gradas, sin tener que pagar la entrada. Aunque admitió que no aspiraba a tanto.
"No quiero nada por la pelota, solo dársela en la mano
a Alex Cabrera y felicitarlo como guairista", señaló, esta vez con la
mejor de sus sonrisas.
Cabrera lo abrazó en el clubhouse de La Guaira y también le
felicitó por la atrapada.
"Es una dicha que haya sido un guarista. Valoro
mucho su gesto", enfatizó el Samurái.
Flores no podía ocultar su alegría. "Ahora quiero que
los Tiburones clasifiquen y vayan a la final. Hace poco cumplí años y ese sería
el mejor de los regalos".
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 23 de Diciembre de 2013
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