El nicaragüense se ha convertido en el as de
Cardenales de Lara, gracias a un sobresaliente comando de sus pitcheos y una efectividad de 0.69 en cinco aperturas
VALENCIA
Después de todo, la liga tiene un mejor lanzador que
Mitch Lively. El derecho Erasmo Ramírez levantó la mano y dio un paso al frente
desde el montículo del Cardenales de Lara.
El nicaragüense ratificó su dominio sobre los
toleteros del circuito el martes, cuando dejó en 3 hits a la alineación del
Magallanes en una soberbia actuación de 6 entradas en blanco, que bajó su
efectividad a 0.69 y mejoró su registro a 3-0, en 5 aperturas desde que debutó
el 16 de noviembre para darle oxígeno a la rotación crepuscular.
“La clave, como siempre, ha sido tratar de estar encima
en la cuenta, hacer ajustes durante los turnos y no depender solo de la recta”,
señaló el grandeliga de los Marineros de Seattle.
Ezequiel Carrera, al abridor en la alineación de los
Navegantes, aprovechó un envío en recta para despachar un doble en el primer
inning, luego de estar en conteo favorable de 2-0. De allí en adelante, Ramírez
apeló a su control casi quirúrgico y buena localización para salir del aprieto
y darle la posibilidad de ganar a su equipo.
“Si tienes la pelota estás a cargo. Entonces mezclo
mis pitcheos y saco a los bateadores de balance. Desconcierto al rival porque
varío la forma de lanzarle. No uso la misma fórmula, sobre todo si estoy en
problemas. Los pongo a adivinar, lo que me otorga ventaja. Eso no quiere decir
que no me vayan a dar un batazo, pero funciona”.
A Ramírez le ha funcionado, al menos hasta ahora, y
los imparables que le han conectado son muy pocos. Apenas 17, 3 de ellos
dobles, en 26 entradas.
El derecho tiene en la recta y el cambio sus
principales armas, pero no depende de esos envíos para sacar outs.
“La recta, a dos y cuatro costuras, se mueve, además
cambio, el slider y la curva”, agregó el importado, que está en su tercera
campaña seguida con los barquisimetanos.
“Erasmo es un pitcher de grandes ligas”, terció el
manager Pedro Grifol. “No solamente se trata de su repertorio, sino que tira
strikes y tiene buen comando. Por eso está en las mayores y cada vez que viene
a Venezuela se pone el uniforme de Cardenales con mucho orgullo, con mucho
corazón. No está aquí para desarrollarse, vino a competir”.
Ramírez también exhibe una muy buena relación de
ponches y boletos (8/17) y su WHIP es de apenas 0.69. Números muy superiores a
los que hasta ahora exhibe Lively, principal candidato al premio Carrao Bracho
como mejor pitcher del torneo.
El derecho del Magallanes marcha con balance de 6-1,
un promedio de 1.46 carreras limpias y un WHIP de 1.21, con 27 pasaportes y 39 guillotinados,
en 55.1 innings.
Aunque es poco probable que Ramírez logre completar
los 50.1 capítulos mínimos requeridos para optar a los lideratos del circuito.
“Por el momento (la salida del martes) es la
última”, se lamentó la figura de Lara. “La gerencia está hablando a ver si (los
Marineros) me dan una apertura más. Ya estoy llegando al límite de innings en
mi trabajo durante el invierno (entre 30 y 35 capítulos)”.
Ramírez tiene previsto quedarse hasta el 22 de
diciembre, así que Grifol aspira a que lance una o dos veces más.
“Me siento bien y eso es lo importante. En Seattle
me dijeron que si no estaba cansado podíamos discutir si me quedaba una
apertura más. Sólo hay que esperar. Igual estaré preparado en el caso que me
den luz verde”.
Los Cardenales compilan marca de 4-1 en los inicios
de Ramírez y el único partido que perdieron, llegaron ganando al octavo 1-0
contra el Caracas, luego que su as no permitiera ni hits ni carreras durante
las 5 entradas que estuvo sobre el morrito.
Desde entonces, Ramírez ha completado al menos 5 capítulos
dos veces y en otras dos ocasiones 6 tramos. Solo en una tiró 4 innings.
“El sueño todo manager en esta liga es que sus
abridores vayan lejos, porque existen muchas restricciones y los lanzadores que
no las tienen, están cansados por el trabajo acumulado”, destacó Grifol. “Cuando
un pitcher va 6 o 7 entradas, es un regalo”.
Ramírez quiere seguir dándole regalos a Lara.
“Si no ocurre de esa manera, pues ni modo. Di todo
lo que tenía y me iría a casa contento por lo que hice”.
En buena compañíaSólo cuatro lanzadores en la historia de la LVBP han exhibido efectividades por debajo de 1.00 en 50 o más innings lanzados.Craig Skok, del Caracas, tiene el récord con 0.52 en 52 entradas en la 1978-79, seguido por Mike Hedlund (0.75 Efe en 120.1 Inn, La Guaira, 1969-70), Mel Queen (0.76 Efe en 95.0 Inn, Aragua, 1966-67) y Brent Knackert (0.92 Efe en 59.0 Inn, Caracas, 1990-91).Es difícil que Erasmo Ramírez se acerque a las 50 entradas, pero su actuación será recordada como una de las más dominantes en los registros de Lara.
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 11 de Diciembre de 2013
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