sábado, 6 de febrero de 2016

Hernán Pérez mejoró la disciplina en el plato

Foto: Luis Patiño

El utility consiguió tomar un mayor número de turnos de calidad con los Tigres, que le ayudaron a subir su promedio de embasado, y espera que sus progresos en la 2015-2016 le ayuden a quedarse arriba con Milwaukee


 
Santo Domingo, República Dominicana.- Hernán Pérez se unió a los Tigres de Aragua durante la primera semana de la ronda regular, con poco más de una semana de descanso, después de terminar la temporada de Grandes Ligas con los Cerveceros.

Desde entonces, se convirtió en la figura de mayor producción en el lineup del manager Eduardo Pérez, tras encabezar los departamentos de jonrones (8) y remolcadas (33), mientras establecía marcas personales en todos los renglones ofensivos, luego de disputar su primera temporada completa en la LVBP.

Pérez se entusiasma cuando observa en retrospectiva lo que hizo, pero se queda con una estadística: su porcentaje de embasado (.331).

“En Venezuela no dejas de aprender. Trabajas mucho. Aprendes a batear. El éxito durante la temporada tuvo que ver con tener más paciencia en el home plate. Seleccioné mejores pitcheos y pude conectar mejor la bola. Ese fue el plan cuando llegué a Venezuela, trabajar en mi bateo, ya que mi defensa es buena. SI bateas tendrás chance en cualquier lado”.

Pérez, ex prospecto de los Tigres de Detroit, llegará a los entrenamientos de primavera de Milwaukee como invitado, con la posibilidad de hacer el equipo. Es una organización en reconstrucción y varias posiciones estarán abiertas a la competencia, entre ellas la tercera base, donde terminó jugando el final de la zafra de 2015.

El aragüeño sabe cuáles serán las circunstancias que encontrará, cuando se reporte a finales de mes al bunker de los lupulosos en Arizona, y eso lo llevó a seguir con Aragua hasta la Serie del Caribe, para llegar mejor preparado y de esa manera asumir el reto de comenzar con el equipo grande en 2016.

“En principio iba a jugar hasta diciembre, pero creo que en realidad me motivaron los fanáticos para quedarme, estar en los playoffs y la Final, y conseguir mi primer título. Entonces, ¿por qué no venir a Santo Domingo? Es apenas una semana más en la que puedo sumar 30 turnos, que son buenos. No creo que me afecte. Los entrenamientos comienzan el 24 de febrero y voy a tener dos semanas libres. Ese fue el mismo plan cuando me incorporé a los Tigres. Descansé una semana, comencé a jugar y me fue bien. Espero repetirlo con Milwaukee”.

Pérez sigue sin modificar nada de lo que le ha dado resultados cuando empuña el madero. En la postemporada su OBP es de .340.

“La clave es ir con un plan preestablecido. En mi caso, salía siempre pensando en conectar la bola entre los pasillos para ver si salían dobles o triples, gracias a Dios pude hacerlo”.

También se fueron del parque una buena cantidad de pelotas, la tercera cifra más alta de la LVBP.

“No soy un jonronero. Esos ocho vuelacercas los conecté porque siempre estaba buscando líneas. Tratando de poner la pelota en juego, en los momentos oportunos, y conseguí los pitcheos adecuados para darle a la bola con contundencia y, en esas oportunidades, se fueron del parque”.

En parte de cuatro campañas en las Mayores, su línea ofensiva vitalicia es de .235/.251/.307, luego de 336 turnos repartidos en 156 desafíos. Así que deberá tratar de replicar la disciplina en el plato que consiguió con Aragua, cuando comience la Liga del Cactus, para poder llamar la atención.

Al menos por ahora, aparecen como candidatos a la antesala de Milwaukee el novato boricua Yadiel Rivera, de 23 años de edad, que puede moverse por todo el infield y debutó el año pasado; Colin Walsh, una máquina de embasarse de la organización de los Atléticos (.395 OBP en seis temporadas de ligas menores), que fue tomado en el Draft de Regla 5, y el veterano Aaron Hill, que llegó procedente del cambio con Arizona, que involucró a Jean Segura, el mes pasado.

Pérez tiene a la versatilidad de un guante seguro, que no solo puede cubrir la antesala, el campocorto, la segunda base y la inicial, sino que también puede tapar un hueco en el jardín izquierdo, si es necesario, como lo hizo con los Tigres en la postemporada.


“Siempre me enseñaron que no ligara la defensa con el bateo. Son cosas muy diferentes. Si no te va bien bateando puedes hacer la jugada del partido, cuando estás cubriendo. La defensa no me preocupa”.

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