Foto: Luis Patiño |
El campocorto conectó un sencillo en el cierre del décimo
inning para que Aragua dejara en el terreno 8-7 a Leones del Escogido
Santo Domingo, República Dominicana.- Aragua volvió a echar
mano de su carácter en la postemporada. Una vez más demostró que nunca baja los
brazos, sin importar cuán difícil sea la tarea que tenga en frente.
Luego de empatar un partido que perdía en el noveno por una
carrera y out en la pizarra, contra el estelar cerrador del Escogido, Fernando
Rodney, los Tigres coronaron su remontada en la parte baja del décimo inning,
gracias a un hit impulsor del campocorto Juniel Querecuto, que dejó tendido en
el terreno del Estadio Quisqueya Juan Marichal, al monarca dominicano tendido,
con marcador de 8-7.
Hace apenas una semana, el equipo dirigido por Eduardo Pérez
estuvo a dos outs de ponerse abajo en la Serie Final 0-3 contra Magallanes,
pero protagonizó un regreso imposible y ganó cuatro juegos seguidos para
llevarse el cetro de la LVBP y comprar el boleto para la Serie del Caribe.
“Pensé en eso”, admitió Pérez. “Lo hicimos en Maracay,
contra uno de los mejores taponeros de Venezuela (Hassan Pena) y aquí lo
conseguimos frente a de los mejores cerradores de República Dominicana y el
beisbol. Todos sabemos lo que puede hacer Rodney. Fue una gran satisfacción,
venir de atrás nuevamente”.
Justo como ocurrió antes, los aragüeños consiguieron el
batazo en el momento oportuno y encontraron en el novato Querecuto un nuevo
héroe.
“Muy contento con todo lo que he logrado con trabajo y los
consejos de mi padre (Juan), que debe estar saltado de la alegría. Creo que ha
sido una temporada redonda”, señaló el joven, de 23 años de edad, tomado como
refuerzo de Cardenales de Lara.
Hernán Pérez abrió la entrada decisiva con un largo doble
por la derecha, contra el relevista José Veras, y luego se movió a tercera,
después de un toque de sacrificio de Sandy León. El experimentado Alex Núñez
emergió por Oscar Salazar y abanicó la brisa. Entonces la responsabilidad quedó
en manos del bisoño Querecuto, que respondió con un batazo en línea por el
medio del campo, tras pescar apenas el segundo envío de Veras en el turno.
“Salí concentrado. Tenía que traer esa carrera a como diera
lugar y lo conseguí. Sabía que me iban a trabajar con pitcheos quebrados, pero
logré conectar uno. Nunca dudamos durante el partido. Salimos a guerrear”,
destacó Querecuto.
El abridor Austin Bibens no estuvo bien en el montículo y la
defensa no lo respaldó. Pero luego de abandonar el juego en el tercer inning,
con cinco carreras a cuestas, cuatro de ellas limpias, el bullpen solo permitió
dos anotaciones más en ocho capítulos, incluidos dos de Ronald Belisario, que
ganó el partido.
Con un par de victorias, ambas por una anotación, Aragua
tiene un pie en las semifinales del torneo y este miércoles buscará
clasificarse.
“No me gusta contar los pollitos antes de nacer. Tenemos que
seguir fajados. Fue un gran regreso. Pero ahora tenemos que jugar contra México
(Venados de Mazatlán), que es uno de los mejores equipos de la serie”, enfatizó
Pérez. “Tenemos que seguir ganando. En Venezuela tuvimos una gran primera mitad
y luego decaímos. No me confío”.
Dariel Álvarez conectó un fuerte roletazo que desvió el
guante de Rodney y se apuntó un infield hit que remolcó el empate en el cierre
del noveno. El cubano terminó el juego con tres impulsadas, incluidas dos con
un triple que coronó un racimo de trío de rayitas en el tercer inning, que en
ese instante también niveló la pizarra (4-4).
“Fue una derrota dolorosa, porque la ofensiva funcionó y
llegamos al séptimo inning en ventaja”, se lamentó Luis Rojas, manager del
Escogido. “Ahora tenemos que mantener la confianza, reagruparnos y aprovechar
el día libre (miércoles) para descansar al bullpen, que ha tirado muchas
entradas”.
Los Leones marchan últimos con dos derrotas seguidas, pero
Rojas piensa que todavía están en carrera por el título del Clásico Caribeño.
“Hay que mirar hacia adelante y enfocarnos en el próximo
compromiso. Podemos meternos en las semifinales”, subrayó.
Aragua terminó con 11 hits el partido y produjo ocho
rayitas, luego de apenas sacudir siete inatrapables y pisar el plato dos veces
en la víspera.
“Creo que es un buen síntoma. Los muchachos siguen
batallando y se vieron mejor a la ofensiva. Regresamos después de estar abajo
4-0 en el segundo inning. Sé que van a venir cosas buenas”, puntualizó Pérez.
A juzgar por los resultados. Nadie podría refutar la
optimista afirmación del estratega.
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