El derecho considera que su éxito con los Navegantes se debe al dominio que ha tenido sobre la curva
Deolis Guerra ha encontrado consistencia en un momento en el que Magallanes no ha podido ganar con regularidad. El derecho, pese a su inexperiencia en la liga, se ha convertido en el lanzador más confiable en la rotación de los Navegantes, desde la salida de Sean Gallagher y Anthony Lerew, incluso luce como el as que no pudo ser Fernando Nieve. Un éxito que casi no ha sido notado por la situación en la que se encuentra el club.
“Todo lanzador quiere tener esa regularidad y ser pieza importante en las victorias de su equipo. Es lo que he intentado hacer todo este tiempo”, destacó Guerra, que marcha con una efectividad de 3.12, la mejor entre los iniciadores filibusteros en esta etapa de la campaña, y récord de 2-1.
“El chico tiene muchos deseos. Cada vez que está ahí afuera nos da la oportunidad de ganar”, destacó el manager Dan Radison.
En dos sus últimas tres aperturas, Guerra ha abandonado el montículo con ventaja en el marcador, pero el bullpen no ha podido mantener la diferencia. En seis de sus siete aperturas ha permitido tres o menos carreras limpias, mientras que el único encuentro en el que fue derrotado (8 de diciembre) retiró a los primeros 11 hombres que enfrentó, antes de ser emboscado por los Leones en el quinto inning. Si no se incluyera esa salida --en la que le pisaron cinco veces el plato en 4.1--, el promedio de anotaciones limpias caería a 2.54.
“Pienso que la confianza en mí mismo ha sido muy importante”, señaló Guerra.
Sus progresos con relación a las dos zafras anteriores, en las que dejó registro combinado de 2-0 y 6.59 de efectividad, tienen que ver con el dominio que ahora tiene de la curva.
“Trabajé durante todo el verano en la curva, un pitcheo que hasta ahora no había lanzado con efectividad. Con Magallanes me ha ayudado a salir de apuros muchas veces. Combino ese envío con mi recta (de 91 mph) y el cambio para sacar de paso a los bateadores”.
Guerra también ha exhibido un control casi quirúrgico. En 43.1 innings suma 36 ponches por apenas 5 boletos.
“Ha progresado como pitcher, aunque todavía no hemos visto lo mejor de Deolis”, señaló Iván Arteaga, que trabaja como instructor de pitcheo en ligas menores de Minnesota, la organización a la que pertenece Guerra.
“Los resultados que está consiguiendo hablan de la capacidad para adaptarse y tener éxito en los niveles fluctuantes de la liga. En ocasiones puedes medirte en un inning a peloteros clase A y en el siguiente enfrentar a bateadores sin clasificación o triple A. Eso forma parte de su desarrollo. El resto tiene que ver con su madurez. Deolis es un tipo centrado, tiene conciencia de lo que quiere. Es el lanzador que hace el trabajo, sin que su presencia se note”, agregó Arteaga.
Guerra piensa que su nueva pasantía con Magallanes le ayudará en los entrenamientos de primavera.
“Vine sin limitaciones de ningún tipo. El objetivo era ganar innings y es lo que estado haciendo. Acabo de tener mi primera experiencia en triple A y en el spring training seguiré trabajando para seguir mejorando. Ese siempre es el mi plan”.
Cotizado prospectoDeolis Guerra firmó por un bono de 700 mil dólares con los Mets de Nueva York en 2005, cuando apenas era un adolescente de 16 años de edad. En 2006 se saltó la categoría de novatos y fue enviado a clase A. Dos años después llegó a Minnesota como pieza fundamental en el cambio múltiple que envió a Johan Santana a los metropolitanos. Pero, pese a ser el único pelotero de aquel canje que todavía sigue con los Mellizos, su carrera no ha sido la que proyectaban los scouts.“Hay que recordar que tiene 21 años. No todos lanzadores son como Félix Hernández. Deolis tenía una gran madurez mental cuando lo reclutaron, pero su cuerpo no estaba listo. Físicamente ahora es cuando está respondiendo. Él está comprometido consigo mismo y quiere llegar a las mayores. Su futuro está allí”, enfatizó Iván Arteaga.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 27 de diciembre de 2010. Esta versión ha sido revisada y actualizada