Grégor Blanco |
La votación para elegir a los mejores peloteros del campeonato cierra hoy y en los próximos días se revelarán los nombres de los ganadores. Este año la competencia luce cerrada en las selecciones de Jugador Más Valioso y Pitcher del Año, pero con favoritos claros. En nuestra planilla colocamos Grégor Blanco, de La Guaira, y Austin Bibens-Dirkx, del Zulia.
Blanco fue el catalizador de la mejor ofensiva del campeonato. Gracias a él la parte media de la alineación de los Tiburones pudo producir tantas carreras. El caraqueño se embasó en 53 de los 57 juegos en los que apareció en la alineación. Estuvo en circulación 119 veces y anotó en 47 oportunidades, cifra tope en la liga, que significó el 14% del total guairista (338).
Encabezó el circuito en OBP (.478), terminó tercero en average (.337) y slugging (.520), fue uno de los siete peloteros del circuito que alcanzó 100 o más bases (102), pero el único que lo hizo como primer bate; mientras que fue líder en bases por bolas (47) y robos (17). Todo jugando una defensa por encima del promedio en el center field.
Pero quizás la estadística que ilustra mejor lo hecho por Blanco es el OBP. Fue segundo con .985, detrás de Bryan LaHair (.995). El OBP se calcula sumando el porcentaje de embasado al slugging y refleja la habilidad de un pelotero para estar en circulación y golpear con poder. Un OPS de .900 o más coloca al pelotero en una reducida élite.
En la segunda casilla, en nuestra preferencia para el MVP, apareció Jesús Flores. En principio iba a compartir la receptoría del Magallanes, pero Robinson Chirinos se lesionó y terminó asumiendo la titularidad. En la primera mitad de la zafra fue el pelotero más destacado e indiscutible MVP. Terminó octubre con una extraordinaria línea de producción (.393/.424/.625), pero sus números fueron cayendo a medida que avanzó el torneo. Encabezó a los receptores con 50 partidos, un logro sin duda, y terminó cuarto en promedio (.332), quinto en jonrones (8) y tercero en remolcadas (39). Pero la regularidad de Blanco lo supera, pese a su presencia indispensable en el lineup de los Navegantes.
El derecho Bibens-Dirkx concluyó la ronda regular con 1.45 de efectividad y un WHIP de 0.95 en diciembre, cuando las Águilas más lo necesitaron. Fue el que más triunfos se adjudicó (7) y su promedio de carreras limpias se ubicó tercero (2.19), entre sus colegas. Los oponentes apenas le ligaron .201, pero cuando tuvo hombres en circulación ese promedio cayó a .168 y con corredores en posición de anotar a .170. Un total de 8 de sus 13 aperturas fueron de calidad y 11 veces tiró al menos cinco entradas. En el estadio Luis Aparicio exhibió EFE de 0.88 en 30.2 entradas y le ligaron .170, con récord de 3-1. En la carretera su EFE fue de 3.04, muy por debajo del promedio de la liga (3.77), con marca de 4-2. Sus números globales superaron lo hecho por Eric Junge y Renyel Pinto, los otros candidatos.
En la casilla de Regreso del Año ubicamos como primero a Mario Lisson. Luego de un año fuera por lesión y de llegar a ser figura emergente del Caracas, el infielder volvió con el uniforme de Magallanes e implantó marcas personales en promedio (.280), jonrones (11) e impulsadas (29). Llegó a la nave sin un puesto fijo y en la segunda mitad se convirtió en regular. Golpeó .370 en las victorias del equipo, con 6 jonrones y 15 remolcadas.
Los últimos dos premios Novato y Manager del Año fueron para La Guaira, en mi planilla. Héctor Sánchez superó por mucho al resto de los reclutas del circuito y Marco Davalillo, un gran motivador, recuperó la confianza de un equipo con muchos problemas y lo llevó al primer lugar.
Esta columna apareció publicada en el diario El Nacional el 9 de enero de 2012
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