El utility ha sido uno de los que más ha contribuido
con el éxito de la nave, pero en la final no tiene cabida en el lineup
BARQUISIMETO
Una de las virtudes del Magallanes durante toda la
temporada ha sido la profundidad en cada una de sus filas.
Antes de reportarse figuras de la talla de Elvis
Andrus y Pablo Sandoval, Darwin Pérez y Mario Lisson tenían estatus de
regulares en el equipo. Cuando se marchó José Altuve, emergió Reegie Corona,
que se ha mantenido como regular en la mayoría de los encuentros de la
postemporada.
Pero sólo pueden jugar nueve y, algunos peloteros
que fueron clave, en este momento deben apelar a la paciencia para conseguir un
turno.
“Es difícil cuando estás acostumbrado a jugar a
diario”, asegura Lisson. “Este año comencé como jugador de todos los días.
Cuando cambia ese rol debes prepararte mentalmente durante el juego y esperar
que te llamen. En este momento es difícil conseguir turnos. Así que cuando te brindan
la oportunidad debe aprovecharla”.
Lisson se unió a los Navegantes durante el receso de
la campaña anterior proveniente del Zulia, a cambio de Freddy Galvis, y
estableció marcas personales en jonrones (11) y remolcadas (29). En la
eliminatoria de la 2012-2013, su aporte en el rendimiento del club fue
importante, sobre todo en la primera mitad.
“Es la mejor etapa de mi carrera y creo que se debe
a la confianza que han depositado en mí. Los números lo dicen”, señala Lisson.
“Mi etapa con Caracas fue un poco difícil. Después de mi año de novato, nunca
tuve oportunidades y con las Águilas me lastimé. Aquí me apoyaron y he podido
responder. Ahora, si bien tengo pocas oportunidades, debo respaldar la presencia
de todas esas figuras, que están entregados al equipo y quieren darle su
primera corona en 10 años”.
El caraqueño, de 28 años de edad, fue factor
fundamental en el round robin, cubriendo las espaldas de Juan Rivera, mientras se
recuperaba de molestias en la corva izquierda, y luego de Sandoval, que se
perdió un par de días por una inflamación en el colon.
Ayudó en dos victorias, con par de jonrones, uno
contra Caracas en extra innings, y otro frente a Caribes, que catapultaron a
los valencianos a la final.
“Pensé que cuando Ramón (Hernández) se marchara iba
a jugar en la primera base, pero al parecer la idea (de la gerencia) era otra”,
se lamenta. “La expectativa siempre será estar todos los días en el terreno.
Ningún pelotero dirá que prefiere quedarse sentado o salir como emergente. Sólo
resta estar preparado, sin importar la situación”.
El Panda tenía permiso jugar hasta ayer y si esa
circunstancia no cambia. Lisson será el encargado de paliar su ausencia.
“Esperaré esa y cualquier otra oportunidad”.
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 27 de enero de 2013
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