domingo, 21 de agosto de 2011

Décimo Inning


La promoción de Salvador Pérez al equipo grande de Kansas City, hace un par de semanas, elevó a 20 el número de receptores venezolanos que han estado en roster de 25 en algún momento de la temporada de grandes ligas. La cifra equivale al 24% del total 84 peloteros que dan forma a la delegación criolla.
Hasta hace una década, tal cantidad de catchers en una misma zafra era impensable.
Héctor Sánchez
Entre 1939 y 2000, un lapso 61 años, el país apenas envió a las mayores a 12 caretas: Baudilio Díaz (1977), Tobías Hernández (1984), Carlos Hernández (1990), Eduardo Pérez (1995), Alex Delgado (1996), Robert Machado (1996), Raúl Chávez (1996), Henry Blanco (1997), Ramón Hernández (1999), Wiki González (1999), Fernando Lunar (2000) y Clemente Álvarez (2000). De ellos, sólo Díaz y Ramón Hernández llegaron a ser titulares en dos o más zafras.
El viernes regresó con San Francisco, Héctor Sánchez, uno de los cinco debutantes en la posición en 2011 y, como Salvador Pérez, futuro regular del equipo. Los otros son Robinson Chirinos (Tampa Bay), Manuel Piña (Kansas City) y José Yépez (Seattle). A ellos se sumará Jesús Montero, el 1° de septiembre, cuando se expandan los rosters.
El carabobeño, primer prospecto de los Yanquis, ostenta el récord del bono más alto recibido por un máscara tricolor, el 2 de julio, con 1,65 millones de dólares.
Julio Franco, coordinador de scouts de Oakland en Latinoamérica, tiene una teoría para explicar el boom.
“Pienso que se debe a la inversión que han hecho las organizaciones en contratar más scouts para cubrir todo el país en la búsqueda de prospectos y a la gran labor de los agentes que desarrollan jugadores con chance de firmar”.
Pero para el curtido cazatalentos, existe una característica fundamental, que es determinante en la formación del futuro catcher.
“Hoy día, los muchachos son bachilleres o están cursando el último año de bachillerato, al momento de ser firmados, porque los padres primero piensan en verlos graduados. Eso no ocurre en República Dominica (el mayor exportador de peloteros a las mayores). En ese país hay mucha ausencia en las escuelas por la necesidad de ir a jugar. Debe recordarse que la receptoría requiere de mucha inteligencia porque es una posición netamente defensiva, en la que debes bloquear, lanzar a las bases y llevar a los lanzadores. En eso estamos adelantados”.
Richard Castro, supervisor de scouts de Kansas City, concuerda con la opinión de Franco y añade otro elemento al análisis.
“Nuestros jóvenes son muchos más inteligentes y maduros que incluso los estadounidenses. Se suponía que Salvador Pérez estaba detrás de Wil Myers, tomado en la tercera ronda del draft (2009), pero su desarrollo fue tal en la posición, que a Myers lo mudaron al outfield. A esto se suma la suavidad de manos de nuestros catchers porque algunos se desempeñaron en otras posiciones. Pérez fue jardinero. Henry Blanco era infielder".
En los últimos años a esas cualidades defensivas se ha sumado la producción con el bate. Miguel Montero, de Arizona, lidera a sus colegas de la Liga Nacional con 61 producidas. Oscar Hernández, promesa de los Rays, acaba de ganar la triple corona de la Venezuelan Summer League.
“Por alguna razón, los receptores venezolanos, también pueden batear. Algo que es difícil de conseguir en el resto de los países del área”, puntualizó Carlos Alfonso, director de operaciones internacionales de Tampa Bay.
La veta parece inagotable. En julio, los receptores de 16 años de edad, Mark Malavé (Cachorros) y José Ruiz (Padres) se unieron al selecto club de los bonos millonarios. El primero recibió un incentivo de $1,6 millones y el segundo de $1,014 millones, sólo por firmar.

Esta columna apareció publicada en el diario El Nacional el 21 de agosto de 2011

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