El Comité Histórico los llevó al Salón de la Fama. Las dos figuras del deporte nacional aseguraron
estar sorprendidas por la elección, pero felices con el reconocimiento
VALENCIA
A Dámaso Blanco y Juan Vené les llegó la
inmortalidad sin esperarla. El primero descansaba en la habitación de un hotel,
luego de viajar en la madrugada de ayer de Caracas a Valencia, tras el
maratónico partido del miércoles entre Magallanes y La Guaira en el
Universitario. El segundo atendía sus labores cotidianas de periodista, en su
residencia en Coral Glabes, Florida.
“No lo esperaba, pues no está en mi naturaleza
competir por premios. Pero cuando me enteré sentí una gran alegría. En cuestión
de segundos pasaron por mi mente muchos momentos importantes de mi carrera. Las
personas que me ayudaron, mis padres, mi esposa y mis hijos. Todos aquellos que
tuvieron algo que ver con mi desarrollo como pelotero”, dijo Blanco.
“Me siento como un telefonista”, bromeo Vené, al
otro lado de la línea telefónica. “No sabía nada de eso, quizás por no estar en
Venezuela no tengo el palpitar diario. Me llamaron y creí que me estaban
tomando el pelo. Para mí es un honor llegar al lado de Dámaso Blanco”.
Ambos fueron exaltados ayer al Salón de la Fama del
beisbol venezolano con los votos del Comité Histórico en las categorías Jugadores
y Personalidades, respectivamente.
Vené apareció en las planillas de 10 de los 28
electores y superó a los otros dos finalistas, Marco Antonio de La Cavalerie y
Carlos González, dos las voces más importantes en la historia de la narración
deportiva del país; mientras que Blanco se impuso con otros 10 sufragios a Balbino
Inojosa (6) y Guillermo Vento (8), estrellas durante la primera mitad del siglo
XX.
“Pienso que formamos parte de un país que se está
quedando sin memoria, tenemos la tendencia de olvidar a los fundadores, a los
que hicieron posible el presente y el futuro que tendremos, y solo recordamos lo
inmediato, por eso pienso que es importante el trabajo que ha hecho el Comité
Histórico”, destacó Blanco, de 72 años de edad
El Brujo de Curiepe, como fue conocido por su
excelsa defensa en la antesala, jugó 16 años en la LVBP, actuó en las grandes
ligas con los Gigantes de San Francisco (1972-1974) y durante más de dos
décadas ha trabajado en los medios radioeléctricos como comentarista.
“Soy el compendio de todas esas etapas. Fui Novato
del Año (1960-61), campeón Panamericano (1959), conseguí títulos con Caracas y
Magallanes. Pero también he sido analista en los medios. Una cosa es
consecuencia de la otra. Mi vida es el beisbol y el Salón de la Fama es el
techo, no creo que haya nada más. Por eso estoy tan honrado”, agregó Blanco.
Vené comenzó como reportero en junio de 1947 y ha
trabajado en todas las fuentes del periodismo en varios medios, además de
escribir y publicados 19 libros. Desde octubre de 1960 se ha dedicado a cubrir
las incidencias de las mayores.
“Trabajé bastante, como periodista, muy poco como
narrador, apenas cuatro años. Como periodista todavía estoy pendiente del
beisbol venezolano”, indicó el fablistán, de 84 años de edad.
Blanco espera compartir con su esposa Lourdes y sus
hijos Ronnie, Randie y Redgie, cuando sea exaltado. “Son los pilares de mi
vida”, enfatizó.
Vené esperará a que le informen cuando tendrá que
viajar hasta Valencia, para asistir a la ceremonia en el Museo del Beisbol.
“En realidad no me han dicho cuándo, me gustaría
saberlo con tiempo por el tema de los pasajes. Será muy emocionante, son cosas
que ocurren una vez en la vida. Es una buena herencia para el periodismo
venezolano”.
Carrión y Hurtado siguen esperando
Por primera vez, en 10 años de los procesos eleccionarios, el Comité Contemporáneo no exaltó al menos a un jugador.Esta vez ninguno de los elegibles obtuvo el porcentaje mínimo del 75% de los votos emitidos válidos.Leonel Carrión estuvo muy cerca con 72%, seguido de Edwin Hurtado (70%), Leonardo Hernández (65%) y Oswaldo Blanco (59%).
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 22 de Noviembre de 2013
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