Al zurdo, que se reencontró con varios rostros conocidos en Magallanes, le motiva actuar con los Navegantes
para intentar regresar a las grandes ligas en 2014
VALENCIA
Ted Lilly llegó a Valencia a las 5:00 de la mañana
del sábado y a las 2:00 de la tarde estaba soltando pelotas en el José Bernardo
Pérez.
El zurdo subió a un vuelo el viernes en la localidad
californiana de San Luis Obispo, donde reside, desde allí hizo escalas en
Phoenix y Atlanta hasta Caracas. Luego se trasladó en automóvil desde Maiquetía
a la capital carabobeña.
“Fue un largo viaje, pero estoy feliz, valió la pena”,
sonrió el lanzador. “Fue sorprendente ver tantas caras conocidas cuando caminé
por el clubhouse. Allí estaban Carlos Zambrano con quien compartí en Chicago;
Gustavo Chacín compañero en Toronto; Ramón Hernández que fue mi catcher en
Oakland y hemos sido amigos durante casi un década”.
Lilly, de 37 años de edad, fue dejado libre por los
Dodgers el 4 de agosto. Pero la última vez que participó en un encuentro fue el
6 de julio, en ligas menores.
“Decidí venir a Venezuela porque aquí se juega un buen
beisbol y quiero volver a lanzar en las mayores. Hace mucho tiempo que subo al
montículo y necesito demostrar que todavía puedo seguir”.
Lilly pasó buena parte de la campaña en la lista de
lesionados, al igual que en 2012, como consecuencia de un problema crónico en
el cuello y una lesión en la parte baja de la espalda
“Me siento muy bien. Estoy saludable. Lidié con esos
problemas y me sometí a un procedimiento en el cuello a principios de octubre.
Ahora debería estar bien”, afirmó.
El experimentado jugador estuvo entrenándose antes
de viajar.
“Teníamos planificado que lanzara (ayer) un juego
simulado. Pero no pudo llegar el jueves como estaba previsto por un retraso en
su vuelo. Así que el ejercicio lo haremos el domingo (hoy), cuando estará
recuperado del viaje”, señaló el coach de pitcheo, Roberto Espinoza. “Me dijo
que ha hecho siete bullpens y lo vi soltando bien”.
“Estoy muy cerca de mi forma óptima. Quizás necesite
un poco de resistencia para poder ir unos 100 pitcheos, porque trabajé pocos
innings este año”, agregó Lilly, que esperaba reunirse ayer con el piloto Luis
Sojo.
“Todavía no he visto a Luis. También fue mi
compañero de equipo con los Yanquis (entre 2000 y 2002). Así que es sensacional
tenerlo como manager. Es un gran tipo, se relacionaba con todos. Su personalidad
era especial”.
Lilly no sabe si se quedará todo lo que resta de
campaña. Regresará a Estados Unidos en Navidad y luego decidirá si volverá.
Mientras, aspira a competir y ayudar a los Navegantes.
Expectante por el Caracas-MagallanesTed Lilly será espectador esta tarde de su primer duelo entre Caracas y Magallanes, la rivalidad más enconada en la historia de la LVBP.
Su amigo, Jay Gibbons, que está a prueba por la gerencia de los Navegantes en la Liga Paralela, le contó de qué se trata cada uno de los duelos entre los Eternos Rivales y Lilly se ha hecho una idea clara de lo que verá.
“He escuchado mucho sobre esos partidos y será agradable estar aquí para verlo. Jay, un gran amigo, me dijo que tal vez el estadio tenga un aforo de 20 mil aficionados, pero que suena si se tratara de un partido fútbol americano universitario. Como si estuvieran allí 80 mil personas gritando”.
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 10 de Noviembre de 2013
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