Lively se ha convertido en figura del Magallanes y aspira a hacer el grado con los Gigantes la próxima primavera, pero en sus días de universitario llegó a sopesar la idea de jugar fútbol americano
Mitch Lively no comenzó su carrera como pitcher. De
hecho, ni siquiera jugaba beisbol. En su primer año de universitario en
Sacramento State, era un atleta al que le entusiasmaba jugar fútbo americanol
.
Pero hizo una prueba con el equipo de pelota de los
Hornets y su única opción de quedarse era como lanzador. Así que después de una
sesión de bullpen, descubrió que podría intentarlo.
“Era pateador. Pero esos días (de fútbol) quedaron
atrás. Terminé con eso. Aunque lo hago de vez en cuando por diversión. Además
soy aficionado a los Raiders (de Oakland) y son terribles, realmente apestan”,
sonríe el derecho, que este año se enfrentó a otro reto: convertirse en abridor
luego de seis campañas como relevista en el sistema de granjas de las mayores,
tras ser drafteado por los Rockies en 2007.
“Nunca había iniciado antes de este verano, pero en
los últimos años había sido usado como relevista largo, de tres o cuatro
innings. Así que me adapté rápido a la necesidad de ir un poco más largo en el
juego. Eso me ha ayudado a desarrollarme. No se trata de entrar y salir, sino
de estudiar con más detenimiento a los bateadores. Mi resistencia ha ido
mejorando”.
Con el Fresno, filial triple A de San Francisco,
tiró 124 entradas, más del doble del promedio de su carrera, y con Magallanes
en 6 de sus 8 aperturas ha logrado completar 6 o más capítulos y solo en una
salida se quedó a un out de los 5 tramos.
“Lancé el año pasado para Bravos, así que sabía el
calibre del equipo que me estaba contratando. Se trataba de ponerse el uniforme
de los Yanquis de Venezuela. Estaba muy emocionado de regresar. Pero,
obviamente, no esperaba el éxito que he tenido hasta ahora”, señala Lively, que
lidera la liga con récord de 6-0 y efectividad de 1.09, mientras que antes de
la jornada de ayer marchaba segundo en ponches, con 37, a uno de Paolo Espino
(38). “He sido muy afortunado de poder vivir toda esta experiencia y ayudar al
equipo que está detrás de mí cada una de las noches en que subo al montículo”.
El derecho, de 28 años de edad, planea marcharse
después del viernes, cuando realizará su última salida, contra Caracas.
“Venir aquí definitivamente me ayudó a trabajar mis
envíos en diferentes cuentas. En los Estados Unidos nunca lanzo tres o cuatro
sliders seguidas. Aquí puedes hacerlo y tirar tus pitcheos cuando los necesitas
contra muy buenos bateadores desde el primero al noveno bate”.
Con esos nuevos conocimientos tratará de ganarse un
puesto con los Gigantes en la primavera de 2014. Hace tres años, Ryan Vogelson
tuvo una destacada actuación en el país con los Tiburones y se convirtió en
figura de San Francisco.
“Vaya, no había reparado en eso. Obviamente mi meta
es llegar a las grandes ligas. Por eso juego beisbol. Sólo trato de estar saludable
y ver qué ocurre cuando se abra el campamento en Arizona. Así que debo
prepararme lo mejor que pueda. Tal vez tengan disponibles un lugar en la
rotación y otros dos en el bullpen. No importa dónde. Espero aprovechar la
oportunidad”.
Mientras llega ese momento, seguirá disfrutando su
estadía en Valencia, donde es tratado como una estrella de rock. A fin de
cuentas sus tres triunfos contra Caracas son la mayor cantidad para un pitcher
de la nave en 20 años, desde los tiempos del “Domador de Leones” Juan Carlos
Pulido.
“¿Mi mejor recuerdo de esta nueva experiencia en
Venezuela? De lejos, lanzar en un Caracas-Magallanes. Nunca antes había estado
en un partido con tanta intensidad, con esa atmósfera y esa multitud de
aficionados gritando durante los 9 innings. Jamás olvidaré mi primer partido
contra los Leones”.
Esta columna apareció
publicada en el diario El Nacional el 25 de Noviembre de 2013
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