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El slugger piensa que Lara puede recuperarse de su mal
inicio y meterse entre los cinco clasificados
Cardenales comenzó la semana en el último lugar de la LVBP,
tras un octubre para el olvido. Pero Carlos Rivero no pierde el optimismo.
El líder jonronero de la temporada tiene razones para pensar
que Lara puede remontar la cuesta y borrar la imagen negativa que dejó durante
el primer mes de temporada.
“Tenemos que seguir peleando cada juego”, dijo poco después
de concluir la práctica, antes del encuentro contra los Leones del Caracas en
el Universitario. “Todos estamos en la misma página. En este instante no hay
que preocuparse por los juegos que nos separan del primer lugar. La mentalidad
es ir juego a juego y clasificar, así sea de quintos. Todavía queda un buen
trecho por recorrer en la temporada”.
Los crepusculares perdieron 13 de sus primeros 15 partidos,
el peor inicio de campaña para la franquicia de Barquisimeto en los últimos 20
años. Aunque el mal momento parece haber quedado atrás. El equipo que dirige
Félix Fermín dejó balance de 4-2 durante la cuarta semana del torneo jugando un
buen beisbol.
“Logramos obtener los resultados que esperábamos desde el
comienzo. Se juntaron las cosas y dentro de poco se nos unirán hombres
importantes (Rómulo Sánchez, César Hernández y Luis Valbuena). Solo tenemos que
mantener el enfoque”.
El club incorporó esta semana a su rotación a los importados
Carlos Hernández y Erasmo Ramírez, lo que permitirá que César Jiménez regrese
al bullpen para darle mayor profundidad al maltratado cuerpo de relevistas de
Lara.
Mientras, Rivero aspira a seguir produciendo en la mitad de
la alineación. El infielder comenzó la jornada del martes con .313 de promedio,
6 jonrones y 11 remolcadas, a pesar de estar casi una semana fuera por
amigdalitis.
“Me mantengo trabajando, haciendo ajustes en el swing. Lo he
hecho durante todo el año y los batazos han salido”, señaló Rivero, que es uno
de los siete jugadores en el circuito que desde la temporada 2011-2012 han
conectado 25 o más cuadrangulares.
“Pienso que la clave ha sido minimizar los movimientos en el
plato antes de hacer swing. Cuando me movía en exceso no tenía la vista fija en
el lanzador. Eso cambió. También estoy sacando el pie (izquierdo) temprano al
momento de batear y eso me está dando buenos resultados”.
Rivero llegó a Lara, proveniente de Bravos de Margarita, en
un cambio durante el receso de campaña, que involucró a Luis Jiménez y Mario
Martínez. Además de Rivero, Cardenales a César Hernández.
En su primera temporada con los pájaros rojos, el
barquisimetano, de 26 años de edad, está respondiendo a las expectativas y su
fuerza ha evitado que echen de menos la presencia de Jiménez en el Antonio
Herrera Gutiérrez.
“Jugar en mi ciudad me motiva. Estoy con mi familia, que es
cardenalera. Así que no puedo estar mejor y deseo no solo ver a Lara metido en
la clasificación, sino disputando el título. Por eso quiero estar aquí hasta el
final”.
Una nueva oportunidad. Rivero fue tomado de lista de waivers
por los Marineros, luego que los Medias Rojas lo sacaran del roster de 40.
El recio bateador derecho debutó este año en las grandes
ligas con Boston y se fue de 7-4, con par de dobles, un vuelacercas y tres
empujadas, en cuatro juegos, tras dividir el año entre Pawtucket (AAA) y
Portland (AA).
“Estoy enfocado en Cardenales, pero sabía que por mi buena
temporada de 2014 alguien se iba a interesar en mí y estoy satisfecho que haya
sido Seattle, un equipo con el que puedo tener mayores posibilidades que en
Boston. Los Medias Rojas son agresivos invirtiendo dinero y por lo que leí en
los periódicos, irán al mercado de agentes libres para firmar a un tercera
base. Yo no estaba en sus planes”, analizó Rivero, que espera luchar por un
puesto en los entrenamientos de primavera. “Voy a prepararme lo mejor posible”.
Esta nota apareció publicada en la LVBP.com el 4 de
Noviembre de 2014
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