Fotos: AVS PHOTO REPORT |
Los Caribes dominan la liga sin sobresaltos en medio de un
ambiente fraternal
VALENCIA
Los Caribes de Anzoátegui están en medio del mejor inicio de
temporada en la historia de la franquicia y, a ratos, lucen en un nivel
superior al resto de los equipos de la Liga Venezolana de beisbol Profesional.
El club no parece tener fisuras y, en los últimos 12 años,
su récord de 17-2 solo es comparable con el balance de 16-3 que exhibieron los
Tigres de Aragua al comienzo de la zafra 2002-2003, truncada por el Paro
Nacional.
“Esperas que tu equipo gane, pero jamás soñé con una
arrancada como esta”, suelta el manager Omar López, que se estrena como
estratega en la LVBP.
Tras 11 victorias seguidas, López es cauteloso. No quiere
exceso de confianza en sus dirigidos.
Aunque cualquiera podría obnubilarse.
“Estoy satisfecho. Pero para ser honesto, no soy ni más ni
menos por esos triunfos. Solo escucho los halagos de mi familia. Sigo con los
pies sobre la tierra. Pienso que todos lo tomamos con mucha humildad. Ahora
mismo, lo importante es mantener la consistencia, algo bastante complicado por
el calendario, pues estás una semana en casa y la otra viajando, y las características
del circuito”
Todas las noches Anzoátegui ejecuta. Parece una máquina de
hacer beisbol. Alguien siempre resuelve los partidos, de una manera u otra.
“Tengo una comunicación franca con mis coaches y los
peloteros. Respondemos a un plan y lo llevamos a cabo. No titubeamos. Hablamos
mucho antes de cada partido. De eso se trata”, puntualiza López.
Cody Hall, el relevista estrella de la tribu, se encoje de
hombros cuando trata de explicar el momentum
que viven los orientales.
“Nadie trata de ser héroe. Simplemente pasa”, dice el
estadounidense, de 26 años de edad, que lidera el circuito en salvados, con 7,
y al mejor cuerpo de relevistas de la campaña 2014-2015. “No importa si estamos
abajo por cinco carreras, estos tipos siempre encuentran la manera de regresar
y ganar. Nos divertimos. Es lo que hacemos. Formar parte de este club es la
mejor experiencia que he tenido. Todo este entusiasmo se contagia”.
“Es hasta gracioso presenciar lo que está ocurriendo”,
interviene Rouglas Odor, coach de banco de la tribu. “Ganamos en todos los
escenarios. Si estamos abajo, remontamos. Si nos empatan el juego, encontramos
la manera de reaccionar. Si los abridores no funcionan, el relevo hace el
trabajo. Es como cuando un bateador se encuentra en medio de una buena racha.
Le paga mal a la bola y cae un blooper
detrás de segunda. Es el único símil que puedo encontrar”.
La gerencia de Caribes ha hecho movimientos para fortalecer
sus granjas y darle profundidad al equipo en años recientes.
Durante el receso de temporada, Anzoátegui estuvo
involucrado en uno de los cambios más importantes que se haya registrado
durante el último lustro en la LVBP. Los portocruzanos enviaron al jardinero
Avisail García y al campocorto Eduardo Escobar a los Tigres de Aragua por el
outfielder Oswaldo Arcia, el shortstop Orlando Arcia, el infielder Williams
Astudillo y el receptor Rossmel Pérez.
Orlando Arcia, de apenas 20 años de edad, encabeza a sus
cofrades con 15 remolcadas, igualado con Oscar Salazar, y su defensa ha sido la
basa de la línea central del club.
“Es un buen equipo con mucho talento y armonía”, asegura el hermano
menor de Oswaldo. “Solo trato de ayudar en los triunfos. No reparo en las
estadísticas”.
No hay señales de que en algún momento bajarán el ritmo.
Anzoátegui tiene espacio para seguir creciendo. Pronto se incorporarán Oswaldo
Arcia, Ehire Adranza, que llegó en un canje con los Tiburones de La Guaira, Alexi Amarista, Jairo Díaz, Lester Oliveros y José Tábata.
“Los cambios son parte de un proyecto. Adquirimos peloteros
que puedan encajar en nuestras necesidades y que respondan a un perfil”,
refiere el piloto López. “Una vez que estructuras al equipo, el resto es
comunicación. Hablar claro y establecer roles. No ando con rodeos ni con
política. Esa franqueza ayuda a la salud mental del equipo. Los peloteros saben
qué esperar de mi”.
Tomás Pérez fue contratado como agente libre durante la
pretemporada y su aporte ha ido más allá de su gesta en pos de los 1.000 hits.
El ex grandeliga, de 40 años, ha aportado un bate productivo y versatilidad en
el campo.
“Es increíble ver a alguien jugar a ese nivel a su edad y,
vamos, llegó a 1.000 imparables. Es parte de la historia de la liga. No puedes
rendirte cuando observas a Tomás. Nunca nos rendimos”, acota Hall.
Niuman Romero, capitán de los indígenas, es parte del núcleo
que se ha mantenido unido desde antes del primer título del equipo conseguido
en la 2010-2011.
“Desde cualquier punto de vista es muy gratificante ser
parte de esto. Todos nos conocemos y reina la armonía. No hay diferencia entre
alguien que tenga un día o 10 años en el equipo. Todos somos iguales. No
existen grupos. El grupo es uno solo y peleamos los juegos con base a eso. No
importa quien esté jugando. El que se encuentra en la banca apoya al que esté
jugando. Incluso sentado, viendo el juego, puedes ayudar y dar un consejo. Nos
divertimos”.
El cemento que une los ladrillos de Anzoátegui es López, que
con 37 años es el manager más joven de la LVBP.
“Lo conocíamos. Cuando salió (Alfredo) Pedrique queríamos un
sustituto que formara parte de la organización y quién mejor que Omar. Todo lo
ha hecho más fácil. Cada quien está al tanto del papel que debe desempeñar y lo
acepta”, abunda Romero.
Entre el 15 noviembre y el 8 de diciembre de 1988, los
Leones del Caracas iniciaron una racha de 18 triunfos que dejó en el olvido el
antiguo récord de 17 implantado por su ancestro el Cervecería, durante la
contienda 1951-1952. Anzoátegui todavía está lejos de ese registro, pero no
sería una sorpresa que lo alcanzara.
“No lo sé. Quién sabe lo que ocurrirá mañana”, ríe Romero.
“Lo único que está en nuestras manos, que podemos controlar, es jugar duro para
ganar esta noche. Vamos a batallar día a día”.
Nadie puede dudarlo.
Esta nota
apareció publicada en la LVBP.com el 1º de Noviembre de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario