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El recluta se ha convertido en el principal productor de
carreras de Aragua y su rendimiento ha sido fundamental en la campaña
Renato Núñez dejó claro en la primera semana del campeonato
que sería una pieza importante para los Tigres. Apenas en su tercer partido se
convirtió en el único jugador de Aragua cuyo primer jonrón es un grand slam.
Desde entonces no ha parado de producir y este domingo
amaneció como líder de impulsadas (19) en la campaña y sus cuatro vuelacercas
solo son superados por los cinco que han conectado Eliézer Alfonzo, de Bravos,
y Carlos Rivero, de Cardenales.
La actuación de Núñez ha cubierto y dejado en segundo plano el
bajo rendimiento del veterano Mike Hessman, que pese a su más de 400
cuadrangulares en ligas menores, no ha estado a la altura de las expectativas.
“Renato ha sido de mucha ayuda, no ha golpeado para
promedio, pero sus batazos han llegado en situaciones importantes”, destaca el
manager Luis Sojo.
Antes de la jornada de hoy, el recluta, de 20 años de edad, exhibía
.258 (62-16) de average, pero ligaba .300 con corredores en circulación y en
posición de anotar, mientras que en su único turno con las almohadillas
repletas la sacó por el jardín izquierdo del Antonio Herrera Gutiérrez, a mitad
de las gradas.
“Solo trato de concentrarme y hacer un buen contacto cuando
consigo a mis compañeros en las bases. No busco hacer demasiado. Cualquiera en
este equipo puede hacer el trabajo”, señala el cotizado prospecto de los Atléticos
de Oakland.
Tras el primer mes de campaña, su bate ha sido casi que
insustituible. Sus vuelacercas y producidas representan el 36% y el 24% del
total del club, respectivamente.
“Como todo novato debe mejorar su juego, es parte del
proceso de todo pelotero, pero sus condiciones son especiales y su bate lo
llevará lejos”, agrega Sojo.
Núñez ha abanicado la brisa 20 veces en 62 oportunidades en
el plato. Una tendencia a poncharse que también ha mostrado en las granjas de
Oakland, pero todos los reportes de los scouts aseguran que cuando controle su
swing, deje de ser en extremo agresivo en cada turno y adopte una mejor disciplina
en el plato, podrá combinar poder con promedio. Hasta ahora, siete de sus 16 imparables
han sido extra bases.
“No trato de sacar la bola, solo busco un buen envío para
conectarlo”, puntualiza, Núñez que en cada una de sus tres últimas campañas en
ligas menores ha ido subiendo su número de jonrones.
En 2013 sacó 19, cuatro veces más que en 2012 (4), y este
año sacudió 28 dobles, 29 bambinazos y remolcó 96 carreras, en la Liga de
California (A+). Todas cifras tope en su palmarés personal.
“Todavía falla algunos swings, pero ha ido atenuándolo lo
suficiente como para ser más eficiente en el plato”, señaló recientemente,
Keith Lieppman, director de desarrollo de jugadores de Oakland, a MLB.com. “Renato
quizás tenga mayor poder que cualquier otro jugador en nuestras granjas. Ha
aprendido a utilizar todo el terreno y la forma de poner la bola en juego es
parte del proceso por el que está atravesando. Pienso que este año se centró en
tener buenos turnos y definitivamente ha mejorado mucho con respecto a la
temporada de 2013”.
Núñez es, junto con Teodoro Martínez, primer bate y
jardinero central de Aragua, uno de los principales novicios del torneo y tal vez
su nombre aparezca entre los candidatos al Novato del Año, cuando finalice la
campaña.
“Me honra saber que mi nombre pueda ser tomado en cuenta
para un premio tan importante. Teodoro y yo salimos al terreno sin presionarnos,
tranquilos, relajados. Ayudando en lo que podemos. Si ambos estamos en esa lista,
espero que gane el mejor. Aunque no es algo que me preocupe”, advirtió el
valenciano.
A diferencia de Martínez, que cuenta con dos años de experiencia
en doble A con los Rangers de Texas, Núñez enfrenta el reto de jugar por
primera vez en un circuito cuyo nivel le supera. Su edad está siete años por
debajo del promedio de la LVBP.
Sojo quiere que Núñez no se preocupe en exceso. Es un
pelotero en formación y no quiere lanzarlo “a los lobos” tan temprano. El joven
ha sido colocado en la parte baja de la alineación. La presión debe ser de
otros.
“Todos estamos jugando muy bien. No hay peso adicional.
Somos un equipo y estamos unidos. Por eso logramos las victorias. Aquí todos somos
iguales. Al menos es lo que siento”, insiste el recluta.
Por ahora, lo más importante es lograr ser consistente, la
principal falencia de los jóvenes talentos.
“Hasta ahora lo ha hecho bien, pero a los jóvenes hay que llevarlos
con calma”, refiere Sojo.
La adaptación de Núñez pasa por aprender en cada práctica,
en cada juego, en cada turno.
“Los coaches han hecho un excelente trabajo conmigo. No hay
nada que me digan que no lo aproveche y aplique cada noche. Me dicen que me
relaje y confíe en mis habilidades”, sañala el antesalista. “(Luis) Maza, uno
de los compañeros que más tiempo ha estado en el equipo, me ha ayudado bastante
en tercera base, sobretodo en el movimiento de pies. En esta posición debes estar
preparado y reaccionar de inmediato. Maza siempre me dice que me mantenga
alerta”.
Núñez, tercer mejor prospecto de Oakland según MLB.com, es
dueño de un poderoso brazo en la esquina caliente, pero todavía necesita
trabajar con sus manos y alcance hacia ambos lados. Todavía es muy joven, pero
algunos reportes aseguran que por su falta de rapidez podría mudarse en el futuro
a la inicial.
En sus cuatro zafras con los Atléticos exhibe un factor de
alcance de apenas 2.30, de acuerdo con Baseball
Reference, y ha cometido 91 errores en 826 chances (.890). Aunque en 2014,
solo pifió 15 veces y su porcentaje de fildeo fue de .931, el mejor de su
incipiente carrera. Lo que habla de ajustes importantes.
En principio, antes de firmar, se desempeñaba como receptor,
pero su bate lo llevó a la antesala, tras pactar con Oakland en 2010 por un
monto de 2,2 millones de dólares, el segundo bono más alto para una firma internacional
en la historia de la organización, solo superado por los $4,25 millones que
fueron a los bolsillos del dominicano Michael Ynoa, en 2008.
Un pelotero tazado en una cifra tan alta siempre estará bajo
observación y las comparaciones, en la mayoría de los casos injustas, pueden
significar una enorme carga. Algunos ejecutivos de los Atléticos han llegado a
decir que el swing de Núñez evoca al de Miguel Cabrera.
“Guao. Esas son palabras mayores”, sonríe el bisoño jugador.
“Si alguien dice eso es muy bueno. De mi parte sigo trabajando. Pero para llegar
a ser como Miguel, hay que recorrer un camino muy largo. Estoy trabajando para
llegar a las grandes ligas. Solo eso”.
Oakland espera que juegue toda la temporada en Venezuela, hasta
donde lleguen los Tigres. Será una buena prueba para uno de sus futuros
grandeligas. Uno con nombre propio.
Esta nota
apareció publicada en la LVBP.com el 1º de Noviembre de 2014
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