Fotos: ALEJANDRO VAN SCHERMBEEK/ AVS PHOTO REPORT |
El derecho hará su última apertura de la temporada el
domingo contra La Guaira
Cada vez que Víctor Sánchez sube al montículo, luce como un
pitcher con recorrido en el beisbol. Su seguridad y presencia en el montículo
no delatan sus 19 años de edad. No importa lo que ocurra, pareciera que jamás
pierde la compostura. Siempre compite.
“Piensa muy bien lo que hace. Es sereno y sabe ejecutar sus
pitcheos. Me gusta lo que he visto y cómo ha evolucionado desde que comenzó la
temporada”, señala Ariel Prieto, instructor de lanzadores del Caracas, que ha
trabajado de cerca con el derecho. “Ha aprendido a localizar la recta y logró
convertirla en un arma importante en cada una de sus salidas”.
Sánchez no es un joven ordinario. A los 16 años de edad ya
mostraba el físico que le ha ganado el apodo de “Mike Tyson” en la organización
de Seattle o “Ray Lewis”, ex estrella de la NFL, entre los scouts que le veían
en los tryouts. A esa cualidad, desde la temprana adolescencia, se sumó una
mecánica fluida y capacidad para dominar a bateadores con una portentosa recta.
Atributos que le valieron convertirse en el principal lanzador del mercado
internacional de 2011, al punto de recibir 2,5 millones de dólares por solo
estampar su firma en un contrato de los Marineros.
Este domingo terminará su pasantía con los Leones, luego de
mostrar por qué es considerado por Baseball
America el séptimo mejor prospecto de los nautas.
“Es un sueño cumplido. Desde pequeño siempre me gustó este
equipo y ahora tengo la dicha de formar parte de un grupo de privilegiados, de
compartir todos los días, como profesional, con mis compañeros de los Leones”,
señala el mirandino en su acostumbrado tono pausado. “Ganar o perder es un
factor del juego. Solo traté de hacer las cosas bien. Nunca esperé los
resultados que he conseguido porque se trata de una liga fuerte y era mi
estreno”.
Sánchez marcha con récord de 2-0 y su efectividad de 2.35,
en 23 entradas, es la tercera mejor de la eliminatoria, luego de cinco
aperturas. La última será contra los Tiburones de La Guaira y el recluta espera
ver todas las localidades del Universitario vendidas.
“El público me motiva y el ambiente es insuperable”, sonríe.
“En lo personal trato de darle la oportunidad de ganar al equipo porque la
fanaticada paga una entrada para ver al Caracas hacer las cosas bien”.
Para lograrlo, debe apagarse al plan que le ha dado
resultados.
“Existe la creencia que en la LVBP solo se batea recta. Una
cosa es que los rivales puedan hacer contacto con ese envío y la otra es como
pueda localizarla un pitcher”, abunda Prieto, que en su época de activo era un
serpentinero de envíos rápidos. “Víctor ha aprendido a localizar ese pitcheo.
Es un buen lanzador de sinker, pero usa la recta en cualquier conteo. Soy
fanático de la recta y si tienes ese envío debes aprender a lanzarlo en las
esquinas”.
Una vez que establece la recta, Sánchez mezcla sus pitcheos
y ataca a los bateadores.
“Claro. Depende de lanzar adentro. Todo pitcher que aspire a
tener éxito tiene que hacerlo y si domina las esquinas, los bateadores
entenderán que no depende solo de lanzar adentro y el ajuste se les hará más
complicado. Víctor aprendió a ejecutar los envíos en cualquier momento del
conteo. Ahora mismo tiene el calibre para estar en grandes ligas en 2015”,
enfatiza Prieto.
Sánchez no quiere pensar en esa posibilidad. Al menos no
todavía. Lo importante es el presente.
“Aprendí mucho con los Leones. Tirar adentro es un factor
importante. Me ha ayudado muchísimo. Todos conocen la calidad de los bateadores
en del circuito y si les repites el mismo pitcheo pagarás las consecuencias.
Trabajar en eso ha sido clave. Trato de que no se sientan cómodos. Espero que
esos conocimientos me ayuden a llegar a las grandes ligas, pero es algo que no
controlo. Lo escucho a menudo y siempre digo que es un proceso”, suelta con
aplomo.
Es mejor tener los pies sobre la tierra y enfocarse en la
salida contra Tiburones.
“Quiero dejar una buena imagen en el equipo, en los
aficionados. Mi mamá (Moraima) y toda mi familia estará en el estadio. Así que
no pienso defraudarlos”.
El alto mando del Caracas está satisfecho con lo que hizo el
recluta y no planea pedir a los Marineros una extensión del permiso que le
dieron Sánchez, aunque al recluta le gustaría seguir.
“Es algo que no está en mis manos, pero deseo regresar y
jugar por varias temporadas aquí. No quiero perderme competir aquí”, destaca el
nativo de Río de Chico, que piensa quedarse acompañando al club por el resto de
la temporada.
“Mientras espero la fecha para viajar a Estados Unidos,
estaré aquí apoyando a mis compañeros y trabajando en mi físico. Quiero
mantener las rutinas”.
También estará aupando a Danry Vásquez, su amigo de la
infancia, que junto con él son candidatos al premio Novato del Año.
“Danry jugará todos los días y lo respaldaré. Me gustaría
que el premio se quede en Caracas”.
Antes subirá a la lomita para competir y despedirse del
Universitario.
Esta nota apareció publicada en LVBP.com el 8 de Noviembre de 2014
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