VALENCIA
Darwin Pérez sabe cuál es su rol en el Magallanes. Desde el inicio de la temporada el manager Carlos García le aclaró que sería usado alrededor de la segunda base, cuando necesitara descansar al campocorto Argenis Díaz o al camarero José Altuve. Más allá de esas contadas ocasiones, no hay garantías de un lugar en la alineación.
Así que el prospecto de los Ángeles se ha adaptado a las circunstancias e intenta estar preparado para cuando el “Almirante” lo señale y le envíe al terreno.
“Soy la reserva y cada vez que me den la oportunidad daré el 100% para hacer el trabajo”, enfatizó el maracayero, de 22 años de edad. “Es difícil para mí, porque no estoy acostumbrado a venir del banco o jugar una o dos veces a la semana. En Estados Unidos soy regular. Ahora la clave es estar preparado cuando me necesiten. (Carlos) García me ha dicho que no debo desesperarme”.
Pérez ha sabido ser paciente. Jugó los primeros tres partidos de la temporada en segunda, mientras se reportaba Altuve. Luego, durante semana y media, fue usado como regular en el shortstop, mientras Díaz se recuperaba de una dolencia en la muñeca izquierda. En la cuarta semana de la eliminatoria volvió al banco.
Ese ir y venir no lo ha afectado en la ofensiva. El bateador ambidiestro amaneció hoy con el mejor porcentaje de embasado (.472) y el cuarto average más alto (.349) de la LVBP.
“Mi trabajo es estar en circulación para darle el chance al resto de la alineación de producir carreras. Me concentro y trato de relajarme cada vez que voy al plato. Lo importante es tener turnos de calidad”.
Antes del inicio de la zafra, Díaz exhibía una anémica línea de producción (.190/.244/.205), en 205 turnos, repartidos en tres años. Pero esta vez su experiencia en ligas menores y una breve pasantía por la gran carpa en 2010, lo han ayudado a madurar y tener más conciencia al momento de empuñar el madero. Un promedio alrededor de .270 da fe ello, lo que sumado a su excelsa defensa, hace complicado, si está sano, que alguien más pueda hacerle sombra en las paradas cortas.
“Todos sabemos lo que puede hacer Díaz, pero siempre y cuando tenga la oportunidad de modificar el lineup, para ver cómo reaccionan los peloteros, lo haré. Veremos cómo encajan las cosas”, destacó el “Almirante”.
Las cosas se complicarán todavía más cuando se reporte Andrés Eloy Blanco.
“Me gustaría jugar todos los días, pero eso lo decide el manager y no puedo hacer nada al respecto”, opinó Pérez. “Lo importante es hacer las pequeñas cosas, mientras tenga el chance”.
Pérez podría ser regular en cualquier otro club de la liga, pero al mismo tiempo es una de las razones por las que Magallanes está en el primer lugar. Pocos equipos pueden ufanarse de tener esa profundidad.
“Como he dicho, solo tengo que sacar provecho de las oportunidades”, reiteró Pérez.
El mejor en las granjas
Darwin Pérez no escapó al slump defensivo en el que se vio inmerso Magallanes, cuando cometió 21 errores en seis encuentros, pero el aragüeño se ha ganado el estatus de prospecto en las filiales de los Ángeles, no solo por su capacidad para embasarse, trabajar en los conteos a los lanzadores y robar bases, sino por sus excelentes manos en el campocorto, alcance y educado brazo al momento de lanzar a las bases.
Al final del verano fue premiado por Rawlings con el Guante de Oro, como el mejor defensor de las paradas cortas en todo el sistema de granjas de Major League Baseball.
La defensa de Pérez le proporcionó un porcentaje de fildeo de .981, producto de solo nueve pifias en 482 lances. Una actuación que llevó a los Travelers hasta la final de la Liga de Texas (AA).
“Lo que hizo defensivamente, fue muy importante para el equipo”, dijo a MiLB.com, el manager del Arkansas, Todd Takayoshi.
ElDato
Darwin Pérez y Johermyn Chávez han sido compañeros desde niños, cuando jugaron en el equipo “Aliaditos” de Turmero.
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