Hensley Meulens, el instructor de bateo de los insulares, intenta hacer correctivos, pero el calendario se agota
MARGARITA
Hensley Meulens ha observado una y otra vez los videos que noche tras noche registran lo hecho por los bateadores de Bravos. Hace varias semanas identificó el problema, pero la alineación de Margarita sigue sin ejecutar sus consejos antes de los partidos y salvo algunos encuentros, que se han convertido en la excepción, sigue sin producir lo esperado.
“No he parado de hablarles desde que comenzó la temporada”, confesó el instructor de bateo, con un dejo de frustración. “Nos estamos ponchando, haciendo swing a pitcheos fuera de la zona de strike. Tenemos que ser más pacientes en el plato. Hasta hace poco estábamos últimos en bases por bolas. Eso mejoró y logramos pasar al primer lugar en boletos negociados (153). Pero seguimos primeros en ponches recibidos (291, a razón de 7 por desafío). No hemos podido hacer contacto en momentos clave de los partidos”.
Las estadísticas son suficientemente gráficas para imaginar la preocupación de Meulens. Con corredores en circulación el promedio de Bravos es de .237, en 549 turnos, y baja a .222 en situación de anotar. Después del séptimo inning el average es de solo .209, en 407 veces. Con bases llenas la situación mejora (.324), pero en lo que va de zafra apenas han afrontado 37 veces esa circunstancia.
“En consecuencia estamos últimos en dejados en base (308) y en anotadas (131, igualado con Lara)”, recalcó el técnico. “El bateo es contagioso, pero también puede ser una epidemia. Si a dos o tres le va mal al resto también. Tenemos que revertir eso. Es cuestión de ganar confianza, pero sobretodo mejorar la concentración y el enfoque cuando se está en el home. Estoy cansado de hablar y sugerir ejercicios (durante las prácticas). De nada sirve si estableces un plan, para que el bateador sea paciente y espere un buen pitcheo, si llegas al plato en extremo agresivo tratando de hacerle swing a lo primero que tire el pitcher”.
En la serie en la que Bravos barrió a Magallanes apareció un punto de luz entre tanta oscuridad. Durante el primer encuentro, los isleños vinieron de atrás y dieron vuelta al marcador, que les era adverso 2-0, en el séptimo para terminar arriba 4-2, aprovechando el descontrol de los lanzadores valencianos. En el segundo choque dispararon 14 imparables, ligaron de 16-9 (.563) con hombres en base y ganaron 11-5.
“Cuando el lanzador contrario se mete en problemas y comienza a embasar gente, usa envíos rompientes, pensando que con esos pitcheos dominará al bateador más fácil. En nuestro caso ha sido así. Estamos fallando contra ese tipo de envío. Tienes que atacar pitcheos en la zona de strike. Esa es la aproximación. No puedes sacarte out con cualquier cosa. Tan simple como eso”, insistió Meulens.
Henry Blanco, la figura de más ascendencia en el clubhouse insular, está de acuerdo con el curazoleño y observa el futuro inmediato con entusiasmo, después de los resultados contra los Navegantes.
“Ese tipo de partidos sirve para retomar la confianza, porque habíamos estado unos cuantos juegos con la cabeza baja. Pienso que recuperamos el ánimo y hemos comenzado a despertar. Solo queda echar el resto en busca de la clasificación. Siempre he pensado que este es un buen equipo”, aseguró el veterano careta. “Agarrar buenos turnos de ahora en adelante, tratar de hacer todo lo que podamos para producir y no regalar los outs. Ese es el objetivo”.
Una meta a la que le resta poco tiempo de ejecución.
“La reacción debe llegar y rápido. De lo contrario se nos termina la campaña temprano”, enfatizó Meulens.
ElDato
El pitcheo de Bravos es el cuarto mejor de la LVBP, con 3.52 de efectividad, pero el equipo apenas anota 3.28 carreras por desafío.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 27 de noviembre de 2011
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