lunes, 31 de octubre de 2011

Décimo Inning

Foto JAIRO ALTUVE


Cada mes de octubre se ha convertido en el periodo ideal para el debut de jóvenes, que tal vez en la segunda mitad del calendario no tendrían la posibilidad de mostrarse y competir por un puesto. Por estos días, la temporada todavía es joven y los equipos garabatean un boceto tras otro con cada roster.
Hasta el domingo, Magallanes le había dado la oportunidad a seis debutantes, entre ellos el antesalista Francisco Martínez, prospecto de Seattle, y el lanzador Jesús Sánchez, promocionados desde el inicio de los entrenamientos. También han aparecido por primera vez Ervis Manzanillo, Ricardo Hernández, Albert Suárez, miembro del roster de 40 de Tampa Bay, y el jardinero Alberth Martínez, que tal vez sea el protagonista de una de las historias más interesantes, tras bastidores, del grupo.
Martínez tuvo que asistir a la Liga Instruccional y se reportó a los bucaneros después iniciada la campaña, por lo que fue asignado al Programa de Desarrollo, donde hubiese permanecido durante toda la campaña de no ser por la deserción de Lorenzo Cain y las molestias físicas que aquejaron al cubano Adonis García, la semana pasada.
“Necesitábamos otro outfielder y la mejor opción era Alberth”, dijo Luis Blasini, gerente del equipo.
Martínez, de 20 años de edad, era el líder bate de la llamada liga paralela, con .550 (20-11) de promedio, en cinco encuentros. “No esperaba esa sorpresa. Solo me esforzaba por hacer el trabajo cada vez que iba a batear. Pero en el último partido me sacaron en el quinto inning y me sorprendió ver (al manager) Carlos García allí. Luego, cuando iba al clubhouse, se acercó a decirme que me darían la oportunidad y que no tratara de hacer más de lo que podía, que no cambiara nada”, dijo el nativo de San Félix, que pertenece a San Diego.
El patrullero hizo justo lo que le pidió García. Debutó con tres imparables el 25 de octubre, contra Zulia en Puerto Cabello, y suma cuatro hits en sus primeras ocho visitas al plato, dos de ellos tocando la bola con mucha habilidad y apoyado en sus veloces piernas.
“Viene de su primer año en Estados Unidos como profesional y le fue muy bien. Iba a ser asignado todo la campaña a la Liga de Arizona (novatos), pero terminó tomando turnos con el Eugene (A-), Fort Wayne (A) y el Tucson (AAA). Algo que habla muy bien de su proyección”, destacó Yfraín Linares, supervisor de scouts de los Padres, quien lo reclutó en 2009.
Martínez dejó una sólida línea de producción en la filial de novicios de los religiosos (.354/.394/.593) que le otorgó un sobresaliente OPS de .987, en 44 desafíos. Números que le ayudaron a disputar 20 encuentros repartidos entre los circuitos del Noroeste (A-), incluida la postemporada, Medio Oeste (A) y Costa del Pacífico (AAA). Un vertiginoso periplo que todavía no completan prospectos de la talla de Adys Portillo y Luis Domoromo, a los que San Diego otorgó bonos por 2 y 1,25 millones de dólares, respectivamente, en 2008.     
“Tiene talento, sin duda alguna”, insistió Linares. “Hace contacto, con poder ocasional, buena defensa, brazo average para jugar en el jardín central, aunque puede desempeñarse en todas las posiciones del outfield. Es un corredor de 6,7-6,8 segundos en las 60 yardas, pero mueve bien los pies. Lo ha demostrado con los toques que ha convertido en sencillos. Es muy inteligente en ese tipo de jugadas y a la defensiva”.
El sábado vivió la experiencia de su primer Caracas-Magallanes y como corredor emergente, en la parte alta del décimo inning, anotó desde segunda con un sencillo de Jesús Flores al jardín central.
“El miedo del primer partido, se fue. Yo no sufro de eso. Ya había jugado en un estadio lleno”, soltó con desparpajo el bateador derecho.
“Le hemos estado dando oportunidad a los muchachos”, señaló García. “Siempre es arriesgado, pero cómo vas a saber si puede rendir, sino lo pones allí”. 

Esta columna apareció publicada en el diario El Nacional el 31 de octubre de 2011

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