El receptor está en medio de un tórrido inicio de campaña . Después de superar una lesión en el hombro, el careta asegura estar cerca del nivel que le llevó a ser regular en las mayores
VALENCIA
Jesús Flores amaneció hoy como el mejor bateador de la liga, en la todavía naciente temporada. Pero lo que más le entusiasma es la regularidad de su juego, lo bien que se ha sentido detrás del plato, al momento de recibir a los lanzadores del Magallanes, y cuando sale a empuñar el madero en la caja de bateo.
“Todo el año he estado tratando de recuperar las rutinas. Al principio fue difícil conseguir el tiempo de mi bate, ajustarme a los pitcheos. Trabajé bastante para encontrar la consistencia que tuve. Ahora, después de estar de nuevo en las grandes ligas, pareciera que lo he logrado. Me siento mucho mejor y no voy a cambiar nada”, dijo el receptor que se incorporó listo para jugar, pocos días antes del inicio de la campaña.
“Estoy enfocado en hacer mi trabajo y aportar lo mejor de mí para ayudar al equipo. Quiero ganar. Gracias a Dios las cosas están saliendo muy bien”.
En sus primeros 18 turnos, Flores ligó 11 hits (.611), incluidos 3 dobles y 2 jonrones, que le ayudaron a producir 7 carreras, cifra tope de los Navegantes, después de 5 encuentros. A la defensiva retiró a los dos hombres que le salieron al robo y ha llamado muy buenos juegos, incluido el de Jerome Williams, hace dos días, que terminó en un blanqueo combinado contra Bravos.
Nadie podría pensar que hace dos años, una lesión en el hombro derecho puso en peligro su carrera.
“Me siento bien. Sano, física y mentalmente. Quiero jugar para volver a hacer los ajustes de recibir todos los días. Tratar de participar lo más que pueda para tener esa preparación y reencontrarme con las exigencias de la posición”.
Flores se lastimó el 9 de mayo de 2009, tras ser golpeado por un foul en un partido entre Nacionales y Cascabeles, y aunque pudo terminar el partido, al siguiente día fue colocado en lista de incapacitados hasta el 4 de septiembre, pero sólo pudo consumir dos turnos como emergente. Las molestias continuaron y debió ser sometido a una intervención quirúrgica que le obligó a perderse todo 2010 para rehabilitarse. Comenzó a jugar en octubre en la Liga Instruccional y, más tarde, con Magallanes. Pero pese a los buenos resultados que tuvo en esa última fase de la recuperación, fue este verano cuando logró alcanzar el tope de sus condiciones físicas.
“Espero que las cosas sigan así por el resto de la campaña”, enfatizo.
La buena nueva no pudo llegar en mejor momento para los Navegantes. Robinson Chirinos, que iba a compartir el plato con Flores, sufrió una fractura en la mano izquierda durante un partido de exhibición, el fin de semana antes de la inauguración, y probablemente no regrese hasta finales de noviembre.
“Es una gran baja. Espero que Robinson pronto esté de vuelta, mientras trataré de ayudar al equipo a superar su ausencia”, señaló Flores.
Hasta ahora ha honrado esa promesa.
Espera por Washington
Jesús Flores será elegible para ir al arbitraje por primera vez en 2012. Pero su estatus con Washington no es el mismo que tenía antes de lesionarse. Mientras se recuperaba Wilson Ramos, que llegó en un cambio con Minnesota, se convirtió en regular y el veterano Iván Rodríguez en su suplente. “Formo parte de los Nacionales. Veremos cómo encajo después de las reuniones de invierno”.
Si I-Rod no regresa en 2012, Flores pudiera ocupar esa vacante como suplente.
“Aprendí mucho con Iván y ahora quiero aprovechar todos esos consejos en el campo. Estoy muy contento con la temporada de Wilson, pero pienso que puedo competir por la titularidad y con Washington es un poco difícil en este momento. Tal vez en otro lado podría abrirse esa puerta, pero es algo que no está en mis manos”.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 17 de octubre de 2011
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