El jardinero anotó la carrera del triunfo que permitió a los
capitalinos igualar a La Guaira en el último puesto de la clasificación
Bob Abreu fue homenajeado por peloteros y aficionados en el
Estadio Universitario, marcó el tono de la jornada con un emotivo discurso
antes del partido y luego sacudió dos indiscutibles en su último día en la Liga
Venezolana de Beisbol Profesional.
Fueron dos hits acordes con su brillante carrera de más de
20 años en la pelota. El jardinero anotó, luego de su doble 100 en la LVBP, la
carrera que le dio la ventaja a los melenudos en el octavo inning, para así
ayudarles a conseguir una importante victoria 2-1 contra Bravos de Margarita.
Los melenudos ahora están igualados con los Tiburones de La
Guaira en el quinto lugar de la tabla de clasificación y esperarán por su
destino en las dos fechas que restan del calendario regular.
“Es un día bonito para todos, una victoria, una despedida.
No sé qué decir. Un día que será muy especial para mí, que nunca olvidaré”,
señaló Abreu después del encuentro. “Es el adiós al beisbol profesional de
Venezuela, en el que gané un título de bateo, campeonatos, compartí con buenos
compañeros, hice nuevas amistades. Debo estar agradecido con Dios por todos
estos regalos”.
Con dos outs en el octavo, Abreu conectó doble a la
izquierda contra Jonathan Ramos. Daniel Mayora fue golpeado por el relevista
Anthony Ortega y Carlos Pérez siguió con hit al centro que rompió el empate 1-1
que marcaba la pizarra.
“Estoy más que contento de haber compartido con Abreu en el
último año de su carrera y qué mejor que darle un triunfo al equipo para
meterlo en la pelea”, destacó Pérez. “Siempre sales a ganar, independientemente
de la situación, pero hoy era un buen obsequio para Bob”.
Caracas se apoyó en otra excelente labor monticular de
Shunsuke Watanabe, que mantuvo un no-hitter hasta la cuarta entrada y terminó
aislando cinco indiscutibles y una anotación en 7.1 innings.
En el tercer capítulo, Gregorio Petit y Henry Rodríguez
sonaron sencillos corridos contra Eric Berger, que logró dominar a Jesús
Guzmán, pero luego Félix Pérez, con otro incogible, remolcó a Petit desde la
segunda.
Margarita igualó las acciones en el cuatro, luego de un out.
Junior Sosa sonó triple, después Carlos Perdomo le sacó boleto a Watanabe y Mario
Yépez siguió con incogible.
La victoria se la llevó Ángel Calero en un buen relevo en el
octavo. La derrota recayó en Ramos. Jesús Pirela salvó su octavo juego de la
contienda.
El out 27 lo entregó Manuel Piña con un elevado al center
fielder Danry Vásquez.
“Al inicio del
partido estaba muy emocionado porque eran los últimos turnos de mi vida en el
beisbol. Cada aplauso, cada pitcheo, me llenaba de emoción. Busqué dar lo mejor
de mí”, destacó Abreu, que ligó dos dobles y negoció un par de boletos. “Uno no
controla las emociones. Están en ahí en el cuerpo. Por eso, cuando anoté la
carrera de ganar, de irnos arriba, brinqué en el plato fue un momento intenso”.
El Comedulce apareció en la alineación inicial del manager
Pedro López como bateador designado, pero el ex grandeliga le pidió que lo
alineara en el jardín derecho.
“Quería irme en la posición que siempre jugué con el
Caracas”, abundó Abreu, que esperaba terminar el desafío sin importar lo que
ocurriera. “El último turno fue el más difícil. Porque sabes que nunca más te
uniformarás o empuñarás un bate. Cuando me retiré con los Mets (en septiembre
de este año) buscaba dar un hit y que me sacaran. Aquí fue diferente debía
estar hasta el final. El partido era importante”.
Abreu lució como en sus mejores tiempos y con su biangular 100
de por vida logró unirse a una selecta cofradía de Leones. Antes, solo Alfonzo
Carrasquel (107), Jesús Alfaro (128), César Tovar (144) y Víctor Davalillo
(146) formaban parte del club.
“Me siento orgulloso de estar en un grupo de nombres tan
prestigiosos para Venezuela, que dieron tanto a la pelota de este país. Estar
ahí, con ellos, me hace sentir muy bien. Es un honor”.
Pero ni siquiera ese logro o la posibilidad que tiene Leones
de disputar un partido extra que los lleve a la semifinal, evitará que Abreu
vuelva a lucir el número 53 en la temporada.
“Hay que saber aceptar que es el momento de irse, aunque sea
duro. Quiero que me recuerden como un hombre que respetó el juego, que siempre
jugó para ganar. Amo el beisbol, pero hay otras cosas a las que debo dedicarme.
Es el último juego”.
Esta
nota apareció publicada en LVBP.com el 28 de Diciembre de 2014
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