El receptor novato confesó estar asombrado por recibir tan
pronto la oportunidad de jugar con los Navegantes
José Briceño es otra de las agradables sorpresas de los
Navegantes del Magallanes en la 2014-2015.
El marabino es una de las promesas del país en la
receptoría, pero antes del inicio de la temporada no parecía tener oportunidad
de estrenarse con los bucaneros. En principio no había cabida para el novato.
El grandeliga Tomás Telis era el titular y la custodia de sus espaldas estaba a
cargo del experimentado Carlos Maldonado. A mediados de noviembre, los caretas
Robinson Chirinos y Francisco Cervelli, otros dos catchers de las mayores,
habían prometido incorporarse. Pero Telis agotó su permiso Texas, Maldonado
atravesó por problemas fíiscos y tanto Chirinos como Cervelli decidieron no
uniformarse.
Entonces, Juan Apodaca emergió como regular y Briceño fue
llamado del Programa de Desarrollo –tras siete desafíos en los que había dejado
un promedio de .308, con un jonrón y siete producidas– para respaldarlo.
El recluta debutó con los bucaneros contra los Leones del
Caracas, el 20 de noviembre, frente a una multitud de más de 14.000 personas,
en el Estadio José Bernardo Pérez. Tomó un turno como emergente y aunque falló,
no podía creer lo que estaba viviendo.
“Nunca pensé que la oportunidad llegaría tan rápido. La
verdad le doy las gracias a Dios por lo que está pasando. Es por lo que he
trabajado desde que firmé. Tengo experiencia en Estados Unidos, pero aquí estoy
dando mis primeros pasos en un equipo lleno de figuras. Espero estar a la
altura del compromiso”, dijo el joven, de 22 años de edad, que pertenece a los
Rockies de Colorado.
“El manager Carlos García me ha llamado para invitarme a ver
varios juegos a su lado con la intención de que me familiarice con los
bateadores contrarios, mientras me hace observaciones sobre los pitcheos que
debo llamar en determinados momentos del juego. También he aprovechado para
conversar, antes y durante los partidos, con compañeros de más experiencia como
Maldonado. Ha sido un gran aprendizaje”, abundó el recluta, que no ha
desentonado cuando el Almirante lo ha colocado detrás del plato.
De hecho, las dos veces que se ha puesto los aperos desde el
primer inning ha sonado de 3-2 en cada desafío. Entre sus hits ya cuenta dos
jonrones. Uno contra La Guaira en el Universitario y otro ante Margarita en el
Stadium Nueva Esparta.
Briceño inició 2014 como el prospecto número 29 de los
rocosos, según Baseball America. Su principal herramienta es la potencia y
fortaleza del brazo, que se ubica por encima del promedio. Todavía está en
pleno proceso de desarrollo y es inconsistente, como cualquier joven, pero
posee sólidos movimientos de pies y muy buenas manos detrás del plato. Así que
es cuestión de sumar tiempo de juego y experiencia para refinarse.
En ocasiones tiene problemas para detener piconazos porque
tiende a no anticipar los envíos que van al piso.
“Ellos quieren que trabaje en mi defensiva, específicamente
en los bloqueos. La anticipación es clave. Debo seguir esforzándome en
corregirlo. También tengo que hacerlo en las distintas situaciones de juego”,
admitió Briceño.
En un lustro jugando en el sistema de granjas de los
Rockies, su factor de alcance, según Baseball Reference es de 7.71, en tanto
que ha retirado al 44% de los corredores que le han salido al robo.
Estadísticas de élite para un máscara.
“Pienso que es el mejor catcher que tiene Magallanes en sus
granjas. Lo he seguido desde que era un adolescente”, destacó un scout del
oeste de la Liga Nacional.
Briceño llamó la atención durante el proceso de firmas
internacionales de 2009 y terminó aceptando estampando su firma en un contrato
de Colorado por un bono de 250.000 dólares, el tercer incentivo más alto para
un catcher del país ese año. Solo superado por Wilson Contreras ($800.000,
Cachorros) y Santiago Nessi ($700.000, Azulejos).
El zuliano posee un swing de adentro hacia afuera, un poco
largo, y, según los reportes, hace contacto en la zona baja de strike. Uno de
sus batazos de vuelta completa con Magallanes fue contra un envío bajito de
Pedro Villareal.
“Los números demuestran que puede ser un buen bateador. No
hay que perderlo de vista”, agregó el cazatalentos.
Briceño viene de ligar para .283 de average, con 12
cuadrangulares y 50 remolcadas, 84 juegos con el Ashville (A), en tanto que su
línea de producción vitalicia habla de un bateador con contacto, que puede
embasarse y batear para poder ocasional (.280/.342/.433).
La llegada a la nave del veterano Gustavo Molina, en un
cambio con los Tigres de Aragua, restará oportunidades al novato en la parte
final del calendario. Pero al menos logró audicionar para la 2015-2016.
“Todavía estoy aquí y voy a tratar de aprovecharlo al
máximo”, enfatizó Briceño, que golpea para .333 (12-4).
Esta nota, en la que colaboró Rafael Cadenas, apareció
publicada en LVBP.com el 12 de Diciembre de 2014
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