Foto: AVS PHOTO REPORT
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El joven receptor ha sido un factor clave en el repunte que
progagonizaron los pájaros rojos en noviembre
Gabriel Lino no comenzó como titular de los Cardenales de
Lara. De hecho su primer encuentro como abridor fue a finales de octubre. Pero
desde entonces se ha ganado la confianza del manager Félix Fermín, que lo
prefiere detrás del plato en lugar de los experimentados José Yépez y Anderson
De La Rosa.
“Estoy muy contento con la oportunidad que me están
ofreciendo. En cada partido salgo a demostrar que mis habilidades pueden
mantenerme en el terreno. Al cuerpo técnico le ha gustado mi trabajo y es por
eso sigo ahí”, dijo el maracayero, de 21 años de edad.
La decisión Fermín no es caprichosa. Lino fue usado durante
buena parte del mes de noviembre, cuando los pájaros rojos lograron recuperarse
de su terrible inicio de campaña y se metieron en los puestos de clasificación.
Con Lino como regular, Lara juega para 15-7 y sus lanzadores
exhiben efectividad de 3.36 en 197.1 innings. Con el resto de los caretas el
récord es de 12-22, con un promedio de 4.17 carreras limpias, en 302.0
entradas. La diferencia es de casi una anotación por desafío (0,81).
“Todos los pitchers son mis hermanos. Tenemos una gran
comunicación. Siempre tratamos de ser agresivos en los conteos y eso nos ha
dado resultados”, destacó Lino, que apenas está en su segunda temporada en la
Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
En la zafra anterior, el estratega Pedro Grifol apenas usó
al bisoño mascota y en 23 turnos, repartidos en 15 encuentros, ligó
.304/.385/.435, con un jonrón y cuatro impulsadas. Una producción muy por
encima de sus posibilidades reales. Más allá de su madero, Lino es considerado
un especialista de la defensa.
“Ofensivamente me siento bien, aunque en algunas
oportunidades no logro lo que deseo, como le pasa a todos. Trato de ser
positivo y estar enfocado. El trabajo fuerte ayuda a estar preparado en todo
momento y eso es lo que trato de hacer”, refirió el aragüeño, que este año
golpea para .234/.347/.313.
Lino fue firmado para los Orioles de Baltimore, luego de
convencer al cazatalentos Calvin Maduro, en 2010 y de inmediato comenzó a hacer
ruido en el sistema de granjas oropéndola, gracias a sus habilidades con la
mascota, un muy bien construido físico para la posición y un brazo por encima
del promedio. Dos años más tarde, el 30 de junio de 2012, fue enviado a los
Filis de Filadelfia, junto con el lanzador derecho Kyle Simon, por el
inicialista Jim Thome.
“Está muy bien conceptuado en la organización. Pese a su
poca ofensiva, tiene las herramientas para llegar lejos. Sabe cómo llevar el
juego y tiene presencia”, destacó Jesús Méndez, coordinador de scouts de los
cuáqueros en Latinoamérica. “Todavía es muy joven y tiene posibilidades de
seguir mejorando. Debería ser nuestro catcher titular en la categoría doble A
el próximo año”.
Lino cree que la experiencia con Cardenales será vital para
seguir ascendiendo en el sistema de granjas de Filadelfia.
“Esta liga me ha ayudado mucho. El año pasado apenas jugué
en las últimas dos semanas, eso me sirvió de mucho en Estados Unidos. Aprendes
de todo aquí y los conocimientos que adquieres son muy importantes. Es una liga
fuerte, dura. Algo que te ayuda a crecer”, refirió Lino, que en 2014 actuó con
Lakewood (A) y Clearwater (A+).
El próximo año será clave para Lino, pues podrá declararse
agente libre.
“Sigo trabajando para mejorar y llegar a las mayores. Ese es
el sueño de todo pelotero. Filadelfia todavía no hablado conmigo sobre mi rol
en 2015, pero es algo que no está en mis manos”.
Mientras llega el momento de viajar a los entrenamientos de
primavera, Lino seguirá ofreciéndole al estratega Fermín un receptor solvente.
Esta nota, en la que colaboró Alejandro Arriaga, apareció publicada
en LVBP.com el 16 de Diciembre de 2014
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