Foto: AVS PHOTO REPORT
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El derecho de las Águilas lidera la LVBP en efectividad y es
candidato al premio Carrao Bracho
Zulia se convirtió en el segundo equipo clasificado a la
postemporada, gracias a su buen desempeño en la primera mitad de la
eliminatoria.
Los toleteros Giovanny Urshela, Aaron Altherr, Mark
Minicozzi y Alí Castillo, así como el relevista Tim Dillard se convirtieron en
los ejes del funcionamiento de las Águilas. Pero cuando el manager Eduardo Pérez
analiza en perspectiva lo ocurrido durante los casi 60 juegos de su club, no
duda en escoger un nombre para definir el éxito que hasta ahora ha alcanzado.
“Yeiper Castillo ha hecho un trabajo espectacular. Nunca
desconfié de su capacidad. Siempre supe que iba a hacer el trabajo”, enfatizó
el estratega zuliano.
Castillo encabeza la LVBP con 1.72 de efectividad en su
primera campaña como abridor en el país y hasta ahora ha sido el pelotero más
consistente de los rapaces. A lo largo de sus 12 aperturas nunca ha permitido
más de dos carreras limpias por encuentro y cuando su club tuvo que lidiar con
bajas importantes y un bache en el rendimiento colectivo, el derecho dio un
paso al frente.
El conjunto occidental exhibe marca de 8-4 en los inicios de
Castillo, pero ha ganado cinco de los últimos seis encuentros que ha iniciado,
entre el 14 de noviembre y el 18 de diciembre, justo cuando el calendario
comenzó a apretar.
“Las ausencias no son extrañas en este beisbol. Siempre se
van y vienen importados o los criollos no siguen por compromisos con sus
organizaciones. Tampoco el rendimiento puede ser el mismo durante todo el año.
En ocasiones tienes semanas malas. En mi caso afronto cada partido como si
fuera el último y pienso que eso me ha ayudado a ser consistente”, soltó
Castillo, que en sus anteriores tres campañas había sido usado como relevista
en 67 de 68 encuentros.
“En el bullpen o como abridor, ha rendido cada vez que se le
entrega la pelota”, puntualizó Pérez.
Castillo dejó marca de 14-3, con dos salvados, y 3.15 en
90.1 innings, entre 2009 y 2013 para erigirse en el mejor taponero intermedio
del circuito durante ese periodo.
“Ahora nunca quiere salir del juego. Siempre me pide un
inning más. Son cosas que aprecias en una liga como esta. Yeiper se faja cada
vez que se monta en el montículo”, destacó el piloto aguilucho.
Castillo ha sido abridor durante la mayor parte de su carrera
de ocho años en ligas menores, pero no deja de sorprenderse por el éxito que ha
conseguido en ese rol en la 2014-2015.
“Nunca llegué a pensar que iba a tener un promedio de
carreras tan bajo o que iba a ser líder de ese departamento”, admitió Castillo.
“Cuando me dieron la oportunidad de ser uno de los abridores, decidí aceptar el
reto. Me esforcé por hacer un buen trabajo. Pero esta actuación supera mis
expectativas”.
Para el caraqueño, de 26 años de edad, la clave ha sido la
preparación previa a los partidos, atacar a los bateadores y mantener la
concentración.
“La experiencia como relevista me ha ayudado a ser agresivo
en cada inning, a ir bateador por bateador. Como relevista debes estar
preparado para lanzar todos los días. No sabes cuándo te van a utilizar o en
qué situación del juego. Cuando inicias sabes que cada cuatro días vas a
trabajar y tienes más tiempo para prepararte tanto física como mentalmente.
Estudias al rival junto con tu catcher. Como apagafuegos no puedes hacer eso.
Sabes quiénes están bateando, pero no puedes planificar porque pueden traerte
un bateador emergente y debes hacer el ajuste en el momento. El resto ha sido
tirar el primer pitcheo en strike, estar encima de los bateadores y mantenerme
enfocado”, glosó el as de Zulia.
En ocasiones las cosas no funcionan de acuerdo con la
estrategia diseñada previa al juego. La ansiedad se convierte en uno de sus
principales enemigos y cuando eso ocurre es difícil encontrar la senda que se
trazó previamente.
“Es algo en lo que todavía estoy trabajando con Willie
Collazo (instructor de lanzadores) y Danilo León (coach de bullpen). Ocurre
cuando me presiono en algunos pasajes del partido. Me ha pasado cuando quiero
sacar rápido, más de la cuenta, el último out del quinto inning. Collazo me ha
ayudado a no perder la concentración en esas circunstancias”.
Hasta ahora ha funcionado. Castillo ha completado o superado
la quinta entrada nueve veces y sus rivales apenas le batean .241, casi 30
puntos por debajo del promedio de la LVBP.
Todavía debe restarle una apertura más para asegurar el
liderato de efectividad del circuito y convertirse en el venezolano del Zulia
con más bajo promedio de carreras limpias desde que Omar Bencomo terminó con
1.02, en la 95-96. Algo que elevaría todavía más sus acciones para el premio
Carrao Bracho.
“Realmente no estoy pendiente de buscar un récord como ese.
Solo deseo ayudar al equipo a ganar cada vez que subo al montículo. En este
instante, queremos no solo pasar al playoffs sino ir a la final. Eso es lo que
importa”.
Para lograrlo, el resto sus cofrades en la rotación marabina
deben mejorar de manera ostensible.
“Estoy seguro que Wilfredo Boscán (1-2, 6.26 Efe) y Alex
Torres (0-3, 4.08 Efe) elevarán su rendimiento. Cuentan con el talento y la
experiencia en la liga, además del respaldo de todo el equipo”, enfatizó
Castillo, que marcha con foja de 3-2.
Si logra guiar al Zulia a su primera final desde la zafra
1999-2000 y consigue un contrato para mantenerse en el beisbol organizado,
Castillo estará satisfecho.
“El próximo año será muy importante para mí. Por primera vez
he lanzado 60 innings aquí y mi rendimiento ha despertado el interés de los
Mellizos de Minnesota. Mi abogado está trabajando en eso. También existe una
posibilidad de irme a Japón. Pero debo esperar”.
Castillo dividió el verano de 2014 con los Ángeles de Los
Ángeles y los Atléticos de Oakland, equipo que le dejó libre en julio.
“Su actuación con las Águilas debe llamar la atención. Se
merece otra oportunidad”, dijo Pérez.
Esta nota apareció publicada en LVBP.com el 22 de Diciembre
de 2014
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