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Alex Cabrera no tiene rivales para ganar el premio al Jugador Más Valioso, el segundo galardón de este tipo que recibirá en su dilatada carrera
Hoy se cerrará el proceso de votación para asignar
un rostro a los galardones que
recompensarán la excelencia en la temporada 2013-2014. Una labor que, al menos
en teoría, resultará mucho más sencilla para los representantes de los medios en
comparación con años anteriores.
Salvo el premio Regreso del Año, que da mayor
espacio para la discusión, el resto de las distinciones parece contar con el
consenso general de los 45 electores que participan en la selección.
Alex Cabrera es el indiscutido favorito para
llevarse el Víctor Davalillo, como Jugador Más Valioso. El fornido inicialista
de los Tiburones no sólo rompió el mítico récord de 20 jonrones de Baudilio
Díaz, que durante 34 años se mantuvo incólume, sino que se erigió en el primer
Triple Coronado en los 69 años de historia de la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional, tras liderar a los bateadores con .391 de promedio, 21
cuadrangulares y 59 producidas, más un OBP de .480. Una actuación fundamental
para que La Guaira alcanzara la postemporada.
El Samurái también lideró la liga con un OPS+ de
213, en otras palabras fue 113 por ciento mejor que el promedio conseguido por
el resto de los bateadores en la campaña, y 75 carreras creadas, una fórmula
que toma en cuenta todo lo hecho a la ofensiva por un toletero. Cabrera asumió
la responsabilidad de casi el 22% del total de CA-CRE de su equipo. Algo
extraordinario. Mientras que su frecuencia jonronera fue de 10.23 turnos, la
sexta mejor de todos los tiempos, entre sluggers con al menos 100 veces al
bate.
Cory Aldridge (Caribes), y Jesús Aguilar (Leones),
escoltaron al forzudo de Caripito, en nuestra planilla de votación. Ambos en
algún momento amenazaron la Triple Corona de Cabrera. Aldridge fue el que más
se le acercó a la figura de La Guaira con un OPS+ de 190 y 64 CA-CRE. También
lo escoltó en promedio (.378) y OBP (.474). Aguilar (OPS+ 156 y 54 CA-CRE), con
una de las mejores temporadas de las que se tenga registro en el Caracas,
terminó con 18 vuelacercas y 50 impulsadas.
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Cuando Mitch Lively regresó a Estados Unidos para descansar
durante casi un mes, después de abrir un partido el 29 de noviembre, aparecía
como el mejor de la LVBP en victorias (6), efectividad (1.46) y marchaba tercero
en ponches (39), a solo dos abanicados del liderato que compartían Víctor
Gárate y Roy Merritt (41). Además comandaba el circuito con 55.1 innings
lanzados y un promedio en contra de .207, en tanto que su WHIP de 1.21, apenas
era superado por Yoanner Negrín (1.18).
Mientras lanzó cada cinco días, durante poco más de la
primera mitad de la campaña, fue el mejor pitcher del torneo y por mucho.
Lively regresó para abrir por última vez en la
eliminatoria el 27 de diciembre y su efectividad subió a 1.70, todavía la
mejor, terminó sexto en ponches y nadie igualó sus triunfos. Notable para una
temporada dominada por los bateadores y suficiente para superar a Eric Berger (4-4,
3.04 EFE) y Roy Merritt (2-2, 3.16 EFE), nuestros otros candidatos al Carrao
Bracho.
Alfredo Pedrique debería ganar por unanimidad el
Manager del Año. Aprovechó el talento que tuvo a su disposición para que Anzoátegui
dominara la eliminatoria prácticamente de punta a punta, con 39 triunfos, cifra
que igualó la marca de la franquicia.
El Novato del Año ha sido acaparado por La Guaira en
las últimas dos campañas. Carlos Sánchez extenderá esa hegemonía. Fue el mejor
segunda base defensivo del torneo (.976 de porcentaje de fildeo), terminó con
el tercer mejor promedio de la liga (.348) y el cuarto OBP (.428), mientras remolcaba
32 anotaciones. Luis Sardiñas y el derecho Yorfrank López, sus compañeros de
equipo, cerraron nuestra preferencia.
Al momento que los Rangers de Texas informaron a la
gerencia de los Tiburones que era suficiente para Sardiñas y que no seguiría
jugando, el campocorto era dueño del quinto mejor promedio del circuito (.354)
y el séptimo OBP más alto (.418). Su último desafío fue el 18 de noviembre, pero
de continuar hubiese sido un duro rival para Sánchez.
López encabezó a todos los lanzadores reclutas con
24.1 capítulos y 1.11 de efectividad, mientras dejaba balance de 2-0, con un
hold, en 14 apariciones, incluida una apertura. Los contrarios le batearon un
anémico .205 de average y solo 2 de los 10 corredores que consiguió en
circulación le anotaron.
En cualquier otra campaña, López reunía un sólido caso
para llevarse el Novato del Año.
Oscar Salazar estuvo muy cerca del retiro al
finalizar la campaña anterior, tras una pobre actuación. Pero en Anzoátegui se revitalizó
y volvió a la élite del circuito, gracias a una decorosa línea de producción
(.282/.361/.480), 10 jonrones y 45 remolcadas. Pocos describen mejor el Regreso
del Año.
El otro gran candidato es Bob Abreu (Leones), que compiló
una de las mejores temporadas de su carrera, luego de un 2012-2013 para el
olvido. A partir del 15 de noviembre, el Comedulce dio un gran impulso al
Caracas con un promedio de .365, el segundo mejor de la LVBP entre toleteros
con 100 o más turnos, superado apenas por Alex Cabrera (.370). Durante ese lapso,
Abreu sacudió 3 jonrones y remolcó 23 carreras, más OBP de .447 y slugging de .548.
Esta columna,
ampliada para Décimo Inning, apareció publicada en el diario El Nacional el 6 de
Enero de 2014
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