En un parque de bateadores, la misión es mantener la
bola bajita y apegarse al plan de trabajo previo al juego
PUERTO LA CRUZ
Las rayas que van desde los jardines izquierdo y
derecho hasta el plato del Estadio Alfonso Chico Carrasquel, recorren una
distancia de 325 pies. Toda una tentación para los bateadores y un dolor de
cabeza para los pitchers. Cualquier elevado, que resultaría un cómo out en
cualquier otro parque de la LVBP, puede volar por encima de la pared y
convertirse en un jonrón.
“Es un parque de bateadores. Debes mantener la bola
bajita durante todo el partido”, aseguró Daryl Thompson, que se unió a Caribes
al final de la ronda eliminatoria y hoy subirá al montículo en el cuarto
desafío de la final. “Debes salir enfocado, sin presión adicional”.
“No puedes cometer errores y, además de tratar de no
dejar envíos altos, no puedes perderte en cuanto a la secuencia de pitcheos, así
como mantenerte en el plan previamente establecido con cada uno de los rivales”,
abundó Roberto Espinoza, coach de pitcheo del Magallanes.
Por consenso, la misión es mantener la bola en la
zona baja de strike.
El Alfonso Chico Carrasquel también es corto por los
pasillos, pero en dirección al jardín central las dimensiones se extienden
hasta 400 pies para formar un rombo achatado en sus extremos.
“No creo que este parque sea más difícil que
cualquier otro de la liga. Tiene sus particularidades y la diferencia puede ser
mantener los envíos bajos. Aunque lo realmente importante es que los batazos
salgan en dirección de los fildeadores y confiar en tu defensa. Pero incluso si
eso ocurre, la superficie es muy rápida. En ocasiones no conectas bien la bola
y pasa”, analizó Robinson Chirinos, receptor de los Navegantes. “Tienes que
tratar de mantener el marcador cerca para que tu equipo haga las carreras
necesarias. Allí es donde está la clave”.
Durante la semifinal, los bucaneros ganaron un par
juegos viniendo de atrás y por tanteadores cerrados en Puerto La Cruz.
“Debes anticiparte y posicionarte de acuerdo al
bateador. Es totalmente diferente al terreno natural, pero tienes que estar
preparado”, agregó el campocorto Ronny Cedeño, piedra angular de la línea
central valenciana.
“Tienes que ejecutar. Se trata de todo el equipo y
el rival jugará bajo las mismas condiciones”, intervino el manager Carlos
García.
Dustín Richardson, que terminó como el mejor
lanzador de la semifinal, no presta mucha atención al campo de juego y sus
características especiales. Si Magallanes ganaba anoche y colocaba la serie
3-0, tendrá una empresa mucho más grande frente a sí.
“Será algo único en mi carrera porque siempre he
sido relevista y nunca he tenido la oportunidad de abrir un juego para darle el
título a un equipo”, señaló el zurdo, que iniciará hoy por los bucaneros. “He
lanzado antes en grama artificial y es el mismo beisbol. Tal vez los roletazos
vayan más rápido, pero debes adaptarte”.
Esta nota apareció
publicada en el diario El Nacional el 26 de Enero de 2014
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