miércoles, 8 de abril de 2015

Herrera y Nesbitt protagonistas de una travesía llena de realidades más que de sorpresas

Foto: David Swanson/Philadelphia Inquirer

Los novatos se ganaron el derecho a estar en el roster de 25 de Filis y Tigres, respectivamente. Son los nuevos grandeligas del país



Odubel Herrera se unió hoy a un selecto grupo de novatos de los Filis y Ángel Nesbitt demostró que es mucho más que una promesa. Ambos son los nuevos grandeligas venezolanos en la apenas iniciada temporada de las mayores.

Hasta diciembre del año pasado ambos parecían destinados a comenzar 2015 en ligas menores. Pero Herrera no fue protegido por Texas, pese a sus progresos, y Filadelfia no dudó en tomarlo en el Draft de la Regla 5, en su fase de las mayores. El derecho Nesbitt logró hacer una exitosa transición de un tirador de piedras a un lanzador y los Tigres lo colocaron en el roster de 40.

Según Baseball America, Herrera apenas era el prospecto 27 de los Rangers en 2011, mientras que Nesbitt nunca apareció en ese prestigioso ránking en su organización. De hecho, a pesar de tener la misma edad que Bruce Rondón, nunca fue catalogado al mismo nivel.

Herrera se colocó en el radar de los scouts después de ser el mejor segunda base defensivo de la Liga de Texas, circuito en el que ganó el título de bateo. Una corona que refrendó en la difícil Liga Venezolana de Beisbol Profesional, mientras hacía la transición al jardín central. Su actuación le mereció los premios al Novato del Año y Jugador Más Valioso.

Durante el spring training, el bisoño patrullero se convirtió en una suerte de celebridad en el búnker de los cuáqueros en Clearwater, Florida.

“Siempre fue mi meta hacer el equipo”, dijo Herrera al Inquirer, tras terminar como el mejor bateador del equipo (.343/.382/.443), en 70 turnos en la Liga de la Toronja. “He madurado muchísimo rodeado de veteranos. Lo aproveché al máximo”.

El bateador zurdo, de 23 años de edad, es toda una rareza. Es apenas el segundo miembro de los cuáqueros en 45 años, que debuta en un Día Inaugural. Freddy Galvis lo hizo en 2012. Antes que ellos, lo hicieron Larry Bowa y Denny Doyle, en 1970.

“¿Será un bateador de .300 en la parte alta de la alineación o donde quiera que lo pongamos? No lo sé”, respondió a su pregunta retórica Rubén Amaro Jr., gerente general, en una conversación con periodistas de Filadelfia. “Le daremos una oportunidad. De eso se trata esta temporada”.

Bowa era un año mayor que Herrera cuando apareció en el partido inaugural de los Filis en el Connie Mack Stadium, hace casi medio siglo. “Fue la emoción más grande que he vivido”, dijo el ahora coach de banca del equipo. “Ni siquiera en mis sueños más alocados había pensado que me pasara eso”.

Para Herrera es “un sueño convertido en realidad”. Esta tarde, el manager Ryne Sandberg lo alineó en como segundo bate, en el center field. Antes, jamás había aparecido en un partido más allá de doble A. Justo como Nesbitt, uno de los mejores brazos del sistema bengalí en los últimos dos años, que hoy observó el triunfo de Detroit 4-0 contra los Mellizos de Minnesota desde el bullpen del Comerica Park.

El relevista, de 24 años de edad, dejó balance de 3-0, con 1.48 de efectividad durante 2014, entre Lakeland (A+) y Erie (AA). Detroit de inmediato lo protegió para evitar que fuera seleccionado en el Draft de la Regla 5. Un movimiento que al final dio dividendos.

Nada mal para un joven con muchos problemas de control, que pasó tres años entre los circuitos veraniegos de novatos de Venezuela y República Dominicana.

“No era un prospecto. Su recta estaba por debajo del promedio. No había desarrollado del todo ese pitcheo”, señaló Josman Robles, técnico de los Tigres, que dirigió al lanzador en sus primeras campañas. “Pero tiene una ética de trabajo inquebrantable y una vez que viajó a Estados Unidos, explotó todo su talento”.

Su recta comenzó a ser medida en 98 millas por hora, con un promedio constante de 94-95 mph. Mientras desarrollaba el slider y el cambio como pitcheos secundarios.
 
Foto: Robin Buckson/Detroit News
“Su slider es cortante, es el envío con el que poncha, mientras que su cambio se mueve y engaña a los bateadores. Pero pienso que su gran ajuste fue mental. Una vez que confió en su talento, que estuvo consciente de sus herramientas, comenzó a retar a los bateadores. Eso le hizo saltar de nivel”, agregó Robles.

Luego de dejar 1.62 de WHIP entre 2009 y 2011, Nesbitt fue progresando y en 2014 abanicó 72 en 66.2 capítulos, con un WHIP de 0.99.

“Esperaba que comenzara en triple A y que, eventualmente, subiera este año. Pero lo que demostró en los entrenamientos convenció al equipo”, puntualizó Robles.

Nesbitt exhibió un promedio de 2.70 carreras limpias en 13.1 tramos en la Liga de la Toronja.

“No sabía si reír o llorar”, confesó el fornido derecho al Detroit News, después de enterarse que estaba en el roster de 25. “Me lo dijeron un par de veces en inglés y fue Al Ávila (asistente a la gerencia general) que hizo la traducción”.

Ávila sonrío ante la reacción del recluta y bromeó: “Puedes llorar o hacer lo quieras, pero cuando subas al montículo ya sabes lo que debes hacer”.

“Lanzó muy bien”, soltó el manager Brad Ausmus. “Bruce Rondón fue inscrito en la lista de lesionados y eso fue un factor para que se quedara, pero tiene un brazo poderoso y puede tirar sus pitcheos en strike”.

Después de cada una de sus presentaciones en los partidos de exhibición, Nesbitt comenzó a ser el centro de conversaciones y algunos scout lo compararon con Fernando Rodney e incluso como una versión “mejorada” de Jair Jurrjens, el curazoleño que llegó a ser considerado uno de los mejores prospectos del beisbol por su poderosa recta.

Nada mal para un joven que firmó a los 18 años de edad por un bono poco trascendente.

“Honestamente, cuando llegué aquí pensé: Vaya, tienen una buena cantidad de relevistas. Pero, como siempre digo, hay que trabajar duro, ser inteligente y mantenerse saludable”, enfatizó Nesbitt.

Robles no tiene dudas sobre el futuro de su pupilo.

“Es dueño de una confianza pasmosa y pese a su edad, ha madurado mucho. Es imponente en el montículo y sabe cómo lanzar. Nada le intimida. Su localización y comando son muy buenos. Estamos hablando de un relevista de las mayores”, aseveró el coach.


Herrera y Nesbitt apenas comienzan sus travesías particulares en la gran carpa. La temporada es larga y estarán a prueba cada vez que salgan al terreno. Pero para sus equipos no son un espejismo, una sorpresa. En este instante apuestan a lo tangible, a lo real.


Esta nota apareció publicada en LVBP.com el 7 de Abril de 2015

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