martes, 31 de mayo de 2011

Décimo Inning


Cuando al final de la campaña se haga una evaluación de lo ocurrido este año con el numeroso grupo de venezolanos que actúa en los diversos niveles de Major League Baseball, José Altuve seguro será el protagonista de una de las historias más interesantes y apasionantes de pelotero alguno. El diminuto segunda base del Lancaster, filial de los Astros en la Liga de California (A+), continúa inmerso en un inicio de campaña notable. Sus estadísticas parecen sacadas de un simulador de PlayStation.
Desde hace un mes, el aragüeño lidera todo el sistema de ligas menores en promedio e imparables. Ayer amaneció con .410 y 82, respectivamente. Altuve ha conectado inatrapables en 14 de sus últimos 15 partidos, incluida una cadena de 10 encuentros al menos un hit en la que golpea .571 (42-24), con 1 doble, t3 triples, 1 jonrón y 6 producidas, además exhibe .587 de OBP, .810 de slugging y un colosal 1.396 de OPS. Todo después atravesar por un pequeño bache, entre el 5 y el 12 de mayo, en el que bateó de 27-4 (.148) y parecía que sus guarismos se acercarían a los del resto de los mortales.
“No me extraña para nada lo que está haciendo”, aseguró Omar López, que dirigió a Altuve en su primera temporada como profesional, en el equipo de Houston que se tituló campeón en la Venezuelan Summer League, en 2007.
Sin embargo, las opiniones sobre el camarero de algunos entendidos se pasean por una gama calificativos disímiles, que todavía rozan la incredulidad. Baseball Prospectus lo ubica entre los “prospectos más extraños del juego”. Baseball America asegura que por su estatura de 1,65 metros “tal vez llegue a ser un utility en las mayores”. Aunque, la mayoría de los scouts que redactan los reportes concuerda en que disfrutan verlo jugar.
“Nunca pasará desapercibido”, enfatizó López. “Cuando observas su empeño, el corazón y entusiasmo que pone en cada jugada y luego observas sus números, te olvidas de la estatura. En la organización lo están notando”.
Altuve fue uno de los últimos productos de la academia de los siderales en Venezuela, reclutado por Alfredo Pedrique, que para ese momento era el director de operaciones de beisbol en Latinoamérica.
“Lo vimos en un torneo internacional en Barquisimeto y fue invitado junto a otros jóvenes a un mini campamento. Superó todas las pruebas y lo firmamos”, recordó López, actual dirigente del Greenville, en la Liga de los Apalaches, que el año pasado recibió el premio Hombre del Año por su labor en el desarrollo de peloteros en las granjas de Houston. “Desde entonces he escuchado que Altuve no podrá superar el siguiente nivel, que su físico no responderá, y fíjate, ha respondido. El año pasado por primera vez jugó más de 100 desafíos (125) y terminó en la Liga de California. Más tarde se uniformó con Magallanes y destacó en un circuito tan exigente como el de allá”.
Altuve fue el bateador más consistente de los Navegantes en la segunda mitad de la zafra y recibió votos para el premio Novato del Año. Esa capacidad de adaptación y su actual desempeño tal vez podrían forzar un ascenso al Corpus Christi (AA), en cualquier momento.
“Pienso que habrá que esperar un poco. Al menos hasta después del Juego de Estrellas”, destacó López. “Nuestro principal prospecto en la segunda base es Jimmy Paredes, que llegó de los Yanquis en el cambio por Lance Berkman, y está jugando a diario en ese equipo. Altuve tendrá su oportunidad. Es uno de los cinco o seis peloteros que quedan en la organización de los que se firmaron en 2007 y el único infielder. Eso habla bien de él. Este año tendrán que protegerlo, sino cualquier scout que se sienta detrás del plato a observar peloteros en ligas menores, lo recomendará a su organización”.
Esta columna apareció publicada en el diario El Nacional el 30 de mayo de 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

Héctor Sánchez hace ruido con el San José


Foto Tommy LaPorte/San Jose Giants
El receptor encabeza a sus colegas de la Liga de California en jonrones y carreras producidas
Héctor Sánchez siempre ha impresionado durante las prácticas de bateo por la distancia que recorren sus conexiones. Pero ese poder no lo había trasladado al campo de juego, en encuentros oficiales, hasta esta temporada.
El lunes, despachó tres pelotas fuera del parque y elevó a ocho su total con el San José, filial de los Gigantes en la Liga de California (A+), cifra tope entre todos los receptores del circuito y una marca personal, cuando todavía no se cumplen dos meses del calendario regular.
“Llevo dos años asistiendo (como invitado) a los entrenamientos de primavera del equipo grande y eso me ha ayudado mucho”, dijo el maracayero, de 21 años de edad, que también liderada a sus colegas de circuito en empujadas (40). “Me ayudó mucho el coach de bateo de los Gigantes (Hensley Meulens). Trabajamos durante largas sesiones en la jaula de bateo. No modifiqué la manera de pararme en el plato. El principal consejo fue tener más paciencia, mejorar mi disciplina. Identificar lo que está tirando el lanzador y batear pitcheos en la zona. Estoy concentrado en ese aspecto. Esa es la diferencia. Pienso que estoy viendo mejor los lanzamientos".
La variación (.299) con relación a la campaña anterior (.274) es significativa: 25 puntos, hasta el sábado. Lo que eleva a .300 su promedio vitalicio.
“La principal herramienta de Sánchez es su bate. Esa demostración de poder que tuvo esta semana no me sorprende”, dijo Ciro Villalobos, coordinador de scouts de San Francisco en Venezuela, que en 2006 recomendó su firma. “Batea a las dos manos y tiene fuerza a ambos lados del plato. Cuando lo reclutamos no se hizo mucha bulla. Ese fue el año de Jesús Montero y su bono millonario con los Yanquis. Pero sabía que este joven tenía potencial”.
Sánchez recibió un incentivo de 70 mil dólares –muy por encima de la bonificación por la que pactó Pablo Sandoval ($ 45 mil) en 2003–  en buena medida porque esa capacidad ofensiva estaba acompañada de una buena proyección detrás del plato.
“Como catcher tenía dificultades con los pies, pero está mejorando y seguirá haciéndolo mientras vaya sumando partidos. Su brazo es 6 (en la escala de 8 de los cazatalentos) y posee una mascota solvente. Es un muchacho muy ágil, a pesar de su contextura. En el beisbol menor jugaba en el campocorto”, agregó Villalobos.

Exigente entrenamiento
Sánchez es dueño de un físico similar al de Sandoval y padece los mismos problemas para mantener el peso que llegó a tener el antesalista de los Gigantes. El año pasado terminó la temporada pesando 114 kilogramos en un cuerpo de 1,81 metros de estatura.
“Tuve que quitarme 30 libras (unos 14 kg) y ahora siento que físicamente estoy mucho mejor", señaló Sánchez. “Después de terminar la temporada fui a la Liga Instruccional en Arizona y más tarde viajé a República Dominicana para seguir trabajando en la academia de los Gigantes. Por eso no me reporté a los Tiburones (su equipo en el país). Descansé en noviembre y en diciembre regresé a Arizona para participar un programa de acondicionamiento especial. Luego llegó el spring training. Me esforcé por conseguir resultados. Fue algo que me llenó de satisfacción”.
Ahora luce más atlético y eso le ha ayudado al momento de ponerse los aperos. “He mejorado el movimiento de pies, algo fundamental en un receptor. Eso te permite estar bien plantado y lanzar mejor a las bases, bloquear el plato. Siento que tengo mayor capacidad de reacción”.

Futuro promisorio
Sánchez ha estado compartiendo labores desde el año pasado con Tommy Joseph, el décimo mejor prospecto de la organización, según Baseball America. Pero de acuerdo con la opinión de algunos scouts, el venezolano le saca ventajas en todas las herramientas, salvo en el poder natural.
Los disparos de Sánchez a segunda están llegando en 1,93 segundos a la intermedia, apenas por encima de la media de un receptor élite (1,80).
Este año ha retirado a 16 de los 36 hombres que le han salido al robo, para un extraordinario 44% de efectividad, mientras que en su carrera de casi un lustro es un sólido 35%. Este año ha cometido tres errores en 178 lances (.983), pero la percepción general de los entendidos es que está más adelantado en su desarrollo.
“Mi defensa siempre ha estado allí. Pero nunca descuido la rutina y este año siento que he mejorado al momento de llamar el juego, de enfrentar a bateadores de acuerdo con a la situación del partido y establecer una buena comunicación con el lanzador. No es que no lo haya tenido antes, pero con cada año gano experiencia”, puntualizó Sánchez.
Entre los primeros 20 prospectos de los Gigantes sólo la mascota de Jackson Williams, considerado el mejor de la posición en las menores del equipo, está por encima de Sánchez. Williams, de 25 años de edad, tiene estatus triple A desde 2010.
Aunque el gran obstáculo para el criollo y cualquier otro careta en las granjas de San Francisco es Buster Posey, último Novato del Año de la Liga Nacional y pieza clave del título alcanzado por los californianos en la Serie Mundial de la zafra anterior. Por ahora, habrá que esperar que se recupere de la fractura que sufrió hace tres días en la pierna izquierda que podría costarle toda la eliminatoria. Pero estando saludable se mantendrá por mucho tiempo arriba.
“Sánchez está dando de qué hablar y seguirá haciéndolo. Tiene talento y su bate lo llevará lejos”, sentenció Villalobos.

El Dato
José Sánchez igualó un récord de la franquicia del San José al despachar tres jonrones en un juego.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 29 de mayo de 2011

martes, 24 de mayo de 2011

Pablo Sandoval probará hacer swing a las dos manos desde hoy


El antesalista aspira a regresar en tres semanas. La figura de los Gigantes de San Francisco aseguró que la rehabilitación de la mano derecha marcha sin contratiempos

Pablo Sandoval avanza en la rehabilitación de la mano derecha, luego de sufrir una fractura a finales de abril, que lo envió al quirófano.
“Todo marcha a la perfección. No ha sido fácil superar lo que pasó, pero nunca he perdido el entusiasmo, siempre he estado positivo. Desde que me operaron me esfuerzo por cumplir con cada uno de los ejercicios que me prescribió el médico”, dijo el antesalista de San Francisco, a través del hilo telefónico.
Durante el fin de semana, Sandoval ensayó la mecánica de su swing con un bate liviano, sin golpear pelotas. Desde hoy comenzará una nueva fase en el proceso para ponerse a tono, antes de salir de la lista de incapacitados.
“En los próximos tres días, voy a batear pelotas en la ‘T’. Diez veces a la derecha y otras diez a la zurda. Luego batearé en la malla y de acuerdo con los resultados, seguiré adelante”.
En paralelo seguirá levantando pesas. Hace un par de semanas recogió rodados en la antesala y desde entonces sus progresos han sido tan notables, que el manager Bruce Bochy dijo hace tres días que podría tenerlo de regreso en unos 15 días.
“No. En tres semanas. No hay por qué apresurar las cosas”, corrigió el carabobeño. “Lo último que deseo es no volverme a lastimar. La fractura se cerró y la herida está cicatrizada. Fue una cirugía sencilla. A mi hermano (Michael) lo operaron de lo mismo en 2003 y no tuvo problemas para regresar. En principio, cuando vuelva al terreno, voy a sentir una molestia allí y tendré que acostumbrarme a ella hasta que vaya cediendo. Lo importante es ir perdiendo el miedo cuando tenga que enfrentar a lanzadores”.
Sandoval se fracturó el hueso unciforme de la mano derecha, cuando se deslizó en la segunda, en un intento de robo contra los Piratas de Pittsburgh, el 28 de abril. Al día siguiente pudo jugar, pero el dolor le obligó a pedir ayuda a los trainers del equipo y con una radiografía se descubrió la lesión.
“Me golpee con la esquina de la almohadilla, en la base de la mano. No en la muñeca, como llegó a decirse”.
La lesión se produjo justo cuando Sandoval lideraba a los Gigantes en promedio (.313), porcentaje de embasado (.374) y slugging (.530), mientras que estaba empatado en jonrones (5), con Pat Burrell.
“Estaba en un buen momento y lamento lo que pasó. Pero debo concentrarme en volver a estar saludable para ayudar al equipo. Nunca he dejado de apoyar a mis compañeros. El ánimo sigue estando allí”

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 24 de mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

Martín Pérez allana el camino a las mayores


El prospecto de los Rangers mejoró el enfoque y está saludable. El zurdo agregó un nuevo envío a su repertorio que le ayuda a sacar a los bateadores de paso

 
Martín Pérez podría ser considerado todo un veterano en la Liga de Texas. Está en su tercera campaña en el circuito, desde que debutó con el Frisco a finales de 2009. Pero apenas cumplió 20 años el mes pasado y sigue siendo el lanzador más joven en la reunión del medio oeste. Sólo que con relación a las temporadas anteriores, muchas cosas han cambiado. El zurdo de Guanare piensa que ha aprendido lo suficiente para ser un lanzador con mayor conciencia de lo que hace sobre el montículo.
“Ajusté mi mecánica desde el año pasado y trabajé en el balance sobre el montículo. Siento que tengo mucho más claro cómo lanzar y enfrentar situaciones. La experiencia en Venezuela (con Magallanes) me ayudó bastante. Aprendí mucho allá. Aprendí que no puedes salir y pensar que vas a tirar seis innings. Debes ir entrada por entrada. Recibí muchos consejos de gente con experiencia”, dijo el lanzador, con aplomo al otro lado del teléfono.
Pérez inició 2011 como el primer prospecto de los Rangers, según Baseball America, y el número 23 de todo el sistema de granjas de las mayores, de acuerdo con el ránking de MLB.com, y los resultados que ha obtenido hasta ahora, ratifican las ponderaciones hechas por los scouts.
El 19 de abril retiró a los 15 bateadores que enfrentó, en un partido acortado por la lluvia a cinco entradas contra Arkansas, y se convirtió en el primer lanzador en la historia del Frisco que logra lanzar un juego perfecto.
“Realmente no sabía lo que estaba pasando. Lo único que importaba para mí era lanzar el primer pitcheo en strike en cada turno. Después que suspendieron el juego, el manager (Steve Buechele) me llamó para felicitarme. No estaba seguro por qué lo hacía. No te felicitan cada vez que lanzas. Pero luego me explicó que iban a validar el juego como perfecto. Fue una gran alegría”, refirió Pérez.
El lunes de la semana pasada aisló dos carreras en 7.2 capítulos, mientras que ponchaba a 10 rivales, ambas cifras tope en su carrera. Sólo regaló un boleto. Pero el sábado, en su siguiente salida, repartió cuatro pasaportes en 6.0 innings y guillotinó a seis.
El promedio de pasajes gratis de Pérez por cada nueve entradas (4,44 este año y 3,88 de por vida) todavía sigue siendo una asignatura pendiente.
“La concentración es clave. Creo que ese aspecto me está ayudando ha mejorar el control y la localización. Siento que ahora estoy mucho más enfocado en tener un plan para cada partido. Todos mis pitcheos están cayendo en strike. He sido consistente toda la temporada y, lo más importante, mi espalda está sana, mucho más fuerte. El dolor fue responsable de los altibajos del año pasado (5-8, 5.96)”.
Pérez exhibe récord de 1-0 y efectividad de 2.31, la segunda mejor de la Liga de Texas. En 46.2 innings sólo ha encajado 37 imparables, con 48 abanicados y 23 boletos, repartidos en nueve aperturas. Sus oponentes apenas le ligan para .226 de promedio.
“Confío en mi recta (de 96-97 mph). Es mi principal pitcheo, con el que saco los outs. Pero pienso que esta temporada la he estado combinado mejor con la curva y el cambio. Además tengo confianza como para tirar la recta de dos costuras, que se mueve similar a un sinker, en cualquier conteo. Lo estoy haciendo desde que estaba con Magallanes. Me ha resultado contra los zurdos (que sólo le golpean para .159). Los saco de balance”.
En las últimas tres zafras, los Rangers han dado evidencias concretas de que pueden empujar a sus prospectos del pitcheo hasta las grandes ligas con éxito. Los casos recientes de Neftalí Feliz y Derek Holland son prueba de ello ¿Estará Pérez cerca de subir ese último peldaño?
“El tiempo de Dios es perfecto”, destacó el llanero. “Cuando firmas, el sueño es llegar a las grandes ligas. Trabajas y te preparas para eso. Texas decidirá y yo estaré listo para asumir esa responsabilidad”.

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 23 de mayo de 2011

sábado, 21 de mayo de 2011

José Lobatón aprovecha las oportunidades



El mirandino del Durham no para de producir en triple A y es el receptor con mejor promedio ofensivo en la Liga Internacional
José Lobatón descargó toda su fuerza al primer envío de Mike Leake y sacó la bola por el jardín derecho del Bulls Athletic Park en el segundo inning, con tres compañeros en circulación, para guiar la victoria de Durham, 7-4, contra Louisville, hace un par de noches. La actuación del receptor fue una muestra de la que se perfila como su mejor campaña en ligas menores, desde que en 2003 debutó en las filiales de San Diego.
“No recuerdo si antes había hecho algo como eso. Sé que cuando estaba muchacho en Venezuela di un jonrón con las bases llenas en el beisbol menor. Pero aquí no estoy seguro. No he tenido muchos chances de batear en esa situación aquí”, dijo con humor, a través del hilo telefónico.
Lobatón llegó a Tampa Bay, el 30 de julio de 2009, después de ser seleccionado de la lista de disponibles de los Padres, 25 días después de debutar en las grandes ligas.
“Mi meta es volver a estar allá arriba. Pero en lo personal quisiera tener un año con promedio sobre .300. También deseo mejorar mis tiros a las bases y remolcar muchas carreras. Sé que si doy lo mejor de mí lo lograré".
Hasta ahora parece estar en el camino indicado. Antes de la jornada de ayer, encabezaba a los catchers de la Liga Internacional (AAA) con un promedio de .346 y un OPS de 1.012. En 22 encuentros sumaba cinco dobles, un triple, cuatro cuadrangulares y 15 producidas. Detrás del plato ha cometido un par de errores en 163 lances, pero ha retirado a ocho de los 23 hombres que le han salido al robo (35%).
No aparece entre los líderes del circuito en bateo, porque sus 78 turnos son insuficientes. Lobatón comparte la posición con Robinson Chirinos, que llegó proveniente de los Cachorros en el cambio por Matt Garza. El magallanero apenas liga .200 en 100 veces al bate.
“No sé cuál es el plan de la organización, pero de momento nos están alternando. Chirinos es una gran catcher y hemos logrado hacer una buena dupla”.
Pese a lo incómodo que pueda resultar no tener continuidad en el juego, Lobatón ha hecho lo posible por adaptarse.
“Yo quisiera abrir más partidos como regular, aunque estoy conforme con el tiempo de juego que tengo hasta ahora. Chirinos y yo no somos los mejores amigos, pero nos llevamos bien. Me refiero que apenas este año nos conocimos. Es una buena persona y lo que hace en la posición es impresionante. Me siento feliz de tener un compañero como él a mi lado, porque podemos ayudarnos mutuamente. Es un profesional en lo que hace. Siempre pendiente de los detalles. Eso ha hecho que nos acerquemos, porque cuando nota que estoy haciendo algo mal me lo dice y viceversa. Gracias a eso, siento que he mejorado mi defensa”.

Ajustes en el plato
Lobatón, que puede batear a las dos manos, fraguó el éxito que está teniendo con el madero meses atrás, mientras se encontraba en Venezuela. “Hice ajustes y estoy contento con los resultados. Trato de ir al home y buscar un buen envío para darle con fuerza. Si los batazos caen o no, es otra historia. Afortunadamente han caído”.
El mirandino destacó que se limitó a seguir los consejos del coach Rómulo Martínez y de su hermano mayor, José, que trabaja como técnico de la Federación Venezolana de Beisbol.
“Traté de adaptar lo que me dijeron a mi estilo. Ahora estoy trabajando mejor los conteos y haciendo swing a pitcheos en la zona. Mientras siga funcionando, no lo voy a cambiar”.

Respaldo en Caracas
La gerencia del Caracas anunció que la salida de Carlos Maldonado, enviado en un cambio a Zulia, cerraba un ciclo en el equipo y abría uno nuevo con Lobatón, que ahora tendrá la responsabilidad de ser titular, cuando se incorpore al club en el invierno.
“Estoy contento y triste a la vez”, señaló el receptor, de 26 años de edad. “Tener el chance de jugar a diario con los Leones era algo que quería. Lástima que ocurrió con la salida de un gran amigo como Carlos. Pero le daré la bienvenida a esta oportunidad como nunca antes en mi vida. Quiero que los fanáticos del equipo se sientan orgullosos de mí”.

Esta nota, en la que colaboró el periodista Ismael Granadillo,  apareció publicada en el diario El Nacional el 20 de mayo de 2011

jueves, 19 de mayo de 2011

Mario Lisson se uniformará de navegante y Freddy Galvis de águila



Magallanes mejoró la ofensiva y Zulia fortaleció el infield. El cambio entre ambos equipos se estaba gestando desde hacía casi un mes y se concretó ayer en la mañana

Magallanes consiguió en Mario Lisson el bate que estaba buscando para mejorar su ofensiva, y Zulia fortaleció la línea central con el confiable guante del campocorto Freddy Galvis. El canje se selló en horas de la mañana de ayer, después de casi un mes de negociaciones, lapso en que las oficinas de ambos equipos permanecieron en contacto, intercambiando nombres de peloteros.

"Lisson llena el perfil del infielder que estábamos buscando", puntualizó Luis Blasini, gerente deportivo de los Navegantes. "No teníamos un antesalista que pudiera sacar la bola y empujara carreras con regularidad. Pienso que Mario cumple con esas condiciones".
En 115 encuentros, con Caracas y Zulia, el recio bateador derecho ha sacado 17 jonrones y remolcado 51 carreras.
Marcos Vechionacci y Jesús Merchán, quienes han pasado buena parte de las últimas dos campañas en el tercer cojín, cuando han estado saludables, son hombres de contacto. "Por eso estamos satisfechos con la adición de Lisson. Personalmente, era el pelotero que quería. Lo trajimos para que juegue a diario".
“Me sorprendió el cambio”, confesó Lisson, desde EE.UU. “Había escuchado los rumores desde hacía algunas semanas sobre el interés de Magallanes. Se dijo que estaban ofreciendo a Humberto Quintero, pero cuando Zulia adquirió a Carlos Maldonado pensé que eso se había enfriado. No fue así. Agradezco la confianza de la gerencia. Será un orgullo ponerme el uniforme de un equipo de tanta tradición como el de los Navegantes”.
El caraqueño está en medio de un gran inicio de campaña, en la filial doble A de Kansas City, luego de perderse todo 2010 por una lesión en el hombro derecho. Antes de la jornada de ayer golpeaba .275/.383/.663, con nueve jonrones, 17 producidas y un OPS de 1.045, el cuarto mejor de la Liga de Texas.
"Lisson no sólo tiene un comienzo caliente, sino que está jugando una buena defensa", dijo Richard Castro, supervisor de scouts de los Reales en el país. "Su guante es average, no debe subestimarse. Siempre ha sido apreciado en la organización por sus habilidades al campo".
El caraqueño, que entre 2008 y 2009 formó parte del roster de 40 de Kansas City, apareció en 2010 como el mejor infielder de las granjas del equipo, según Baseball America.
Blasini destacó que le costó entregar a Galvis en el pacto. "Es un gran muchacho y un pelotero que puede rendir en la liga". Sin embargo, Argenis Díaz, Andrés Eloy Blanco y Darwin Pérez le otorgan al equipo la suficiente profundidad en el shortstop para pagar el precio de Lisson.
Jorge Urribarrí, asesor deportivo de Zulia, aseguró que Galvis será el campocorto regular de los rapaces la próxima temporada. "Necesitábamos unas manos seguras en la posición, alguien que estabilizara la línea central. Galvis es ese jugador", señaló.
El falconiano sigue siendo estimado en Filadelfia por sus excelsas cualidades defensivas, pero se ha estancando como prospecto por su poca ofensiva, aunque está protegido en el roster de 40. En cinco campañas en ligas menores, su línea de producción (.234/.282/.299) es poco esperanzadora.
El año pasado debutó con Magallanes y su promedio fue un magro .204, en 49 turnos, con un extra base y un porcentaje de embasado de apenas .304. "Lo trajimos por su guante", reiteró Urribarrí.

En la otra acera
Mario Lisson ahora experimentará la rivalidad Caracas-Magallanes desde otro dugout, luego de pasar los primeros tres años de su carrera con los Leones (2006-2009). “Cuando volví al Universitario con el uniforme de las Águilas (tras ser cambiado), los aficionados me trataron muy bien. Espero que esta vez ocurra lo mismo, aunque entiendo que ahora es una situación muy diferente”.

domingo, 15 de mayo de 2011

Mario Lisson golpea al pitcheo de la Liga de Texas


El antesalista es figura de los Naturales de Arkansas. El recio toletero se recuperó de una operación en el hombro derecho, que le impidió jugar en 2010


A Mario Lisson le basta con estar de regreso en el terreno saludable, luego de perder toda la temporada de 2010 por una operación en el hombro derecho. Pero no puede ocultar su satisfacción de ser el bate más caliente de los Naturales de Arkansas, la filial doble A de los Reales de Kansas City.
“El brazo ha respondido muy bien luego del proceso de rehabilitación”, aseguró el caraqueño, vía telefónica. “En este momento estoy conectando la bola con contundencia, me siento muy bien en el plato”.
La recuperación fue tan exitosa que el caraqueño amaneció ayer bateando .309/.420/.721, con ocho cuadrangulares, todas cifras topes en Arkansas, y un impresionante OPS de 1.140, el más alto en la Liga de Texas.
“A mediados de los entrenamientos de primavera comencé a conseguir el tiempo exacto de mi swing”, recordó. “Al principio sentía algo de temor cuando intentaba extender los brazos, por la lesión que sufrí, pero cada vez el swing estaba más fuerte y compacto. Comencé a sentirme cómodo y así inicié la temporada”.
Como hombre de fuerza, a diferencia de anteriores temporadas, no está tratando de halar los lanzamientos.
“Cuatro de mis jonrones se han ido en línea del centro a la derecha”, puntualizó. “Estoy siendo más paciente en plato. Sólo bateo pitcheos que estén en la zona. También utilizo más los pasillos entre los jardines. Siento que estoy menos vulnerable”.
Lisson señaló que su éxito en buena medida se debe a los consejos que recibió temprano en la primavera, mientras se encontraba en el complejo de los Reales en Surprise, Arizona, de Tommy Gregg (coach de bateo del Omaha, triple A), Terry Bradshaw (tutor de bateadores del Arkansas), Nelson Liriano (manager del Burlington), Jack Maloof (asistente especial del departamento de desarrollo de peloteros de los Reales) y Andre David (coach del equipo de novatos de la organización).
“Todos dedicaron parte de su tiempo desde comienzo de febrero para trabajar conmigo en diferentes etapas de los entrenamientos. El producto de ese trabajo se está notando”.
Lisson sumó 166 encuentros de experiencia en el circuito tejano, antes de su primera incursión en triple A, en 1999. Algo que también le ha ayudado en el inicio de campaña.
“Tal vez pueda ser una ventaja, pero el pitcheo de la liga ha ido mejorando según avanza el calendario y el clima se calienta. Aquí hay muchos más prospectos que en triple A.
Hace poco enfrentamos a un pitcher de Colorado (Juan Nicasio) que tiraba 97 millas por hora. Pero en general pienso que los turnos que he tomado en Venezuela ayudan a que te defiendas aquí”.

Un largo camino

Lisson se lastimó en la tercera semana de prácticas de 2010, cuando asistía por tercera vez –primera como invitado–  al campamento del equipo grande de los Reales. El infielder se desgarró el cartílago conocido como labrum, que une la articulación del hombro, y sufrió daños en el manguito rotador. El 4 de mayo fue sometido a una intervención quirúrgica realizada por el reconocido especialista Lewis Yochim, en Los Ángeles. Por primera vez en su carrera, Lisson no jugó en una temporada.
“Fue muy difícil”, admitió. “Superar lo ocurrido no es fácil. Mentalmente siempre tienes temor. Sobre todo durante los primeros dos meses, después de la operación, cuando ni siquiera te dejan caminar rápido. No puedes mover el brazo. Ya tenía una experiencia previa. En 2005 me operaron el hombro izquierdo, pero nada como esto”.
El proceso fue avanzando poco a poco, siguiendo los pasos de la rehabilitación y mejorando. Los progresos siguieron en Arizona, a principios de año, cuando los Reales abrieron su búnker para los jugadores que estaban atravesando por situaciones similares a la de Lisson, hasta que recibió la luz verde para jugar.
“En esta ciudad (Springdale, al noroeste de Arkansas), donde jugamos como locales, hace mucho frío en abril y creo que ese clima impedía que sintiera el hombro suelto, pero en la medida en que sube la temperatura esa sensación ha ido desapareciendo. Hay días en los que ni siquiera pienso en que me operaron. Otras veces, cada vez menos, es como si tuviera algo allí. Pero estoy saludable y aspiro a seguir así”.

Altibajos en el rendimiento

Hace tres años, Lisson empató la marca de cuadrangulares, vigente en ese entonces, para un novato en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con siete estacazos de vuelta completa, vistiendo el uniforme de los Leones del Caracas. El recio bateador derecho venía de disparar 14 jonrones y remolcar 65 carreras en doble A y su carrera parecía en ascenso, tras ser protegido por primera vez en el roster de 40 por los Reales.
Sólo que su average comenzó a caer y su OBP no superó los .284 puntos entre 2008 y 2009. El fantasma de los ponches apareció y promedió más 100 por zafra en ese lapso.
Esos problemas para hacer contacto coincidieron con su mudanza de la antesala al campocorto, la posición de donde lo habían movido al inicio de su carrera. Aunque nunca perdió su condición de mejor infielder defensivo de la organización, estatus con el que inició 2010, antes de lesionarse.
Ahora, a los 26 años de edad, parece tener un inicio fresco.
“Estoy más cómodo jugando en la tercera base. Creo que puedo hacer el trabajo allí. Me apasiona jugar en el shortstop, es mi posición original, disfruto jugar allí, pero pienso que puedo rendir en la antesala”.
Por su físico, luce como un jugador de las esquinas. “Se mueve muy bien para ser un tipo alto (1,88 metros)”, aseguró un scout de la Liga Americana, en un reporte de Baseball America. “Lee muy bien los batazos en tercera. Lo he visto fildear pelotas difíciles en el fondo y atacar con mucha solvencia rodados lentos y lanzar a primera en la carrera”.
Con la transición de Alex Gordon a los jardines, el camino para llegar a las mayores no luce tan complicado tomando en cuenta que Wilson Betemit y Mike Avilés comenzaron esta temporada alternándose en la antesala. En una organización como Kansas City, de mercado pequeño, que siempre recurre a sus granjas para compensar su desventaja en la puja por los principales agentes libres, siempre se abren las puertas de la oportunidad. Pero en este momento Mike Moustakas, uno de los mejores prospectos de los Reales, parece destinado a corto plazo a ocupar esa posición. Sin descartar a John Whittleman, que comienza a abrirse paso desde clase A.
“Lo importante es mantenerme sano. Si lo consigo entonces podré seguir moviéndome en ligas menores, ascendiendo, o tal vez se vean obligados a cambiarme. Mi trabajo es seguir rindiendo como hasta ahora”, sostuvo Lisson.

Ajustes en el plato
Lisson comenzó la jornada de ayer ligando .309, alrededor de 54 puntos por encima de su promedio vitalicio en ocho campañas de ligas menores. La razón es muy sencilla, de acuerdo con el recio bateador derecho.
“Son pequeñas diferencias, con relación a los años anteriores, pero que han dado resultados. Estoy comenzando a hacer el movimiento de mi swing temprano para tener mayor oportunidad de reacción y de reconocer los envíos. Subí un poco más las manos, a la altura de las orejas, y ahora estoy levando un poquito la pierna izquierda. El resto es ir con un plan al plato. Ser paciente. Reconocer que está haciendo el lanzador durante el juego”.
Esa disciplina le ha permitido tomar turnos de calidad y darle con mayor contundencia a la pelota. Ayer amaneció con cuatro dobles y ocho cuadrangulares, que le han ayudado a alcanzar 49 bases para un porcentaje de slugging de .721, el quinto más alto de todo el sistema de granjas de las mayores.
Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 15  de mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

José Altuve se empeña en romper paradigmas

El prospecto sorprende por su capacidad ofensiva. El segunda base fue el mejor bateador de Houston en la categoría clase A en abril y encabeza todas las ligas menores con 47 hits

A lo largo de su carrera, José Altuve siempre ha tenido que responder preguntas sobre su estatura de 1.65 metros y, en algunos casos, soportar insinuaciones y bromas. Desde el año pasado su actuación en el terreno le ha dado la categoría de prospecto de los Astros de Houston y ya no sólo es ponderado por sus características físicas.
“Pienso que los comentarios sobre mi estatura me motivaron e hicieron que me esforzara mucho más. Pero en Houston ya no se habla tanto del tema porque he demostrado que puedo jugar pelota”, señaló el maracayero, de 21 años de edad, vía telefónica.
En 2010, el segunda base inició la temporada con el Lexington (clase A) y terminó en el Lancaster (clase A+). En 125 partidos dejó un promedio combinado de .301 y estableció marcas personales en jonrones (15), producidas (67) y robos (42).
Este año, los siderales lo seleccionaron como Jugador del Mes de abril, en la categoría clase A, con el Lancaster, tras un tórrido inicio de verano que le tiene liderando todo el sistema de granjas de las mayores con 47 hits, en tanto que su promedio de .388 es el cuarto mejor en la Liga de California.
“El año pasado apenas jugué tres semanas en ese circuito. No ha sido fácil la adaptación, pese a los resultados. Creo que los entrenamientos de primavera y mi experiencia con Magallanes, en el invierno, me ayudaron mucho. Trabajé en mi swing y en la defensiva. Los resultados se están viendo”.
Félix Francisco, asistente especial a la gerencia de Houston en Latinoamérica, echó mano a los elogios cuando se le pidió que opinara sobre Altuve.
“El pequeñito Altuve es un jugador bastante interesante. Nosotros creemos en él a pesar de su tamaño”, destacó el dominicano. “En su primer partido de la temporada conectó triple y completó uno de los mejores dobleplays que se hayan visto en la Liga de California en los últimos años”.
En zafras anteriores, la defensa era señalada como una falencia en el juego de Altuve, sobretodo al momento de realizar las dobles matanzas. Pero en lo que va de calendario suma 20 dobleplays y en 142 lances exhibe .979 de porcentaje de fildeo.
“Me ayudó mucho poder compartir tiempo durante las prácticas y en los partidos con Andrés Eloy Blanco, Argenis Díaz y Edgardo Alfonzo, como segunda base de Magallanes. Me dieron muchos consejos, aprendí con ellos y con (el coach) José Alguacil aspectos clave de la posición”, refirió.
Altuve también ha usado su velocidad e inteligencia como armas. Dos virtudes a las que se les puede sacar provecho tanto a la ofensiva como a la defensiva.
“Le llega a pelotas por su velocidad y sabe cómo jugar beisbol. Si a eso agregas que cuando está en el plato cualquier cosa puede pasar –desde un toque de bola, pasando por una conexión, como bateador derecho, a la banda contraria que puede convertirse en doble, hasta un jonrón–, entonces estamos en presencia de un pelotero que debe ir ascendiendo”, aseguró Oscar Alvarado, supervisor de scouts de Houston en el país.
Altuve se ha robado 108 bases en su carrera de poco más de cuatro años y apenas ha sido captura 35 veces. Este año ha llegado quieto en 15 de 19 intentos (79%), cifra que acompaña con una extraordinaria línea de producción (.388/.436/.562), además de un notable OPS de .998.
Un jugador pequeño, rápido, con buen guante, que puede ofrecer una buena ofensiva y que ayuda a mejorar la producción de la parte media de la alineación.
Con ese perfil, las grandes ligas no lucen como una quimera. Eddie Collins, miembro del Salón de la Fama, tenía características similares y aparece como segundo mejor camarero de la historia en el ránking que estableció Bill James en su Baseball Abstract. Aunque no hay que ir tan lejos. Dustin Pedroia es un ejemplo mucho más cercano.
Sin embargo, existen opiniones encontradas en torno al futuro de Altuve. 
“Es divertido observarlo, pero su historial no es muy atractivo”, enfatizó Jim Callis, editor ejecutivo de Baseball America y una referencia cuando se habla de prospectos. “Su principal herramienta es la defensiva y, tal vez, el bateo, si realmente crees en él. Su contundencia ofensiva y velocidad no son especiales. Además, ¿cuántos jugadores de su talla se consiguen en las mayores? Creo que su techo es el rol de utility”.
Mike Newman, de scoutingthesally.com, no es tan radical. “Fue uno de mis peloteros favoritos en 2010. El chico puede batear. Punto. Se necesitan prospectos como Altuve, porque no tienes a otros con quién compararlo. Honestamente, lo más fácil es escribir en un reporte que, por su talla, cuando mucho llegará a ser un suplente de infield. Pero si en Baseball Reference apareciera que mide 1,85 metros, estaríamos discutiendo incluirlo entre los mejores 100 prospectos. Así que sería irresponsable descartarlo”.
Francisco insistió en que recibirá la oportunidad de seguir ascendiendo en Houston. “Pensamos que este año terminará en doble A”.
Altuve también tiene su opinión. “(Alexi) Amarista es un tremendo pelotero. Llegó a las grandes ligas y es un poco más alto que yo (tres centímetros). Pienso que eso abrirá los ojos de los equipos. Por mi parte, siempre salgo al terreno a jugar como si fuera mi último partido”.


Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 9  de mayo de 2011