lunes, 10 de junio de 2013

Décimo inning

Álvarez puso su nombre en el mapa de Detroit durante los entrenamientos

José Álvarez dejó los jardines para convertirse en lanzador y esa decisión lo ayudó a llegar a las grandes ligas


José Álvarez tomó un par de decisiones que cambiaron el rumbo de su carrera en el beisbol y en ambas influyó Miguel Ángel García.

Álvarez se entrenaba a mediados de la década pasada con Arquímedes Rojas, un ex scout de los Yanquis de Nueva York, que trabajó como coach de Caribes en los inicios de la franquicia.

El zurdo, de 16 años de edad, jugaba en los jardines y tenía habilidades para batear, pero García, por ese tiempo cazatalentos de Boston, se interesó en la potencia de su brazo y al día siguiente de recomendar su firma le dijo que su futuro estaba en el montículo.

"No era veloz y su físico me decía que no iba a convertirse en un tipo grande", rememoró García, que ahora dirige las operaciones de los Tigres de Detroit en Latinoamérica. "Yo había vivido lo mismo como pelotero. Preston Gómez (scout de California) y Oscar Prieto (Párraga), gerente del Caracas, me convencieron de que me convirtiera en pitcher. No es fácil decirle eso a un muchacho".

Después de cuatro años, los Medias Rojas lo usaron como pieza de canje para obtener de los Marlins a Jeremy Hermida durante el receso de campaña de 2009. En Florida fue considerado un prospecto medio y su cambio de velocidad llegó a ser catalogado por Baseball América como el mejor de la organización. Siempre destacó por su control, pero lucía atascado en el sistema de granjas.

Al final de 2012, Álvarez se declaró agente libre tras siete zafras en ligas menores.

"Decidí buscar otro ambiente. Quería ir a un lugar en el que me brindaran la posibilidad de ascender", refirió Álvarez. "Entonces opté por lo seguro. Antes ya había confiado en Miguel Ángel García".

El barcelonés estaba teniendo una sólida campaña con Caribes de Anzoátegui y varias organizaciones se mostraron interesadas.

"No fue fácil", admitió García. "Pero Alejandro Rodríguez, nuestro coordinador de scouts en Venezuela, hizo un gran trabajo".

El 8 de noviembre, Álvarez se unió formalmente a los bengalíes.

"No había espacio para invitarlo a los entrenamientos de primavera. Hablé con Alberto Ávila (asistente a la gerencia general) y logramos convencer a (David) Dombrowski (presidente del equipo)".

El zurdo intrigó a varios analistas. ¿Un agente libre de 23 años? García no albergaba dudas.

"Es joven todavía y tiene un buen brazo. Siempre apareció en nuestros reportes antes del draft de regla 5, sólo que no teníamos cupo. En el spring training demostró sus cualidades y estuvo a punto de quedarse. Impresionó al manager (Jim) Leyland con su cutter para dominar a los derechos. Abrió muchos ojos. No hizo el equipo porque no estaba en roster de 40".

La voz de García se entusiasma cuando avanza en el relato y Álvarez, con su tono pausado al hablar, no puede ocultar su alegría. El sábado conversaron largo rato. El zurdo, que soñaba con dar líneas en las mayores, logró su promoción a la gran carpa después de una sólida campaña que lo convirtió en uno de los mejores lanzadores de la Liga Internacional (AAA) con el Toledo. Ayer debutó en el Comerica Park, en lugar del lastimado Aníbal Sánchez.

"No cambiaré nada de lo que he estado haciendo", afirmó Álvarez, antes del partido.
García comparte ese argumento. Debe seguir la senda que transita en este instante. "Es una alternativa real para el equipo, pese a que subió por una emergencia. Como Drew Smyly tiene esa capacidad, atípica, de abrir un partido, poder ir largo, y luego estar preparado para ser usado como relevista. Su recta ha tocado las 94 millas por hora y llega constante al plato entre 90 y 92 mph, mientras que ha mejorado la curva gracias al trabajo con el coach de pitcheo (del Toledo) A. J. Sager. El empaque promete".

Álvarez no debe estar arrepentido por las decisiones que tomó.


"Cuando me estrené arriba (en 1987), dí gracias a Dios por aceptar convertirme en pitcher. Son pocos los que llegan. José debió pensar lo mismo", sostuvo García. 

Esta nota columna publicada en el diario El Nacional el 10 de junio de 2013

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