jueves, 16 de julio de 2015

Gleyber Torres cautiva en las granjas de Chicago



El cotizado prospecto sigue creciendo como pelotero, mientras gana reputación por su ética de trabajo y madurez



Los Cachorros de Chicago cuentan con una de las granjas más prolíficas de las mayores. El antesalista Kris Bryant y el catcher Kyle Schwarber son dos de los nombres más significativos de la nueva generación de los oseznos. Detrás de ellos vienen creciendo varios peloteros que podrían causar un impacto importante en las mayores.

Gleyber Torres, de apenas 18 años, forma parte del segundo grupo. Está en su segunda campaña en el sistema de ligas menores, su primera en una liga de calendario largo y figura entre los mejores bateadores de toda la organización, pese a que todos los días enfrenta a lanzadores de 21 o 22 años de edad en la Liga del Medio Oeste (A).

“Su rendimiento y su actitud están muy por encima de su edad”, dijo el manager del South Bend, Jimmy González a MiLB.com. “Aprecias el esfuerzo que pone en el terreno. La manera como asume el juego y las preguntas que hace, hablan de un chico mucho más maduro que lo que dicen sus 18 años”.

Torres exhibe el octavo mejor promedio (.305) y la cuarta cantidad más alta de empujadas (45), entre todos los peloteros de ligas menores de los Cachorros. Esa actuación le ayudó a ascender al segundo lugar entre los prospectos de Chicago y a ubicarse en el puesto 28 de las 50 mejores promesas del beisbol durante la primera mitad de la temporada, de acuerdo con Baseball America.

“Soy el menor del equipo, pero eso no me afecta en nada. Pienso que es por la manera como me criaron mis padres. Mentalmente estoy preparado para jugar fuerte todos los días”, soltó con desparpajo el campocorto caraqueño.

Torres ha deslumbrado con su avanzada manera de afrontar cada turno, su aproximación al juego y su tendencia a irse hacia la banda contraria del campo como bateador derecho. Cualidades muy apreciadas cuando se trata de jugadores jóvenes.

En su debut como profesional en 2014, luego de recibir 1,7 millones de dólares por su firma el 2 de julio de 2013, dejó una destacada línea de producción (297/.386/.440), entre la categoría de novatos y la clase temporada corta. Demostró dominio de la zona de strike y capacidad para llevar la bola con contundencia a todos los sectores del campo.

“Tan impresionante fue su debut, que estuvo en radar de los scouts durante los entrenamientos de primavera. Busqué un asiento detrás de la caja de bateo para verlo durante las prácticas. Torres mostró consistencia en el swing y contacto sólido para producir líneas. Me impactó lo atlético y fluido que luce al campo. No puedo decir que sea un velocista, pero mueve muy bien las piernas”, contó Brett Taylor, especialista de Baseball Prospectus.

“No fui el único atraído por ese muchacho que apenas había cumplido 18 años. Torres fue incluido entre un grupo de jugadores de ligas menores para participar en algunos partidos de exhibición y en uno de ellos conectó un batazo de 300 pies contra una recta afuera, ceñido a la línea del jardín derecho, y se apuntó un doble. Apenas vio acción en cinco partidos, pero tomando en cuenta su juventud y falta de experiencia, esa invitación fue un claro signo de lo que representa para la organización”, agregó Taylor.


Torres todavía no conoce el Wrigley Field o Chicago, pero piensa estar allí en poco tiempo.

“La meta es llegar en cuatro años a las Grandes Ligas. Es mi sueño y el de mis padres”, aseguró. “Los Cachorros cuentan con una de las mejores fanaticadas del beisbol y me inspira saber que es un equipo que toma en cuenta al talento joven. Por eso trabajo fuerte, para tener la misma oportunidad de subir”.

Hasta ahora está en el camino correcto, de acuerdo con sus tutores.

“Este es un juego en el que fallas la mayoría de las veces. Si conectas tres hits en 10 turnos, puedes convertirte en un All-Star y Gleyber es muy bueno aprendiendo de esas situaciones. Trabaja realmente duro. Sabe cuándo necesita enfocarse en algunas cosas y mejora cada día”, puntualizó el coach de bateo Jesús Feliciano.

En el terreno sus manos, movimientos y brazo por encima del promedio encajan en el shortstop, una posición premium, aunque algunos scouts opinan que su alcance mejoraría en la segunda base, donde su bate le haría subir rápido. Solo que no será fácil en un equipo que cuenta con Starling Castro y Addison Russell alrededor de la intermedia. De allí que algunas publicaciones señalen al caraqueño como una posible pieza de cambio.

Mientras, seguirá acumulando conocimientos y adaptándose a su nuevo estilo de vida, en una cultura diferente.


“Estoy aprendiendo. Es un proceso y hasta ahora ha sido divertido”, señaló Torres a la televisora FOX 28. “Conozco un poco más del idioma. Todos los días trato de aprender algo nuevo”.

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