jueves, 8 de octubre de 2015

Alfredo Pedrique y Omar López se reencontraron en la acera de enfrente

Fotos: AVS PHOTO REPORT

Mentor y discípulo se enfrentan por primera vez como managers. Sus dos clubes aspiran a grandes cosas en la temporada 2015-2016


 
Puerto La Cruz.- Omar López apenas estaba dando los primeros pasos en su carrera como técnico en las granjas de los Astros de Houston, cuando se encontró con la oportunidad de ser el coach de tercera base de los Navegantes del Magallanes.

El mexicano George Orta, el técnico que había contratado la gerencia valenciana para dirigir el tráfico desde la antesala, había confrontado problemas para viajar al país y el joven López estaba disponible.

“Recuerdo que cuando lo propuse, me creó un problema agradable con el señor Andrés Reiner (asistente especial de la gerencia de los Astros y el responsable de crear la primera academia de MLB en el país)”, recuerda Alfredo Pedrique. “Omar estaba por comenzar a dirigir en la Venezuelan Summer League y Reiner temía que el compromiso con Magallanes, afectara su desempeño en esas funciones. Pero logré convencerlo y acordamos que cada vez que los Navegantes jugaran en el centro (Caracas, Maracay, Valencia), Omar asistiera a la academia en las mañanas”.

El técnico novato terminó haciendo un buen trabajo, aunque no fue fácil.

“Cometí muchos errores”, confiesa Omar. “Solo que Alfredo me ayudó a superarlos. Es la única persona que me ha dado técnicas para mejorar, me señaló en que ángulos debía colocarme para ver mejor las jugadas, me dijo que dejara de escuchar a la fanaticada de Magallanes a mi espalda. Mejoré. Siempre se lo agradeceré”.

El miércoles ambos tuvieron la oportunidad de recordar aquellos tiempos y estrecharse la mano. Ahora, López es el flamante Manager del Año de la 2014-2015. Apenas en su temporada de debut en la Liga Venezolana de Beisbol y, con 37 años de edad, llevó a Caribes de Anzoátegui al segundo título de su historia, tras tomar el testigo de Pedrique, que dirigió a los indígenas en las zafras 2012-2013 y 2013-2014, años en los que fue premiado como el mejor dirigente de circuito.

En su momento, Pedrique notó que López prometía y lo acogió como a un prometedor alumno.

“Creo que tomar esa decisión fue un riesgo en aquel año (2007) porque era Magallanes, pero venía trabajando con Omar, lo venía observando”, continúa Pedrique. “Sabía que iba a cometer errores. Cuando estuve como coach en tercera, por primera vez, también fallé. Pero veía su capacidad para retener la información y las instrucciones, observaba su desenvolvimiento y no dudé de darle esa oportunidad”.

López, que ha desarrollado una carrera brillante con Houston, lo agradece.

“Un 90 por ciento de mi manera de dirigir, la inspiró Alfredo, sobre todo en la parte organizativa y la disciplina; la comunicación y respeto al pelotero; la disposición para defender a los jugadores hasta donde lleguen tus posibilidades como manager; ser flexible hasta el límite del respeto y estimar a mi cuerpo técnico”, admitió el valenciano, de 38 años de edad.

En el último lustro, Anzoátegui ha sido uno de los clubes más exitosos en la LVBP. En tres de esos años, ambos managers han sido piezas clave. Cuando Pedrique decidió irse, López tomó el testigo.

“Esas dos campañas en las que fui parte del cuerpo técnico de Pedrique, sirvieron de adaptación. Tanto para el equipo como para mí. Los peloteros sabían quién era. Así que la transición no fue difícil”, destaca López.

Niuman Romero, capitán de la Tribu y uno de los peloteros más influyentes en el clubhouse portocruzano, piensa que ambos mandamases están en los extremos de un mismo espectro.

“Son dos managers distintos”, afirma el antesalista. “Alfredo tiene una filosofía, que podría definir como de la vieja escuela. Omar es de los nuevos tiempos, un poco más cercano a nosotros. Se ha acoplado muy bien. La química que existe entre pelotero y manager hoy día es bastante buena. No quiero decir que con Alfredo la relación no era buena, sino que es otro estilo. Es una persona correcta y justa. Ambos son excelentes personas y estrategas. Pero Omar es de otra generación”.

Quizás ambos se complementan como tutor y discípulo. En el terreno los dos han sido exitosos ¿Se cerró el círculo? Pedrique sonríe, al pasearse por la idea.

“No me considero un elemento egoísta”, afirma el segundo piloto venezolano en dirigir en las Grandes Ligas, que todavía busca un título en la LVBP. “Cuando comencé mi carrera como técnico muchas personas compartieron sus conocimientos conmigo y he sido exitoso. Fue la oportunidad que tuve de abrirle las puertas a un venezolano en el exterior y con los Astros se ha venido desarrollando de una manera rápida y positiva. Eso me contenta”.

“Son dos managers distintos. Alfredo tiene una filosofía, que podría definir como de la vieja escuela. Omar es de los nuevos tiempos, un poco más cercano a nosotros”.
NIUMAN ROMERO, CAPITÁN DE CARIBES

Ahora, a los 55 años de edad y una reputación de hombre de beisbol sin máculas, Pedrique asume el reto de dirigir al Caracas, un equipo que siempre debe aspirar al título. En frente tiene a López, que busca el bicampeonato, con la irreverencia que le ha llevado a la cima del circuito.

“Estos partidos (la serie en el Alfonso “Chico” Carrasquel), no significan mucho. Un encuentro más, con la importancia de cualquier otro. Todos los conjuntos tienen la misma meta. Pero me siento bastante contento con lo que ha logrado hasta ahora Omar”, sentencia Pedrique, tres veces Manager del Año, sin ánimos de polemizar.

López se pasea por las mismas sensaciones. Todavía tiene un trecho largo que recorrer y metas en las que debe enfocarse.

“No hay tensión, sino emoción de volverlo a ver. Cuando cruzamos las manos en el home plate (para entregar los lineups al umpire principal) nos deseamos suerte mutuamente. Pero admito que es raro ver a Alfredo del otro lado del terreno”.

El campeonato ganará con ambos y su profesionalismo. Al final, cuando termine la eliminatoria, el récord de ganados y perdidos definirá el destino de sus clubes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario