Los Ángeles ensamblaron una poderosa ofensiva, luego de un
movido receso de temporada en el que firmaron a Albert Pujols, además del
regreso de Kendrys Morales, tras casi dos años de ausencia por problemas
físicos, y la presencia de Mark Trumbo, que encabezó al equipo en jonrones y
producidas en 2011. Con ese núcleo, la alineación podría contar con suficiente
pólvora en sus cañones para respaldar una sólida rotación, que se veía
fortalecida con la llegada del zurdo C. J. Wilson, uno de los agentes libres más
cotizados.
Así que no fue difícil para algunos analistas concluir que
Anaheim estaba en posición de recuperar el reinado en el oeste de la Liga
Americana que ostentó en cinco de seis años --antes que fuera depuesto por
Texas en las últimos dos temporadas-- e incluso ganar el boleto a la Serie
Mundial.
Pero como en todos los meses de abril, las tramas de algunas
historias comienzan a desarrollarse con giros inesperados y los dirigidos por
Mike Scioscia atraviesan por un mediocre comienzo. El viernes encajaron su
quinta derrota consecutiva y la octava en los últimos 10 de desafíos, que los
dejaron balance de 6 y 14, el peor de la división y el circuito, igualado con
Kansas City.
Las estadísticas también señalaban que Pujols, dueño de un
contrato de 10 años por 240 millones de dólares, había extendido a 20 la racha
de desafíos sin sacar la bola del parque, la sequía más larga de su carrera en
el inicio de una campaña.
El primer cambio para intentar corregir el rumbo fue dejar
en libertad al veterano Bob Abreu para abrirle paso al promocionado prospecto
Mike Trout. El movimiento no causó sorpresa. La salida del Comedulce lucía
lógica desde antes del inicio de la eliminatoria. El jardinero y bateador zurdo
no tenía cupo, de hecho en enero era el principal candidato del club a ser
enviado a cualquier otro lugar, sólo que su contrato de $ 9 millones se alzaba
como gran obstáculo.
Entonces, por primera en su carrera de 17 campañas en las
mayores tuvo que desempeñarse en el rol de suplente, algo que creó tensión
entre las partes desde la primera reunión que tuvo con Scioscia en Tempe, justo
antes de los entrenamientos de primavera.
Sólo 400 apariciones legales en la temporada le fueron
prometidas. Al momento de ser dejado libre, proyectaba un poco más de esa
cifra, pero cada vez sería más difícil incluirlo en el lineup, tomando en
cuenta que Morales ha sido el habitual designado.
Abreu, que podría ser considerado como el jugador más
completo nacido en el país, se siente capaz de jugar hasta 2014, de acuerdo con
declaraciones que ofreció a MLB.com antes del inicio de la temporada. Si logra
seguirá sumando méritos.
Ahora mismo es, junto a Barry Bonds, Ricky Henderson, Alex
Rodríguez, Willie Mays, Andre Dawson, Joe Morgan y Craig Biggio, uno de los
siete bateadores en la historia con 250 jonrones, 300 robos, 1.000 anotadas, 1.000
impulsadas y 1.000 boletos.
Cuando alcance las 400 estafas --necesita siete más-estará a
la par de Bonds como los únicos peloteros en los anales del beisbol con esa
cifra y, además, 1.300 producidas, 1.400 anotadas y 250 cuadrangulares.
Pero, ¿podrá seguir jugando como aspira? Con 38 años de edad
sus números exhiben una progresiva merma en las últimas dos zafras completas
que ha disputado, antes de ser despedido por los Ángeles.
Pujols y Scioscia piensan que Abreu seguirá. Algunos equipos
han mostrado interés, de acuerdo con reportes de prensa en EE.UU.
El club que lo contrate ya no tendrá que cargar con su
oneroso contrato, de eso se encargará la gerencia de los querubines. El
jardinero recibirá el salario mínimo de las grandes ligas
($ 480.000) prorrateado
Oswaldo Guillén, manager de los Marlins, lo llamó y le hizo
saber a la gerencia de los peces que estaba disponible, de acuerdo con el Nuevo Herald. "Sólo queda esperar y
ver qué pasa", dijo Abreu a Los
Angeles Times.
Esta
nota apareció publicada en el diario El Nacional el 30 de abril de 2012
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