martes, 23 de noviembre de 2010

Anthony Lerew se divierte




Un día después de su histórico no-hitter, el derecho del Magallanes no ha parado de celebrar en Venezuela

Anthony Lerew todavía no asimila que su fotografía haya aparecido en todos los espacios deportivos de la prensa nacional. Tampoco cree que sea un héroe para la enorme legión de magallaneros que el domingo lo respaldó en cada uno de los 27 outs de su partido sin hits ni carreras. Pero comienza a gustarle la idea.

"Tengo que comprar algunos periódicos para llevármelos de recuerdo. Debo hacerlo", dijo sonriente el derecho, en el lobby del Hotel Ucaima, hogar de los importados navegantes, en el norte de la ciudad. Este año estuve bajando y subiendo a las mayores (con Kansas City). Me declaré agente libre y me dije `vamos a ver qué pasa allá en Venezuela’. Desde entonces no he parado de divertirme. Probablemente sea la mejor decisión que haya tomado. Hasta tiré un no-hitter. Debo agradecer la oportunidad que me dieron".

Lerew, de 28 años de edad, se convirtió hace un par de días en el primer pitcher del Magallanes que lanza un no hit no run desde el 3 de noviembre de 1996, apenas el tercero en la historia de los filibusteros y el único contra los Leones del Caracas, su eterno rival. Un desempeño que le valió ser distinguido de manera unánime como el Pelotero de la Semana, algo inédito desde la creación del galardón hace 14 años.

"¿En serio, tanto tiempo? Qué puedo decir. Estoy impactado todavía. Es muy difícil lograr algo así. Tengo muchas cosas en mi cabeza. Pienso que los jugadores de posición hicieron un gran trabajo detrás de mí, (Robinson) Chirinos llamó un gran juego y la ofensiva puso las carreras para respaldarme. Fue una noche perfecta", señaló con la sonrisa iluminándole el rostro.

La presencia del jugador llamó la atención de varios chefs que asistían a la convención nacional de su gremio en Valencia y Lerew hizo una pausa para posar junto al grupo.

"Como me hubiese gustado estar allí (en la celebración del domingo), pero esa noche estaba trabajando", se quejó Karelys, recepcionista del Ucaima.

Muy cerca del hotel, alguien garabateó con prisa en una pared "Gracias Lerew".

"Todavía no sé cómo manejar este momento. Se siente bien. Sólo me queda disfrutarlo", agregó Lerew, que nunca antes había pasado por una situación similar en su carrera.

"Había lanzado partidos completos (cuatro en 10 años), pero nunca un no-hitter. Estuve cerca cuando era un lanzador de liga de novatos, pero ni siquiera se le acerca a todo lo que está alrededor de un Caracas-Magallanes".

"Hablé con algunos amigos en casa y seguro que estarán muy contentos con lo que hice", continuó emocionado. "Anoche (el domingo) era muy tarde y todavía no me despierto del todo. Así que seguiré llamando durante el resto del día. Creo que lo primero que contaré será lo bien que me ha tratado la gente. Cómo extrañaré el apoyo de la multitud en el estadio, sin importar si estamos aquí o de gira. Tengo muchas fotos en mi teléfono, pero me gustaría llevarme un puñado de ellos para sentir su calor en Estados Unidos. Son increíbles. Volvería sólo por ellos".

Magallanes también extrañará su brazo. Lerew amaneció ayer con la mejor efectividad del circuito (1.11) y récord de 3-0, mientras que en sus seis salidas promedia cinco innings.

"Sabía que la competencia en esta liga era muy buena. Esperaba hacerlo bien, pero es obvio que nunca imaginé algo como esto. Valió la pena venir. Definitivamente me ayudará mucho esta experiencia".

La última salida de Lerew será el sábado, contra los Tigres en Maracay. 


"Me quedan seis días (en el país). No puedo prometer volver porque llevo muchos innings lanzados y mi agente dice que es suficiente".

Mientras llega el momento, el plan de esta noche (ayer) es una "gringo fiesta" (expresó en un singular español, refiriéndose a la cena del Día de Acción de Gracias que el equipo organiza a los estadounidenses). Luego estaré dando vueltas por ahí. Me divertiré. Tiraré en el bullpen (mañana) e intentaré lanzar otro no-nitter", bromeó con otra amplia sonrisa. 


“Un inning más”
Anthony Lerew empezó a sentir cansancio en el sexto inning, justo cuando pensó en la hazaña que urdía. “No me estaba sintiendo bien desde el jueves. No sé por qué será, pero cuando ocurre algo así, siempre lanzas mejor. Esa noche no intenté hacer mucho, sólo seguir adelante. Cuando llegué al sexto estaba agotado. Pero les dije ‘no me saquen hasta que no me den el hit’. Y, bueno, pasaron las entradas y al final pude lograrlo”.
De colección
Lerew quería llevarse de regreso a Estados Unidos la pelota con la que hizo el dobleplay sin asistencia para cerrar el partido contra Caracas, pero Luis Blasini, gerente deportivo del club, le pidió el objeto de colección para donarlo al Museo del Beisbol.
“Estar en un museo es algo que nunca imaginé. Quedará mi nombre. Una parte de mí estará allí”.

Esta nota apareció publicada el 23 de noviembre en el diario El Nacional 

FOTO CORTESÍA JAIRO ALTUVE

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