Fotos RAMÓN GONZÁLEZ |
Desde 2010 la academia del ex grandeliga ha ido ganando prestigio. En las cómodas y amplias
instalaciones ubicadas en el centro del país se forman 32 peloteros entre 13 y
15 años de edad
Carlos Guillén
fildea un roletazo con solvencia en el campocorto y amaga un disparo a la
inicial. Cerca de él un par de adolescentes asienten con sus cabezas después de
escuchar un breve comentario del ex grandeliga, que vuelve a decir algo y
regresa a su posición.
Transcurre otra
mañana de práctica en la academia que fundó con su nombre en 2010 y que
rápidamente se ha convertido en una de las más reputadas del país. “Me inspiró
la pasión por el beisbol y el deseo de transmitir mi experiencia en el terreno
de juego a estos muchachos”, expone Guillén, mientras se toma un descanso. “El
beisbol no sólo es batear o lanzar, estar en un partido tres horas y regresar a
casa. Es un trabajo que requiere disciplina, responsabilidad y principios para
poder llegar a las mayores y establecerte. No se trata de conseguir una firma.
Es un camino largo y difícil porque estás tomando una decisión de vida a los 16
años de edad. Por eso intentamos darle al muchacho una visión amplia de lo que implica
ser un profesional”.
La presencia de Guillén sirve de inspiración a sus pupilos |
Guillén –que en
febrero puso fin a su carrera de 14 años en las mayores– comenzó con una docena
de jóvenes con aptitudes para jugar beisbol y tres técnicos hace un par de años.
Hoy 32 muchachos, entre 13 y 15 años de edad, forman parte de un innovador
programa, cuyo prestigio es reconocido dentro y fuera del país, gracias a la
ayuda de nueve instructores, incluidos Clemente Álvarez, director de la
academia, y Oscar Henríquez, la más reciente incorporación. “El incremento en
el número de peloteros nos obliga a dedicar más tiempo dentro y fuera del
terreno. Por eso me propuse armar un staff con experiencia en el beisbol
durante muchos años. Además de Clemente y Oscar, contamos con Luis Yánez (coach
de pitcheo) y Alberto Cambero (instructor de infield), ambos ex peloteros. Con
ellos se hace más sencilla la tarea de transmitir los conocimientos e inculcar
la actitud de triunfar. Luego están estas instalaciones, que tratan de aportar
la mayor comodidad posible para realizar ese trabajo”.
El complejo,
ubicado en el Club Social y Deportivo Ceniap, adyacente a la Avenida Universidad,
justo detrás del José Pérez Colmenares, cuenta con dos estadios de beisbol. El
principal, donde se llevan a cabo los showcases y tryouts, mide 390 pies por el jardín
central. El edificio de oficinas, flanqueado por tres cajas de bateo y el
pequeño parque secundario, para realizar prácticas de infield, incluye una sala
de masajes y un gimnasio de 200 metros cuadrados,
con equipos de última generación, a cargo del preparador físico cubano William
Gallardo, con más de una década de experiencia.
Hasta ahora la
inversión es de unos 300.000 dólares, casi 1,3 millones de bolívares al cambio
oficial. “Y seguimos aportando recursos, no puedes parar. Cualquiera que haya
visitado este club puede notar la diferencia entre las condiciones en que
estaban antes estos terrenos y las actuales. Es tiempo y dinero. Esta operación
genera 16 empleos directos, entre personal de campo y administrativo. Creo que
hay que cambiar la visión de este negocio y el enfoque al trabajar. Ese es mi
objetivo”, enfatiza el tres veces convocado al Juego de Estrellas.
Los resultados han
sido inmediatos. De los 10 jugadores elegibles para el proceso de firmas
internacionales de la academia en 2011, cinco firmaron con organizaciones de
grandes ligas, incluido Abraham Rodríguez, que recibió un bono de $ 200.000
dólares de Tampa Bay. En 2012, siete jóvenes poseen el perfil para entrar en la
puja del próximo 2 de julio, fecha en la que se abre el mercado a los agentes
libres fuera de Estados Unidos con al menos 16 años. Del grupo, el derecho José
Mujica, el jardinero Alexander Palma y el catcher David Rodríguez son
considerados Premium.
Las prácticas diarias concluyen al mediodía |
“Nunca pensé que
iba a llegar a este nivel. Sólo trataba de firmar, estar aquí con los coaches y
en estas instalaciones te ayuda mucho. Tenemos todas las comodidades. El resto
queda de nuestra parte”, afirma Mujica, que fue reclutado por Guillén hace un
par de años y ahora es considerado por algunos scouts como el principal
prospecto del pitcheo de Latinoamérica. “Para nosotros tener a Guillén durante
un día regular de entrenamiento nos inspira a seguir adelante y esforzarnos.
Parece uno más de nosotros y puedes observar cómo trabaja un grandeliga”.
En tiempos
difíciles, en los que la mayoría de los equipos de grandes ligas se han
marchado del país, iniciativas como las de Guillén intentan rescatar lo que
alguna vez soñó el cazatalentos Andrés Reiner, al final de la década de los 80
y que consolidó en los 90 con Houston. “Comparto la visión de Reiner. Logró
convencer a los Astros de hacer la inversión y levantaron la mejor academia de
aquella época, no sólo gracias a las instalaciones, sino al material humano.
Confiaron y creyeron en el pelotero. De allí salieron varios de los mejores
jugadores del país en las mayores: Richard Hidalgo, Johan Santana, Freddy
García, Melvin Mora. Reiner pudo continuar su labor con Tampa Bay y fíjate lo
que hizo antes de retirarse. Los Rays es el equipo más consistente en el
desarrollo de talento en el país en la actualidad. Así que no es casualidad”,
puntualiza Guillén, que también formó parte de la generación que ayudó a levantar
Reiner.
“La iniciativa de Guillén
hay que aplaudirla. Su academia les da la oportunidad a esos muchachos de
desarrollarse. Es muy importante tener el espacio para trabajar y la atención
especializada”, destacó el panameño Marco Paddy, que durante un lustro fue
director de operaciones de los Azulejos de Toronto en Latinoamérica y ahora es
el encargado de coordinar la búsqueda y selección de talento de los Medias
Blancas de Chicago en la región. “No puedo decir que un programa sea mejor que
otro, pero creo que la atención personal que Guillén le brinda a sus muchachos
y su experiencia en grandes ligas, es muy importante en el camino a la madurez
de un pelotero que aspira a entrar en la escena profesional. Su interés es
ayudar al muchacho y a nosotros que estamos buscando peloteros”.
Guillén recibe reportes diarios sobre los progresos de los jóvenes |
A 15 minutos de la
academia en automóvil, los peloteros viven en una residencia ubicada en la zona
de Las Delicias, donde reciben atención las 24 horas del día. Un nutricionista
elabora el menú que prepara un chef, cuentan con ocho habitaciones, salas de
recreación y computadoras para realizar los deberes, tras asistir a clases
durante las tardes en la
Unidad Educativa Ayacucho. “Un entrenador siempre pernocta
con ellos y contamos cámaras para monitorearlos tanto nosotros como sus
representantes, vía internet”, glosa Guillén. “Para estar en nuestra academia
el muchacho debe mantener una conducta apropiada. Por eso insistimos en la
educación desde el hogar. Se trata de una formación integral. Es lo que
buscamos”, advierte Guillén.
“Tienes que ser
hasta psicólogo. Es un trabajo intenso, pero satisfactorio. No se trata de
peloteros hechos. Así que puedes ver los resultados del trabajo en su
desarrollo día a día, medirlo y proyectarlo. Es gratificante”, agrega Álvarez, que
disputó 19 campañas como profesional.
En poco tiempo,
Guillén encontró el leitmotiv de su tiempo libre y espera con paciencia el
desenlace. “Hoy todo el mundo quiere ser agente y representar a un pelotero. Pienso
que no se trata únicamente de eso. Tienes que hacer la inversión necesaria para
ayudar al muchacho con talento a tener una carrera larga. No es fácil. Tal vez
me critiquen, pero no lo hago por negocio. Sólo quiero que más venezolanos
lleguen a las grandes ligas”.
“El bono no hace
al pelotero”
El sueño de muchos
padres es recibir un cheque de un millón de dólares por la firma de su hijo.
Algunos lo reciben y desde hace algún tiempo esas aspiraciones son canalizadas
por agentes o representantes que se encargan de preparar a los jóvenes
talentos. Pero en la mayoría de los casos, los pactos no jugosos. “Nadie
recuerda cuánto recibió Bob Abreu o Johan Santana. Creo que el desenfreno en
los bonos generó todo esto de las restricciones para las firmas
internacionales, que ahora tiene un tope por equipo ($ 2,9 millones). El bono
no hace al pelotero. Esa era la premisa de Reiner. El pelotero se hace en el
terreno de juego y debes dedicarle tiempo. Hay personas que piensan que un
contrato los convierte en dueños del muchacho. Por eso han surgido tantos
agentes. El medio está lleno contradicciones con gerentes de equipos de la LVBP, representando a
peloteros, o personas que tiene a cuatro o cinco muchachos y dicen que manejan
una academia, solo para obtener beneficios personales. Eso tiene que cambiar.
Es lo que trato de hacer”.
Un arma de doble
filo
El nombre de Carlos
Guillén es suficiente para rodar un showcase al que acude un nutrido grupo de scouts
y supervisores de área. Algo que facilita la proyección de los jugadores. “Carlos
Guillén puede atraer a las organizaciones, pero no tuviésemos el material no
regresarían después de la primera vez. Estoy muy agradecido por el interés de
los equipos, pero no se trata sólo de mí. Sino de lo que hacemos aquí. Influye
el nombre, pero eso te obliga a cuidar lo que haces, porque está de por medio
el prestigio. Es un arma de doble filo”. Antes de exhibir a sus talentos,
Guillén intenta que tengan la mejor preparación posible. “Llevé a un grupo de
peloteros de 13 y 14 años a un programa de acondicionamiento físico en EE.UU,
que les ayudará a crear hábitos de trabajo. Se encuentran en un campamento en
Aventura, al norte de Miami, a cargo de entrenadores capacitados, con mucha
experiencia, en el que antes se han entrenado Magglio Ordóñez y Manny Ramírez,
por citar algunos de los profesionales que han estado allí. El pelotero, desde
sus inicios debe saber a qué se enfrenta y la experiencia que viven allá estos
chicos es única”.
Esta nota
apareció publicada en el diario El Nacional el 23 de junio de 2012
BUENA INFORMACION ,,,MUY BUEN TRABAJO
ResponderEliminarHola buenas tarde tengo un hijo que es suldo lansa 83 15 año
ResponderEliminar04144898590
ResponderEliminar