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El
uniforme y el guante del zurdo fueron autenticados para su potencial exhibición
en el Salón de la Fama
“En este momento, tengo que buscar nuevo equipo de
trabajo”, dijo el zurdo el sábado, refiriéndose a que el guante y uniforme que
usó el viernes fueron autenticados para eventualmente ser exhibidos en el Salón
de la Fama.
Con relación a sus condiciones físicas aseguró
sentirse “bien”, luego de necesitar 134 pitcheos, la mayor cantidad en un
partido a lo largo de su carrera, para completar la hazaña en el triunfo 8-0
contra San Luis en el Citi Field, aunque advirtió que podría tener algún tiempo
extra de descanso antes de su próxima apertura.
Santana no lanzó en 2011 como consecuencia de la
cirugía a la que se sometió en septiembre de 2010 para corregir una lesión en
la cápsula anterior del hombro y el cuerpo técnico de los Mets ha estado
monitoreando su conteo de envíos desde el día inaugural. De hecho, el mánager
Terry Collins dijo el antes del encuentro del viernes que Santana no excedería
115 pitcheos. Un plan que fue descartado a medida que el zurdo se acercaba a
marcar un hito personal y en los anales de los metropolitanos.
“Definitivamente, los próximos dos días serán
importantes para ver cómo me recupero”, enfatizó el as, de 33 años de edad. “No
veo nada malo en tomar un día extra de descanso, si fuera necesario”.
En condiciones normales, Santana debería volver a
subir al montículo el miércoles, contra los Nacionales en Washington, pero una
fuente cercana al equipo cree que es muy probable que regrese al morrito el
viernes, en el inicio de la serie interligas contra los Yanquis. Eso le daría
seis días de descanso. El informante también especuló sobre la posibilidad de
que el derecho Chris Young, que ha estado rehabilitándose el hombro en ligas
menores, podría medirse a los Nats el martes, lo que permitiría correr el turno
del merideño.
“Cuando se presentó la oportunidad de lanzar el
no-hitter”, refirió Santana. “Me dije: ‘No hay manera de que salga (del partido)’.
Es posible que nunca más ocurra”.
“En 2004, cuando gané mi primer premio Cy Young (con
Minnesota)”, continuo, “fue muy especial porque significó mucho, no sólo para
mí sino para toda Venezuela. Este juego era muy importante también. Sabía que
los aficionados estaban esperándolo desde hacía mucho tiempo… Fue un momento
muy especial”.
Dos célebres miembros del equipo, que nunca tuvieron
la oportunidad de lograr la joya, estaban tan emocionados como Santana, un día
después del out 27.
“Honestamente, era una anomalía no tener un no hit
no run. Así que es extraordinario que aparezca en el registro de la franquicia.
Ahora nadie podrá decir que los Mets no tienen un no-hitter”, señaló Tom
Seaver, que vistiendo el uniforme de los neoyorquinos llegó al noveno inning un
par de veces lanzando sin hits ni carrera y no pudo completar la faena en
ninguno de esas oportunidades.
Sin embargo, Seaver no guarda resentimientos por
esos episodios. “Hubiese cambiado un no-hitter por dos triunfos”, enfatizó el
ganador de 311 partidos y miembro del Salón de la Fama.
El derecho, que tiró un no-no para Cincinnati en
1978, no pudo ver la hazaña de Santana y se enteró por los medios la mañana del
sábado. Pero Dwight “Doc” Gooden, que estaba al frente del televisor alternando
el juego Cardinales-Mets con el Boston-Miami de la NBA, observó sin
distracciones las últimas tres entradas de Santana.
“Ese encuentro tuvo el sello de todo el trabajo duro
que ha hecho Santana”, dijo Gooden, que en 1996 completó un no-hitter para los
Yanquis. “Estoy muy emocionado. Fue divertido verlo y todavía lo disfruto”.
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libre de un artículo aparecido el 2 de junio en NorthJersey.com
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