martes, 12 de julio de 2011

Robinson Canó alzó los brazos

Robinson Canó se convirtió en el nuevo rey de los forzudos


El segunda base de los Yanquis sacó 32 pelotas servidas por su padre José, en un emotivo esfuerzo y se impuso en la final del Derby de Jonrones al mexicano Adrián González 

PHOENIX
Robinson Canó asistió al Derby de Jonrones sólo para divertirse. No tenía expectativas de ganarlo. Pero al final de la competencia sus batazos fueron los más largos en promedio (433 pies) y aterrizaron en las gradas del Chase Field en 32 ocasiones, más que ningún otro de los forzudos convocados a la cita.
“No llevaba en mi mente esa idea. Sólo quería competir”, dijo emocionado, mientras sostenía el trofeo, junto a su padre José, que le sirvió las pelotas, que salían disparadas a distancias imposibles, incluidas dos de 472 pies, sólo superadas por un misil de 474 pies, conectado por Prince Fielder.
“Cuando era un niño, mi padre me lanzaba pelotas y me decía que me ganaría una cena si sacaba varias. Al final siempre me llevaba a comer, sin importar el número de jonrones. Esta noche recordé aquellos tiempos”, contó el segunda base de los Yanquis.
Canó llegó a la ronda final igualado con Adrián González, a 30 vuelacercas. El mexicano abrió la tanda decisiva con 11, un listón que parecía lo suficientemente alto para ganar el desafío.
“Cuando sacó el primero, le dije: ‘ahora te faltan 10’, luego nueve, ocho. Hasta que llegamos al definitivo”, dijo Canó senior, que lanzó para los Astros de Houston en 1989.
Robinson Canó junto a sus padres
El dominicano despachó 12 y saltó a fundirse en un abrazo con padre.
“Es algo que siempre llevaré en mi mente y el corazón”, enfatizó el nuevo monarca.
“Yo sabía que bateaba para poder, pero lo que hizo hoy fue increíble”, soltó David Ortiz, el campeón de 2010, que como capitán de la Liga Americana, lo seleccionó para conformar un equipo que incluyó a González y José Bautista.
Ortiz dijo sentirse orgulloso de su compatriota y por sumar nueve estacazos de vuelta completa, que elevaron su total vitalicio en la contienda a 77, cifra que dejó atrás el récord de 74, en manos de Ken Grifeey Jr.      
Canó se convirtió en el séptimo latinoamericano que gana el Derby. Además de Ortiz, antes se titularon Vladimir Guerrero (2007), Bob Abreu (2005), Miguel Tejada (2004), Juan González (1993), Rubén Sierra, empatado con Eric Davis, (1989).
El récord de 41 cuadrangulares que impuso Abreu hace seis zafras, se mantiene vigente. 

Esta nota apareció publicada en el diario El Nacional el 12 de julio de 2011


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